viernes, 22 de febrero de 2013

Capítulo Trece: Citas.




Narra Zayn.

- ¿Te gusta Liam? –solté. No aguantaba más. Niall me había dicho que no había nada entre ellos dos pero yo necesitaba oírlo de su boca. No recibí respuesta, tan solo una carcajada.- ¿Qué tiene tanta gracia? –pregunté algo molesto. Esto era serio y ella se reía.
- Tu pregunta.-dijo después de que se le pasara la risa.- Pero no te enfades, Malik.-dijo mostrando una pequeña sonrisa.- te contesto sin problemas.- La miré, haciéndole entender que quería saber la respuesta.- No, no me gusta Liam, solo somos amigos.-ambos nos quedamos en silencio, no sabía qué decir.- Tengo que irme, hasta mañana.-sonrió una vez más y antes de irse a su casa, me dio un beso en la mejilla.

Me quedé mirando cómo daba los pocos pasos que la separaban de mi casa. Vamos, Zayn, no te quedes así, invítala a salir ahora que sabes que tienes el camino libre.

- ¡JESS! –grité antes de que entrara en su casa. Ella giró la cabeza para mirarme.- Me preguntaba si tú…-dije rascándome la nuca.-si te apetecería salir conmigo este fin de semana.
- Me encantaría.-respondió sonriendo.- Además, teníamos pendiente esa segunda cita.-dijo antes de entrar en casa. Sonreí como un auténtico idiota.

“Segunda cita”. No sonaba nada mal. Tendría que pensar en hacer algo especial para ella, algo que no fuera la típica cita en el cine, pero ¿el qué?

Narra Taylor.

Viernes. Había quedado con Liam y para que mentir estaba un poco nerviosa. Me puse a vestirme después de haberme dado una ducha, pasé como media hora frente al armario: ¡no tenía ni idea de qué ponerme! Así que pensé en alguien que me ayudaría lo más rápido posible.

- ¡Hola Tay!
- Bec, necesito tu ayuda.-dije inmediatamente.
- ¿Qué pasa?
- ¿Puedes venir a mi casa?
- Claro, dame cinco minutos.-y colgamos.

Me puse a secarme el pelo mientras esperaba a que Becca llegara a mi casa, no había terminado cuando sonó el timbre, bajé corriendo y abrí la puerta.

- ¿Me vas a contar a qué viene tanta prisa? –dijo con los brazos en jarra.
- Tengo una cita con Liam.-dije sonrojándome.- y no sé qué ponerme.-ella solo soltó un gritito antes de cogerme de la mano y tirar de mí hasta mi habitación, prácticamente corriendo.

Al final, después de que ella revolviera mi armario por completo, salí de casa en dirección al centro comercial, vestida con unos pantalones blancos, una blusa azul marino con algunas florecitas pequeñas en blanco y unas manoletinas azules también.

Narra Liam.

Al final me había decidido a pedirle una cita a Taylor, cita que ella, afortunadamente, había aceptado. Me arreglé y salí hasta el centro comercial donde habíamos quedado. Iríamos al cine y después a tomar algo, un plan sencillo. Cuando llegué, la vi sentada en uno de los bancos de la entrada, me acerqué por detrás sigilosamente y tapé sus ojos con mis manos.

- Llegas tarde Liam, cinco minutos tarde.-dijo antes de que yo dijera nada.
- ¿Pero cómo…? –dije destapándole los ojos y me puse a su lado.
- Te ha delatado la colonia.-sonrió levantándose.
- Oh vaya.-reímos.- Y bien, ¿qué película quieres que veamos? –le pregunté mientras andábamos hasta el interior del centro comercial.
- ¿La que yo quiera? –asentí con la cabeza.- Llevo queriendo ver “Los Miserables” desde que salió.
- Entonces decidido.-dije mientras compraba las entradas.

Fuimos a comprar palomitas y algo de beber, porque ir al cine y no comer palomitas es una chapuza. Entramos en la sala y estuvimos charlando un poco mientras llegaba la hora en la que empezara la película.

