jueves, 31 de octubre de 2013

Epílogo: Always be together.




Era el día de la graduación y después de la ceremonia de entrega de los diplomas, tal y como el profesor de música había pedido, cantaríamos como broche final. Niall y yo cantaríamos juntos, haríamos un dueto pero al final no había sido necesario crear una nueva canción. Por petición mía no cantaríamos al amor ni tampoco al desamor. Utilizaríamos la canción que él me había regalado por mi cumpleaños, una que hablaba de nuestra amistad y que era preciosa.

-¿Estás lista? ¡Vamos a llegar tarde! –me metió prisa mi madre.
-¡Ya voy! –grité y me coloqué frente al espejo.

Estiré el vestido. Era fucsia, con vuelo, por encima de la rodilla, de tirante ancho y con pequeños detalles florales en negro. Los zapatos eran de tacón negros también. Me había alisado el pelo y lo había adornado con una diadema finita negra. No me había pasado con el maquillaje pero la raya negra resaltaba el verdor de mis ojos y las mejillas ligeramente rosadas. Respiré hondo, cogí el bolso y bajé las escaleras para encontrarme con mi madre y mi hermana arregladas, esperándome para irnos juntas hasta el instituto.

Cuando salimos, la familia Tomlinson lo hacía también. Mi mirada y la de Louis se cruzaron pero la aparté rápidamente. Las gemelas me saludaron con la mano, gesto que devolví con una pequeña sonrisa. Pasamos por casa de Niall para ir juntos, por última vez. Iba guapísimo con un traje negro sencillo y una camisa azul clarita. Charlamos hasta llegar y encontrarnos con los demás, las chicas que iban preciosas con sus vestidos elegidos cuidadosamente para la ocasión y ellos, que por supuesto, no se quedaban atrás, el traje les sentaba demasiado bien.

-Fiu, fiu.-silbé nada más verlos.
-¿Vamos guapos, eh? –dijo Liam divertido.

-Mucho, Payne.-le contesté.
-Tú no te has quedado atrás, Miller.-me piropeó Zayn.

-Eh, ¡qué estamos nosotras delante! –protestó Jess y todos reímos.

Entramos con nuestras familias al salón de actos y cada uno se sentó en el asiento que tenía asignado desde días atrás. Vanessa fue la encargada de decir un discurso de parte de los alumnos y el director nos dedicó también unas palabras, después, uno a uno nos fueron llamando para recibir nuestro diploma, incluído Louis al que aún le había quedado una asignatura que tendría que aprobar en septiembre. Las chicas y yo terminamos emocionadas aunque ese momento duró poco porque el escenario fue ocupado por Helen y Vanessa que, cambiadas de ropa, se disponían a interpretar una canción bastante movida. El siguiente fue Harry. Se colocó de pie frente al micrófono y, tras escuchar unas notas provenientes de un piano, empezó a cantar.

-Now you were standing there right in front of me, I hold on scared and harder to breath. All of a sudden these lights are blinding me, I never noticed how bright they would be.-hizo una pequeña pausa.- I saw in the corner there is a photograph, no doubt in my mind it's a picture of you.-sonrió levemente.- It lies there alone on its bed of broken glass, this bed was never made for two.-levantó la vista en busca de mi amiga, obviamente aquella canción era para ella.- I'll keep my eyes wide open, I'll keep my arms wide open. Don't let me, don't let me, don't let me go 'cause I'm tired of feeling alone. Don't let me, don't let me, don't let me go 'cause I'm tired of feeling alone.-miró al suelo y empezó de nuevo.- I promise one day that I'll bring you back a star, I caught one and it burned a hole in my hand oh. Seems like these days I watch you from afar, just trying to make you understand.-se agarraba al micrófono, cantando con muchas ganas.- I'll keep my eyes wide open yeah. Don't let me, don't let me, don't let me go 'cause I'm tired of feeling alone. Don't let me, don't let me, don't let me go.-se escuchó un pequeño solo de guitarra y volvió a agarrar el micrófono sin apartar la vista de Gia.- Don't let me, don't let me, don't let me go 'cause I'm tired of feeling alone. Don't let me, don't let me, don't let me go 'cause I'm tired of feeling alone. Don't let me, don't let me, don't let me go 'cause I'm tired of sleeping alone.-cantó la última frase y nada más acabar, las luces se apagaron y todos estallamos en aplausos.

No me dio tiempo a ver la reacción que Gia había tenido ante la preciosa actuación que Harry acababa de hacer porque era mi turno. Subí al escenario acompañada por Niall con cuidado de no tropezar con ningún escalón y cogimos dos banquetas que situamos justo en el centro, una al lado de la otra. Pusimos dos pies de micrófono delante de cada una, nos sentamos y la música empezó a sonar.

-Yeah, yeah, oh.-canté yo primero.- We are, friends for life. Hold that, deep inside. Let this, be a drive to survive.-Le miré sonriendo.
-And just stand, high and tall make sure you give your all and if you ever fall know that i'm right here.-nos dimos la mano en aquella frase, sabía que siempre iba a estar ahí para mí y lo había demostrado con creces.
-We'll always be together, don't you worry. I'll always be by your side, don't you worry. The circle will never end, just know that we'll meet again and we'll always be together, forever, always. I am here.-cantamos juntos el estribillo.
-Find me, in the sky, dancing with the moon at night. Your heartbeat is disguised as my lullaby.-Ahora era su turno.
-Be happy, and know that i'm watching you travel far and wide, waiting for us to meet again.-de nuevo yo.
-We'll always be together, don't you worry. I'll always be by your side, don't you worry. The circle will never end, just know that we'll meet again and we'll always be together, forever, always. I am here.-Y el estribillo otra vez, juntos.
-If you need me, yeah.-canté cerrando los ojos, intentando que ninguna lagrimilla escapara.
-I'm in the wind, look for me friend I'm in the stars.-me apretó la mano fuerte mientras él cantaba.

-When you need me the heavens will send a message within.-
-Straight to your heart.-ambos sonreímos.
-Oooh.-mi turno antes de cantar por última vez el estribillo de aquella canción que Niall había compuesto.
-We'll always be together, don't you worry. I'll always be by your side, don't you worry. The circle will never end, just know that we'll meet again and we'll always be together, forever, always. I am here.
-I am here.-entoné.
-I am here.-reafirmó él mirándome.
-Yeah.-dije.
-I am here.-terminamos juntos y nada más acabar la música, me levanté de la silla y nos abrazamos fuerte sobre el escenario.

Supe que el siguiente en ocupar el escenario del salón de actos era Louis porque reconocí al instante aquellos acordes de guitarra que empezaban a inundar el recinto.

-Baby, I, I wanna know, what you think when you’re alone, is it me yeah? are you thinking on me, yeah? Oh.-empecé a sentir una ligera presión en mi pecho al escuchar sus palabras y quise salir de allí inmediatamente.
-¿Dónde vas? –me susurró Niall que seguía a mi lado. We've been friends now for a while, wanna know that when you smile, is it me yeah? Are you thinking of me yeah? Oh oh.
-Necesito salir un momento.-le dije. Él asintió y salí por la puerta trasera.
-Girl what would you do? Would you wanna stay if I were to say.-me apoyé en la pared, con la Mirada perdida en el suelo. Ahí fuera seguía escuchándole perfectamente.- I wanna be last yeah, baby let me be your, let me be your last first kiss.- ¿Es que no podia haber elegido otra canción? ¿En serio tenía que ser esa?- I wanna be first yeah, wanna be the first to take it all the way like this and if you only knew I wanna be last yeah, baby let me be your last, your last first kiss.-dejé de escuchar su voz durante unos segundos pero pronto cantó de Nuevo la segunda estrofa.- Baby tell me what to change, I'm afraid you'll run away if I tell you, what I wanted to tell you yeah.-cerré los ojos, intentando reprimir las lágrimas, no quería ponerme a llorar. Ahora no.- Maybe I just gotta wait. Maybe this is a mistake. I'm a fool yeah, baby I'm just a fool yeah.- Sí, Louis, eres un tonto. Un idiota, pero un idiota del que estoy locamente enamorada.-Girl what would you do? Would you wanna stay if I were to say…-había ido dejándome caer y ya había llegado a sentarme en el suelo. Escondí mi cabeza entre mis rodillas escuchando la canción que tantos recuerdos me estaba trayendo.-I wanna be last yeah, baby let me be your, let me be your last first kiss. I wanna be first yeah, wanna be the first to take it all the way like this and if you only knew I wanna be last yeah, baby let me be your last, your last first kiss. Your last first kiss. Your last first kiss. Your last first kiss.