- Me ha encantado.-dijo emocionada cuando salimos de allí.
- Me alegro.-sonreí.- ¿Y ahora donde quiere cenar la señorita? –pregunté.
- Te toca elegir a ti ahora.-dijo dándome un pequeño codazo. Negué con la cabeza.
- Hoy eliges tú todo.-me sonrió y se quedó pensativa unos minutos.
- Quizás es un poco cutre.-rió.- pero me apetece una pizza.
- No se hable más, a por un par de pizzas.-

Estuvimos cenando entre risas y cuanto más hablaba con ella, más me enamoraba, la escuchaba con atención todo lo que me contaba sobre su familia, su adoración por el cine, su niñez. Luego me pidió que le hablara de mí y no tuve ningún problema en contarle todo lo que quiso saber. Nos terminamos las pizzas y después de una pequeña discusión (que gané yo) la acompañé andando hasta su casa.

- Lo he pasado genial, gracias Liam.-sonrió ya en la puerta de su casa.
- Cuando quieras repetimos.-sonreí y nos quedamos mirándonos.
- Por supuesto.-contestó.- Claro, siempre y cuando me dejes pagar algo.
- Ah no, yo invito.
- Entonces no hay repetición.-se cruzó de brazos.
- Venga Tay, no te enfades.-dije acercándome a ella. Siguió en la misma posición. Resoplé.- De acuerdo, la próxima vez a medias.-dije y esbozó una pequeña sonrisa.
- O sea, que quieres volver a salir conmigo.-dijo mirándome. ¿En qué momento me había acercado tanto?
- Sí.-contesté haciendo que se le formara una gran sonrisa en los labios. Era ahora o nunca. Llevé una mano a su mejilla, acariciándola suavemente.- Tay yo…-desvié mi mirada a sus labios durante un segundo, me estaban llamando a gritos, pero justo cuando iba a terminar con aquella distancia, una palabras me hicieron parar.
- Liam, no puedo.-susurró antes de que mis labios tocaran los suyos.- Lo siento.-y sin decir nada más, abrió rápidamente la puerta de su casa y se metió en ella, dejándome fuera, sin saber si es que había hecho algo mal. 



Narra Jessica.

No sé por qué me había puesto nerviosa por momentos, estaba terminando de meter el móvil y el monedero en una mochila de esas que se fruncen pero estaba tremendamente torpe, se me había caído el móvil dos veces al suelo. Por suerte, sin ningún daño que lamentar.

“¿Se puede saber qué te pasa?” Me decía a mí misma, no era la primera vez que iba a salir con Zayn pero no sé, era la primera vez que tenía esta sensación, sentía un cosquilleo en el estómago y eso se debía a que el reloj de mi habitación me indicaba que en dos minutos había quedado con él.

Sonó mi móvil, un mensaje.

“Espero que no hayas salido de casa aún, se me olvidó decirte que te pusieras algo cómodo para esta tarde. Zayn xx”

Miré mi ropa: unos vaqueros claritos, una camiseta de manga corta azul y unas converse a juego. Iba a contestarle cuando sonó de nuevo.

“¿Estás lista entonces? Te estoy esperando en la plaza. Zayn xx”

Cogí el ipod y después de despedirme de mi madre, salí de casa al ritmo de la música. Llegué a la plaza unos diez minutos después pero allí no había ni rastro de Zayn. ¿Dónde se había metido? Otro mensaje.

“Como habrás podido comprobar no estoy en la plaza…” Muy agudo, Malik. “Esto es un juego, verás, tienes que conseguir dos cosas antes de que te diga donde estoy y pueda tener lugar esa segunda cita.” Me quedé mirando alrededor, intentando ver si estaba por ahí pero llegó otro mensaje. “¿Ves el quiosco? Acércate y cántale el estribillo de una canción al señor que vende los periódicos, si lo haces bien, te dará la primera cosa.”

Vi el quiosco en un extremo de la plaza, así que sin pensarlo dos veces, me acerqué allí y empecé a cantar el estribillo de “We found love” de Rihanna. Cuando terminé, el hombre muy amablemente me entregó una caja de cartón cuadrada, algo grande. Iba a abrirlo cuando me vi interrumpida por el móvil de nuevo.

“¡Ni se te ocurra abrirlo! Ahora solo te falta conseguir esa segunda cosa necesaria para nuestra cita” Sonreí inconscientemente y seguí leyendo. “Es una bolsa de color azul, la he dejado en algún sitio de la plaza, cuando la encuentres, me encontrarás a mí. P.D.: Bonita voz.”