-Des, ¿estás bien? –Esa era la voz de Gia. Se agachó, quedando a mi altura. Girl what would you do? Would you wanna stay if I were to say.
-Sí, no te preocupes.- Your last first kiss. I wanna be last yeah, baby let me be your, let me be your last first kiss. – Voy al baño, ahora entro.-dije.
-No tardes.-me pidió, asentí con la cabeza y cuando ella volvió dentro, me dirigí al baño.

Alguna lagrimilla se había salido con la suya y había hecho que el maquillaje se me corriera un poco.

- I wanna be first yeah, wanna be the first to take it all the way like this and if you only knew I wanna be last yeah, baby let me be your last, your last first kiss. I wanna be last yeah baby let me be your last your last first kiss, I wanna be last yeah baby let me be your last your last first kiss.-escuché aplausos en cuanto acabó de cantar.

Me miré al espejo y, después de asegurarme que no quedaba muestra de mis lágrimas, volví al salón de actos. Louis había sido el último en actuar y el director estaba dirigiéndonos unas últimas palabras. Hubo una cena y fiesta después, había que celebrar que dejábamos, al fin, el instituto.

-

Cerré la maleta y la dejé al lado de la puerta, lista para el día siguiente, saldríamos muy temprano hacia Londres para volar después a Milán. Me tumbé en la cama y suspiré mientras pensaba en todo lo que había pasado y en el verano que me esperaba. Louis vendría con nosotros a casa del tío de Bec y no sabía si iba a soportar pasar las veinticuatro horas del día a su lado y mantener el tipo, seguir con mi actitud de chica fuerte. Pensé varias veces no ir pero eso sería renunciar a unas vacaciones con mis chicas y mis amigos, así que en seguida deseché la idea. Quién sabe, quizás lo que necesitaba ahora era uno de esos amores de verano que me hiciera olvidar todo lo que había pasado con Louis aunque estaba segura de una cosa: jamás nadie podría hacerme sentir como la primera vez.


Tacháán, aquí está el epílogo. Quizás es un pelín corto y no os habrá gustado porque como veis ni Garry ni Douis han vuelto, ya os advertí que no os hiciérais ilusiones que no iba a cambiar mucho la cosa...

Bueno, antes que nada, dar las gracias a todas vosotras, pero especialmente a Vic, mi sis (Gianna), a Rebe (Bec), a Antía (Tay), y a mi hermana (Jess) por estar ahí siempre, leyendo y demás. Eva, Tania, Aina y en definitiva, a todas mis lectoras, que si me pongo a nombraros no acabo nunca en la vida...en fin, que lo de siempre, muchísimas gracias por estar ahí, esperando pacientemente a que subiera capítulo algunas veces, y por comentar cada día. 

Bueno y ahora, tengo una sorpresilla para vosotras. Antes que nada, PERDÓN y no me matéis pero...lo de que acababa la fic era una BROMA. Sí, lo que leéis. Bueno, solo en parte. Es verdad que ha acabado aquí PERO habrá una SEGUNDA PARTE

Sí, sí. En esa segunda parte pues tratará del verano que van a pasar estos diez y no sé, no creo que tenga más de 30 capítulos pero eso nunca se sabe. Tampoco os prometo que acabe bien, pero lo que sí os prometo es que habrá más amor, amistad, celos, lágrimas y risas. Tengo ya el blog preparado aunque le falta dar algunos retoques, se llamará "Unforgettable Summer" y la subiré aquí: http://unforgettablesummer-fic.blogspot.com.es/ Me voy ahora al pueblo y no vuelvo hasta el sábado así que probablemente no tendréis mañana capítulo de OLS porque no tengo nada escrito y prefería subiros el epílogo y daros esta pequeña sorpresa que algunas os tomásteis muy mal el último capítulo, no sé cuando subiré el primer capítulo de la segunda parte, quizás esta semana la dedique más a OLS y la siguiente suba ya, aún no lo sé, la verdad. Ah, que conste que no hago la segunda parte porque muchas lo hayáis pedido, en realidad lo tenía planeado, tengo muchas cosas ya en mente de lo que va a pasar y lo que quería era ver cómo reaccionábais si se acababa ahi, y ya he comprobado que fatal jajaja.

Nada más que hoy me estoy enrollando mucho. Bueno sí, una cosita más, las que hayáis cambiado el user de twitter decidmelo por favor y si hay alguien que no quiera que le siga avisando pues que me lo diga también.

Ahora sí que me despido. Un besito y espero que os haya gustado y sigáis conmigo en la segunda parte.

Love,
Sarai.

lunes, 28 de octubre de 2013

Capítulo Cuarenta y Ocho: Las cosas no siempre acaban bien.




Narra Jessica.

Tenía un vestido que mi madre me había comprado por sorpresa hacía un par de semanas sin estrenar así que decidí ponérmelo para la fiesta que Vanessa organizaba. Me metí a la ducha, dejando que el agua caliente relajara mis músculos y tras estar unos cinco minutos, salí. Me arropé con el albornoz y me puse frente al espejo del baño. Quité el exceso de agua de mi pelo con una toalla pequeña y después de desenredarlo, lo sequé con el secador dejándolo liso, como solía tenerlo. Fui a mi habitación, me puse el vestido sin mangas, que quedaba ajustado hasta la cintura y después tenía vuelo, en un azul que resaltaba el color de mis ojos. Me puse unos zapatos de tacón negros y me maquillé. Cogí un pequeño bolso, me eché colonia y volví a mirarme en el espejo antes de bajar.

-No vuelvas muy tarde.-me advirtió mi madre.-
-No lo haré.-sonreí y besó mi mejilla.
-Pásalo bien.-la escuché decir antes de salir por la puerta.

Me encontré con Zayn esperándome ya fuera, apoyado en la verja de su casa y nada más verme acercarme, sonrió.

-Estás preciosa, Jess.-dijo cogiéndome de la mano y haciéndome girar. Sonreí y le besé en forma de agradecimiento.
- Tú también estás muy guapo.-dije y él rió. Entrelazamos nuestros dedos y empezamos a caminar hasta la casa de Vanessa mientras hablábamos.

Habíamos quedado en vernos todos fuera, así que cuando llegamos nos tocó esperar a los demás que poco a poco fueron llegando.

-Tened cuidado.-dijo Tay cuando nos disponíamos a llamar al timbre.- No os separéis mucho a ver si la bruja esta nos va a hacer algo.-todos reímos.

Narra Liam.

Vanessa nos abrió la puerta con un despampanante vestido negro que se ajustaba demasiado a sus curvas y tan corto y escotado que dejaba poco a la imaginación.

-Bienvenidos.-dijo prácticamente comiéndose con la mirada a Louis.- Pasad. Las bebidas están al fondo y la comida repartida por las mesas.-nos indicó y fuimos entrando.
-No la mires tanto.-me regañó Tay y sonreí. Adoraba que por nada se pusiera celosa.
-Ha sido inevitable, ¡lo siguiente era salir a recibirnos en ropa interior! –bromeé y recibí un golpe en el brazo.- Auh.-me quejé.
-Eres idiota.-dijo aparentemente enfadada y se adentró en lo que era la pista de baile, dejándome solo rodeado de los chicos.
-Ya te vale, Liam. Esas cosas las piensa uno, pero no se dicen.-comentó Zayn poniendo una mano sobre mi hombro.
-Voy a arreglarlo.-afirmé.
-Y yo a ver si pillo algo de comer.-dijo el irlandés.

Los cinco reímos y también nos separamos yo, en busca de mi chica. La encontré bailando con Bec, Jess y Gia que había llegado después que nosotros, acompañada de James. Me acerqué sigilosamente por detrás y la aparte de las demás cogiéndola suavemente del brazo. La hice girar para que quedara frente a mí, rodeando su cintura con mi brazo.