Volví a echar un vistazo y encontré la bolsa encima de la fuente central. Afortunadamente, la fuente estaba apagada así que me metí dentro y tras subirme a un pequeño escaloncito que había dentro, logré alcanzar la bolsa.

- Muy bien, reto conseguido.-escuché su voz a mis espaldas. Me giré y le vi sonriéndome y tan guapo como siempre, con unos vaqueros de esos caídos, una camiseta blanca y una gorra de los Lakers que le quedaba demasiado bien.



- ¿Qué es todo esto?
- Ahora lo verás, vamos.-cogió la caja y yo la bolsa y caminé por donde me guió.

Narra Niall.

Decidí ir a ver a Rebecca por si la apetecía que saliéramos a dar una vuelta o algo, cuando llegué a su casa, su madre me dijo que estaba en su habitación, así que subí directamente. La puerta estaba abierta y ella, muy concentrada dibujando algo en un papel.

- ¿Qué haces princesa? –besé su mejilla y ella sonrió.
- ¿Qué haces aquí?
- Venía a proponerte algo: mi casa, peli, palomitas…-rió.
- Suena genial.
- Pero si estabas haciendo algo importante, lo podemos dejar para otro día.
- No, estaba solo diseñando los disfraces para Halloween de las chicas.-dijo encogiéndose de hombros.
- ¿Los puedo ver? –Sabía que la daba vergüenza enseñar sus diseños a pesar de que fueran geniales. Me dio el bloc donde los dibujaba, empecé a pasar las hojas, lo tenía todo preparado para cada una de las chicas, con el nombre de cada una encima de su disfraz correspondiente.
- Son estupendos.-sonreí.- ¿Y para mí no podrías diseñar uno?
- Hm…¿de qué? ¿De duende malvado? –ambos reímos.
- Oye, pues no estaría mal. ¿Crees que me quedaría bien? –dije dando una vuelta sobre mí mismo causando su risa.



- Me pondré a ello entonces, duende malvado.-dijo antes de besarme. Puse una mano sobre su cintura, atrayéndola más a mí para profundizar el beso.
- ¿Nos vamos entonces? –pregunté cuando nos separamos, ella asintió con la cabeza y después de guardar sus diseños en un cajón, salimos de allí.

Narra Destiny.

No podía más, tenía que preguntárselo, algo dentro de mí necesitaba saber la razón, así que sin rodeos, se lo pregunté.

- ¿Por qué lo hiciste? –me miró sorprendido supongo que le extrañaba mi pregunta después de haber estado sin hablar salvo lo estrictamente necesario. Le miré a los ojos, esperando su respuesta, una respuesta que no llegaba.- ¿No me lo vas a decir? –él suspiró mirando al techo, para después volver a mirarme a mí.
- No puedo decírtelo, Des. Lo siento.-puso su mano sobre la mía y la aparté inmediatamente.
- Perfecto, Louis.-dije enfadada, me levanté de la silla, cogí mi mochila y salí de allí.

(…)

- Entonces Nialler y tú el sábado…-dejé la frase en el aire acompañándola por un movimiento de cejas.
- No seáis mal pensadas, no pasó nada de nada. Solo vimos una peli y pasamos la tarde juntos, punto.-respondió Bec.
- Pues vaya desilusión.-dijo Jess.
- Tú todavía no nos has contado que pasó con Zayn.-dijo Taylor.
- Ni tú con Liam.-volvió a hablar Jess. Entonces notamos cómo la cara de Tay cambió completamente al nombrar a Liam. Miré disimuladamente por si entraba por la puerta de clase.
- ¿Qué pasó, Tay? –pregunté.
- Casi nos besamos.
- ¿Casi?, ¿cómo que casi? –dijo Gia, algo escandalizada.
- Es que me aparté, no pude, chicas.-dijo agachando la cabeza.
- ¿Y qué le dijiste? –preguntó Jess.
- Nada, entré en casa y le dejé ahí. Tengo miedo, chicas, Liam me gusta, demasiado y no quiero que me pase como la vez anterior, no podría soportarlo.-al escucharla las cuatro la abrazamos.
- No te preocupes, Tay, él lo entenderá pero tienes que explicárselo.-dijo Bec.- Seguramente el pobre esté dándole vueltas a la cabeza, pensando qué hizo mal.