-No te habrás enfadado, ¿verdad?-dije. Giró la cara, mirando a un lado. Sonreí mirando al techo.- Vamos, estaba bromeando.-

-Le has mirado el culo.-me acusó entrecerrando los ojos. Me eché a reír.
-Venga ya, Tay. Sabes perfectamente que solo miro el tuyo.-dije divertido y volvió a pegarme, esta vez, soltando una pequeña risa.-Uh, te estás riendo.
-Cállate.-me regañó.
-Cállame.-reto que aceptó y que nos reconcilió con un beso de aquella pequeña discusión con la que habíamos empezado la noche.

Narra Rebecca.

-A la fiesta se venía cenado, Nialler.-dije detrás de él al ver a mi novio intentando decidirse por qué elegir entre los distintos platos de aperitivos que había.
-Siempre hay un hueco para algo más.-contestó y tras eso, se metió un pequeño canapé en la boca. Reí y le cogí de la mano, tirando de él hasta el centro del salón.
-Vamos a bailar.-

Nuestros chicos no es que fueran especialistas en la pista de baile pero lo pasábamos estupendamente viendo cómo intentaban llevar el ritmo. Entre música, bebida y muchas tonterías, la noche fue pasando y el tiempo corría muy deprisa. Vi algo que no me gustó en una de las esquinas de la casa: Vanessa hablaba acercándose demasiado a Louis. Liam estaba mirando en la misma dirección que yo y debimos pensar lo mismo porque él salió en rescate de nuestro amigo. Lo trajo donde estaba yo, el resto estaba cada uno a su bola por ahí.

-Es hora de irse, Lou.-dijo Liam sentándole en una silla. El aludido negó con la cabeza, parecía llevar unas cuantas copas de más encima.-Voy a avisar a los demás, quédate con él.-Asentí con la cabeza y me senté a su lado.
-¡Podrías tener más cuidado!-un chico al que no conocía había derramado toda la bebida sobre mi pantalón.- No te muevas, Louis, en seguida vengo.-le dije y me dirigí al baño a intentar arreglar aquel desastre.
-¿Y Louis? –me preguntó Liam cuando volví donde le había dejado, los demás, estaban allí.
-Estaba aquí hace un momento, he ido al baño solamente.-

Nos pusimos a buscarle entre todos pero fue inútil, era como si se hubiera esfumado como por arte de magia.

-¿No estaréis buscando a Louis? –nos preguntó la anfitriona de la casa. Contestamos afirmativamente.- Acaba de irse a casa, le he visto salir hace unos minutos.-comentó, nos miramos entre nosotros y nos fuimos también, preocupados porque Louis llegara bien a su casa.

Narra Harry.

La fiesta no estaba del todo mal pero todos habían empezado a bailar con sus respectivas parejas y Louis y yo estábamos como fuera de lugar. Bueno, al menos el no tenía con quien bailar porque su chica no estaba en la ciudad, en mi caso, no tenía ni dentro ni fuera. Estaba entretenido con un cubata en la mano cuando la ví en el jardín, apoyada en la barandilla. Decidí acercarme e intentar cruzar alguna frase con ella.

-¿Te han dejado sola?-se sobresaltó al escucharme.
-Me has asustado.-murmuró.
-Lo siento.-nos mantuvimos en silencio unos minutos.- ¿Has venido con James? –pregunté.
-Sí.-sonrió levemente.- Solo que si estoy toda la noche con él, me echará la culpa después de no haber ligado.-comentó.
-¿Qué pasó? –pregunté. Mierda. Mi lengua me había traicionado. Quería saber por qué lo habían dejado pero después de tanto tiempo sin hablar, no creía que esa fuera la mejor manera de empezar una conversación. Me miró frunciendo el ceño.- Me refiero a que por qué lo dejasteis, se os veía bien, parecías feliz.-
-Estamos mejor como amigos.-contestó.- Además.-suspiró.- Harry, no me hagas decirlo. No me mires con esa cara, sabes a qué me refiero.-la miré a los ojos. Claro que sabía qué quería decir pero quería escucharlo. Lo necesitaba. Resopló al ver que esperaba que continuara.- Sigo queriéndote, no era justo para él.-admitió.

-Gia.-hablé.- te necesito a mi lado, no puedo soportarlo más. Te quiero.-confesé. Ella apartó la mirada de mis ojos, desviándola al suelo.
-Necesito tiempo, Harry.-murmuró. Sonreí levemente y coloqué mi mano suavemente sobre la suya.
-Estaré esperándote.-prometí, me acerqué con miedo a que se apartara pero no lo hizo, así que deposité un pequeño beso en su mejilla y volví a la fiesta a buscar a los demás.

Narra Destiny.

Me negaba a creerlo. Prefería pensar que todo era una pesadilla y que cuando me despertara nada hubiera ocurrido. Pero no fue así. A la mañana siguiente me levanté y nada más abrir los ojos, las imágenes de Louis y Vanessa en la cama que había visto antes de meterme en la cama empezaron a revolotear de nuevo en mi cabeza mientras las lágrimas volvían a salir de mis ojos. Algo dentro de mí se activó al verme reflejada en el espejo con los ojos rojos y decidí que no derrarmaría ni una sola lágrima más por él. Era la segunda vez que me hacía daño pero estaba decidida a que fuera la última. Se acabó.

Mi padre me dejó en Doncaster sobre las cinco de la tarde y cuando iba a sacar las llaves para entrar en mi casa, la persona que menos quería ver en ese momento cruzaba la calle para colocarse a mi lado.

-¡Hola pequeña! –me saludó. Intentó besarme pero me aparté.-¿Qué te pasa?
-No sé cómo puedes preguntarme que qué pasa.-dije negando con la cabeza.- A lo mejor esto te refresca la memoria: tú, Vanessa, anoche, en su cama. ¿Ya lo recuerdas?
-No tengo ni idea de lo que me hablas, de verdad, Des.-puso su mano sobre mi brazo pero me quité bruscamente.-
-Pues en el video si tienes idea de lo que haces.-dije.- No quiero volver a verte, Louis.
-Pero Des-le corté haciendo un gesto con la mano.- ¡Deberías confíar en mí! –gritó.- Como hago yo cuando te vas cada fin de semana a Londres y a saber qué haces con Mark.-Abrí los ojos como platos. No podía creer lo que acababa de decir y por impulso, mi mano fue a parar directamente a su mejilla.- Yo Des, lo siento, no quería decir eso.
-Déjame en paz.-fue lo último que le dije. Entré en casa y, a pesar de que dijera que no derramaría ninguna lágrima más por él, me dejé caer apoyada sobre la puerta mientras lloraba sin poder controlarlo.

Narra Niall.

Sabía a la hora que Des estaría de vuelta así que cogí su regalo y salí de casa para ir a dárselo. Llamé al timbre un par de veces pero no me abría. Lo hice una tercera vez.

-¡Louis te he dicho que no quiero saber nada más de ti! ¡Lárgate! –gritó su voz desde el otro lado de la puerta. ¿Qué habría pasado entre estos dos?
-Mariposilla, soy yo.-dije y tras unos segundos, me abrió. Nada más verme se abalanzó sobre mí y la abracé lo más fuerte que pude.- ¿Qué ha pasado? –pregunté mientras entrábamos en la casa.

Me contó todo y la rabia se empezó a apoderar de mí. No podía ver así a mi mejor amiga. Estaba completamente destrozada. Louis podía ser mi amigo, pero esta me la iba a pagar. Conseguí tranquilizarla un poco después y me levanté del sofá en busca de mi regalo que lo había dejado en la entrada.

-Sé que no te va a hacer tan feliz mi regalo como esperaba por lo que ha pasado pero, aquí tienes, mariposilla.-le entregué la gran caja y tras sober por la nariz y restregarse los restos de lágrimas que quedaban por sus mejillas, lo cogió.
-No tenías que haberte molestado, duendecillo.-dijo mientras lo desenvolvía con parsimonia.
-Oh, vamos, ambos sabemos que sí tenía que molestarme.-con mi comentario la hice reír y sonreí.

-Es, es, ¡AHHH! –chilló emocionada al descubrir que se trataba de una guitarra. La suya era demasiado vieja y había decidido regalarla una especial: llevaba su nombre en ella.- ¡Te quiero, Nialler! –me abrazó fuertemente.
-Aun tienes otra cosa más.-dije señalándola la funda. Abrió uno de los apartados y sacó un par de hojas con una canción que había escrito, una canción que hablaba de nosotros dos.