Narra Harry.

Otra vez lunes. Entré en clase, como siempre acompañado de Louis, saludé a las chicas, a Des con un beso en la mejilla, habíamos vuelto a esa rutina y gracias a ella, había conseguido que al menos Gia me contestara de buenas maneras e incluso me dejara ver alguna vez esa sonrisa suya que desde hacía unos días se colaba cada noche en mi cabeza.

- ¿Ya lo sabes? –le pregunté a Des. La había hecho una seña para que se acercara a nuestra mesa. Asintió con la cabeza y se acercó para susurrármelo y que nadie más lo escuchara.
- De acuerdo, gracias por la información.-sonreí ampliamente.



- Como se entere de esto me matará.
- Lo estás haciendo por una buena causa.-dije.
- Si ya…-reímos. Entró el profesor así que ella volvió a su sitio. Vi cómo Louis la seguía con la mirada.
- La baba, Lou.-dije riendo, poniendo la mano bajo la barbilla.
- ¿Qué dices?
- Que se te cae la baba, hombre.
- Cállate.

Narra Gianna.

Estábamos en clase, esperando a que llegara el profesor, hablando, intentando que Tay y Jess nos contaran qué tal les habían ido sus citas este fin de semana, pero Jess no soltaba prenda y eso que cuando Zayn pasó por su lado la miradita que se dedicaron habló por sí sola, y Tay nos contó lo de su casi beso con Liam y entre todas la animamos a que hablara con él de lo que la ocurría. Después, llegaron Liam y Niall, con la hora algo pegada porque se habían quedado, según Des, en la cafetería porque Niall no había desayunado, y por último, pasaron Harry y Louis por nuestro lado, dándonos los buenos días, como llevaban haciendo durante las dos últimas semanas.

Era algo raro, últimamente notaba a Styles diferente, no sé, como más, ¿cómo decirlo? Ah sí, menos capullo de lo habitual. Había rumores que decían que ni siquiera había ido a la última fiesta que Vanessa había organizado y eso era raro no, lo siguiente.

Habíamos quedado un par de veces más para continuar con el trabajo y en esos momentos había podido comprobar que el chico arrogante desaparecía dejando aparecer al chico simpático que yo había conocido años atrás. No podía evitar preguntarme el porqué de ese cambio así, de repente, bueno, más bien desde el día en que él y Des recuperaron su amistad y tuvieron como ella dice una charla, charla en la que aún no he conseguido averiguar qué pasó porque ella insiste en no contármelo.

Pasamos la clase casi sin prestar atención por culpa de Rebecca: había traído sus diseños de nuestros disfraces y nos tiramos toda la clase hablando sobre eso.

Narra Louis.

- ¿No se lo piensas decir nunca? –negué con la cabeza.- Vamos, no seas infantil, tú la quieres.-me dijo Harry. El problema es que ella tiene novio por lo que no soy correspondido.



- ¿Para qué lo voy a hacer si ella no siente lo mismo? –dije ya algo enfadado. Últimamente siempre estaba con el mismo tema.
- Eso no lo sabes seguro.
- Por favor, Harry, tiene novio y si está con él es porque le quiere, ¿o no?
- Vamos, ¿de verdad crees que te ha olvidado?
- Por supuesto que lo ha hecho.
- Apuesto lo que quieras a que no.
- Nada de apuestas, Harry, mira lo que pasó la última vez. Y vale ya con el temita, no quiero hablar de ello, ¿vale? Alguna forma habrá de sacármela de la cabeza.
- Tú mismo pero si quieres un consejo, yo se lo diría, total, ¿qué podría pasar? ¿Qué no te hablara? Eso ya lo hace, no tienes nada que perder.-
- ¿Y tú qué? Tampoco se lo has dicho a Gia.
- Lo mío es distinto, tengo una imagen que limpiar antes que nada.

Sí, claro, lo que tú digas. Negué con la cabeza e intenté prestar atención a lo que el profesor estaba diciendo pero fue imposible, siempre terminaba mirándola de reojo.

Narra Rebecca.

Llegué a clase la primera, con Taylor, y a los pocos minutos, aparecieron las otras tres que faltaban, nos pusimos a hablar un poco antes de que el profesor llegara y empezara con la clase.

- Chicas, tengo algo que enseñaros.-dije en un momento de silencio.
- ¿El qué? –preguntó curiosa Jess.
- Como sabréis.-empecé a hablar, haciéndome la interesante.- En dos semanas hay una fiesta de disfraces por Halloween y bueno, yo diseño más o menos.-todas reímos.
- ¿Quieres decirlo ya de una vez? –me metió prisa Gia.
- Bueno, pues que he estado diseñando un disfraz para cada una.-dije.- y he traído el cuaderno para que los vierais y me dijerais que os parecen.
- ¿Y a qué esperas? –dijo Des.- ¡Vamos, ensénanoslo!-saqué el cuaderno y se lo enseñé.
- Os he elegido el disfraz a cada una pero si no os gusta pues me lo podéis decir y veremos qué se nos ocurre.-dije mientras ellas observaban mis dibujos.
- Son geniales.-dijo Tay.- Me encantan.
- ¿Cuándo dices que empezamos a hacerlos? –dijo Des cerrando el cuaderno.
- ¿Este finde? –todas asintieron y empezamos a organizarnos, unas irían a comprar las telas necesarias y nosotras mismas nos los haríamos. Después empezamos a hablar de lo que habíamos hecho ese fin de semana: Gia se había ido a pasar el sábado con su familia fuera de la ciudad, Des había ido a Londres a ver a su padre y su chico y Tay y Jess habían tenido una cita con Liam y Zayn, claro que acabaron de formas muy distintas.

Os pido un millón de disculpas porque llevo más de una semana sin subir pero he estado muy ocupada y apenas he tenido tiempo para subir (las que leéis mi otra fic, lo sabréis ya) Pero bueno, espero que os haya gustado el capítulo y todas esas cosillas. Ah, sé que el gif de Zayn no se corresponde con la ropa que describo pero es que el gif me encantaba jashbfcjhdsfdbsf. Por cierto, el video de OWOA PLUSCUAMPERFECTO, ¿verdad? Muchísimas gracias por todo chicas, espero subir pronto.
Love, 
Sarai.
 

miércoles, 13 de febrero de 2013

Capítulo Doce: Celos.




Narra Rebecca.

Había terminado la clase de francés lo que significaba que tendríamos recreo. ¡Bien, al fin un rato de descanso! Bajé a la cafetería, que era nuestro punto de encuentro. Cuando llegué, estaban en una mesa Tay, Liam, Gia, Jess y Zayn, que se había unido a nosotros después de la tarde de la feria. A los pocos minutos llegó Nialler, sin Des.

- ¿Y Des? –preguntó Gia.
- Se ha quedado hablando con Harry.-contestó después de pedir un bollo y una palmera de chocolate.
- ¿Con Harry? –preguntamos Gia y yo a la vez. Era rarísimo. Él solo asintió con la cabeza antes de empezar a comerse el bollo.

Seguimos allí sentados mientras bromeábamos o simplemente charlábamos un poco, no habíamos llegado ni a la mitad de la semana y nosotros ya estábamos haciendo planes para el fin de semana.

- Hola chicos.-nos saludó Des que llegó más o menos a la mitad del recreo.- Eh, me has comprado la palmera y no te la has comido, ¡qué logro! –le dijo a Niall riendo y se sentó con nosotros.
- ¿Qué tal ha ido la clase de música? –preguntó Jess.
- Bien, ahora Vanessa me quiere matar y me odia más que nunca pero bien.
- No me digas que te han dado el papel protagonista.-dijo Tay. Ella asintió.
- Lo sabía, lo sabía.-canturreé.
- Y a mí me debe una comida.-dijo Niall.
- Pues siento decirte que te va a arruinar con todo lo que come, Des.-le dijo Liam y reímos.

Narra Harry.

Después de clase de música era la ocasión perfecta para hablar con ella, así que, después de dejar mis cosas en la taquilla, esperé junto a las escaleras hasta que la vi aparecer, ella formaba parte de mi plan. La saludé para que me viera y me contestó de la misma manera, venía con Niall y me acerqué a ellos.