Narra Gianna.

Nialler había sido el encargado en contarnos lo que había sucedido con Louis y Destiny. Al parecer alguien le había mandado a ella un video en el que salían Louis y Vanessa la noche anterior acostándose juntos. Las chicas y yo habíamos pensado ir a verla, nos necesitaba más que nunca así que nos plantamos en su casa en cuanto el irlandés nos avisó.

-¿Cómo estás? –preguntó Jess casi con miedo cuando nos abrió. Aún se podía notar en sus ojos que había estado llorando.
-Bien.-contestó sin más.- Pasad, no os quedéis ahí.-las cuatro entramos y subimos todas a su habitación.
-Hemos traído helado.-comenté.-
-Es lo mejor en estos casos.-me apoyó Tay.
-Entonces iré a por unas cuantas cucharillas.-dijo Des y salió de la habitación para volver, minutos después, con cinco cucharas de postre.
-¿Seguro que estás bien? –volvió a preguntar Bec. Nos habíamos puesto a comer el helado y a hablar de qué tal lo habíamos pasado en la fiesta pero ni una palabra de Louis.
-Lo estoy.-respondió firme.- No pienso desperdiciar mi tiempo llorando por las esquinas, ni me iré de la ciudad como hice la primera vez. No le voy a dar la satisfacción de verme destruída por su culpa.

En ese momento supe que una parte de la chica dulce que era mi mejor amiga, había desaparecido y que probablemente no regresaría. Louis había sido una persona muy importante para ella y ese video había sido un golpe muy duro que no superaría fácilmente pero no se mostraría débil. La conocía demasiado bien, era muy cabezota y cuando decía algo lo cumplía. Lloraría en su casa, cuando estuviera sola y nadie la viera pero por fuera, parecería como si nada hubiera pasado, intentaría ser la misma chica de siempre.

Narra Zayn.

¿Alguno de vosotros sabe lo que hice anoche? Des ha roto conmigo, dice que me he acostado con Vanessa. No entiendo nada. Venid a casa. Louis”

Habíamos recibido ese mensaje los chicos y yo, y claro, inmediatamente salí en dirección a casa de Louis. Cuando llegué, estaban Harry y Liam con él en el salón, el único que faltaba por unirse a la reunión era el irlandés. Iba a sentarme cuando escuché el timbre, fui a abrir y Niall entró hecho una furia.

-¿Se puede saber cómo has sido capaz de tirártela? –le gritó cogiéndole de la camiseta.
-Niall, tranquilízate.-le dijo Liam intentando que soltara a Louis.
-¿Cómo quieres que me tranquilice? ¡Lo ha vuelto a hacer! ¡Ha vuelto a ser el capullo de siempre! –estaba bastante alterado.- Eres un mierda, no mereces que te quiera como lo hace.-levantó el brazo derecho, dispuesto a darle un puñetazo pero entre Harry y yo, lo evitamos.
-Será mejor que nos vayamos fuera.-dije mientras tiraba de Niall y conseguí sacarle a la calle.

Cuando logré que se calmara un poco y prometiera no lanzarse sobre Louis, volvimos dentro. Nos sentamos los cinco y Louis nos contó la charla, si se le puede llamar así, que había mantenido con Des hacía tan solo unas horas.

-Estabas muy bebido, eso si es verdad.-dijo Liam.-
-Pero Vanessa nos dijo que te habías marchado.-aseguró Harry.
-Ha sido ella, estoy seguro que lo tenía todo planeado.-murmuró Louis.
-Algo podremos hacer, ¿no? –pregunté.

-No quiero hacer nada.-dijo Louis.- Niall tiene razón, es la segunda vez que la hago daño, no merezco ni siquiera luchar por intentar que me crea.

Narra Taylor.

Los días iban pasando, cada vez estábamos más cerca del final del curso y cada vez estábamos más agobiados, los exámenes llegaban y había mucho que estudiar, además de organizar la graduación y el viaje de fin de curso a Italia. Era sábado así que las chicas habíamos quedado para ir de compras esa tarde y encontrar el vestido perfecto. Quedamos a las cinco en el centro comercial de siempre y como no, gracias a Rebecca, éramos las dos últimas en llegar.

-¡Vamos, tardonas! –bromeó Des.
-Eh, sin exigencias que aquí la que sabe de moda soy yo.-se defendió Bec y las demás reímos.

Nos metimos en el centro comercial y si no nos probamos cerca de diez vestidos cada una, no nos probamos ninguno. Al final, cada una encontró el vestido adecuado y tras comprar un par de zapatos que combinaran, nos sentamos en una cafetería a tomar algo.

-Entonces sigue en pie lo de irnos a casa de mi tío, ¿no? –preguntó Rebecca.
-¡Claro! –exclamaron Gia y Jess a la vez.
-Conmigo no hay problema, he terminado convenciendo a mis padres aunque a mi padre no le hace mucha gracia que vayamos con los chicos.-dije.
-Perfecto. Los chicos están confirmados.-volvió a hablar ella.- Incluyendo a Louis.-murmuró. Todas miramos a Des.
-Chicas, que estoy bien.-dijo Des sonriendo levemente.- Iré porque quiero pasar unas estupendas vacaciones con mis amigos.
-Entonces perfecto, en cuanto acabemos los exámenes, empezamos a organizarnos.-concluyó Jess.

Seguimos hablando un rato más y volvimos a casa, teníamos que estudiar un poco para la semana que viene: empezaba el temido periodo de exámenes. Era tan solo el último esfuerzo antes de que fueramos libres para pasar esas vacaciones que tanto deseábamos.

Narra Louis.

Desde aquel día no había vuelto a cruzar ni una sola palabra con ella y eso me estaba matando por dentro. La quería demasiado y dolía verla y que ninguna de sus sonrisas fuera dedicada a mí como hacía unos meses. Pero en el fondo, me lo tenía bien merecido. No tenía que haber ido a aquella fiesta, no tenía que haber bebido más de la cuenta y no tenía que haberme fíado de Vanessa. Cada día la veía salir de su casa y me volvía a reprochar lo imbécil que había sido por darme por vencido y perderla con tanta facilidad. Niall tampoco me hablaba, cosa que era normal ya que había dañado a la que era casi su hermana.

Y por si fuera poco, estábamos en época de exámenes. Los finales ya habían llegado. No había sido capaz de recuperar las dos asignaturas que me quedaron en Navidad y con todo lo que había pasado, era incapaz de concentrarme más de dos minutos en lo que ponía en los libros por más que lo intentaba. Me di por vencido aquella tarde, total, mañana era el último exámen, de Latín, ya me daba lo mismo suspender uno más.

Volví a casa tras hacer el último exámen, dejé la mochila en el suelo y me tumbé en la cama. Cerré los ojos y de nuevo, pensé en ella. Por más vueltas que le daba al asunto, no encontraba ningún argumento a mi favor, nada que me animara a intentar recuperarla. Siempre acababa insultándome a mí mismo, gritándome que no la merecía. Y quizás eso era cierto, quizás debía dejarla ir. No siempre las cosas salen tal y como uno quiere. Algunos tienen su final feliz y otros, como en mi caso, meten la pata, cometen un error y cuando quieren darse cuenta, es demasiado tarde, ya no hay marcha atrás.


Bueno, esta última parte de Louis, suena como a despedida, ¿no? Pues bien, lo es... ¡NO ME MATÉIS! Pero...este es el último capítulo de la fic. Sí, como leéis, pero bueno, como buena noticia os diré que el lunes que viene subiré el epílogo, narrado como el prólogo, solo por Des. Espero que os haya gustado el capítulo a pesar de lo que ocurre. Personalmente, adoro a Niall, lo protector que es con Des jahsbfhjsdvhgfsdf *-* Al menos la cosa buena del capítulo es que Gia admite que sigue queriendo a Harry y por lo menos han hablado un poco... Bueno, no tengo mucho más que decir, como siempre, daos las gracias por leer, por estar ahí siempre y nos vemos el viernes en OLS y el lunes con el epílogo.
Love,
Sarai.