- Des, ¿tienes un minuto? –le pregunté.
- ¿Y a este qué le pasa? –Escuché como Niall le decía al oído y reí.
- Ahora voy yo, Nialler, invítame a una palmera de chocolate, anda.-le dijo y él bajó las escaleras en dirección a la cafetería.
- Creía que las animadoras teníais que mantener la línea.-comenté.
- Eso es cosa solo de Vanessa y sus chicas, a mí me da un poco igual, la verdad.-se encogió levemente de hombros y reímos.- Bueno, dime, ¿en qué puedo ayudarle señor Styles? –dijo poniendo voz de recepcionista.
- Necesito tu ayuda Des, bueno, más bien consejo. Pero, ¿podemos ir a otro sitio mejor? –El pasillo del instituto no era un buen lugar para hablar con tanta gente corriendo de un lado para otro.
- Claro.-bajamos por las escaleras hasta el patio y nos sentamos en una parte de las gradas, apartados.- Tú dirás.-sonrió.
- ¿Recuerdas cuando éramos pequeños que nos ayudábamos mutuamente cuando nos gustaba alguien? –Ella asintió con la cabeza.
- Espera, espera, ¿quieres que te ayude con alguien? ¡Pero si tienes a todas babeando por ti, Harold! –dijo riendo después.
- Sabes que odio que me llamen así.
- Yo siempre te he llamado así, así que te aguantas, Harold.-resoplé.-
- Y sí, quiero que me ayudes con una chica.

Narra Destiny.

- Y sí, quiero que me ayudes con una chica.-dijo.
- A ver, cuéntame, ¿cuál es tu presa? –dije divertida.
- No te rías, Des. Esta vez no es una presa para una noche, esas las puedo conseguir solo.-dijo.
- ¿Entonces? ¿No me digas que te has enamorado? ¿Quién es la afortunada?
- No estoy seguro de que me haya enamorado pero.-hizo una pausa y después negó levemente con la cabeza.- Se trata de Gia, necesito que me ayudes a que deje de odiarme.-sonreí.

- Con que es Gia, eh. Si ya sabía yo…-dije.
- ¿Qué sabías tú?
- Nada, nada.-sonreí ampliamente.
- ¿Y por qué sonríes tanto?
- Me parece que hacéis buena pareja, pero ni se te ocurra decirla que te lo he dicho. Me mataría.-reímos.- Lo primero que tienes que hacer es dejar de ser el capullo que llevas siendo durante todo este tiempo.
- Señor, sí, señor.-gritó haciendo el gesto militar con la mano.- ¿Siguiente paso?
- Eh, eh, con tranquilidad, primero eso y luego, no tontees con todas, sé amable con ella, no la piques, tiene que ver que has cambiado, que no eres quien ella piensa, que debajo de tu fama de “ligón” hay todo un caballero y esas cosas, ¿lo has entendido? –él asintió con la cabeza.
- Entendidísimo, ser un caballero, nada de liarse con la primera que pasa.
- Exacto, pero sobre todo, ten paciencia, no es como las demás y no se fía ni un pelo de ti.
- Eso ya lo sé. Si esto resulta voy a deberte una buena.
- Si esto resulta más te vale no hacerla daño o te las verás conmigo, eh.
- Prometo no hacerla daño, me interesa de verdad, Des.-
- Aw, por dios, ¡qué el rompecorazones se ha enamorado! –dije.- Y ahora me voy a ver si como algo, ya sabes, eh.-besé su mejilla y me levanté.
- Des.-me llamó.
- ¿Sí?
- Me alegra saber que aunque últimamente no habláramos mucho no te haya perdido como amiga.-sonreí.- Y gracias.
- Ya me lo pagarás, ya.-le saqué la lengua y fui hasta la cafetería a reunirme con los demás.

Narra Zayn.

Volvimos a clase después del recreo, pero ella en vez de sentarse a mí lado, la vi hablando con Liam, no muy lejos de mí por lo que pude escuchar la conversación. Sí, ya sé que no está bien, que es de cotillas, pero no lo pude evitar.  Así que, puse la oreja, a ver de qué me podía enterar. Maldije el momento en el que lo hice porque escuché un “Eres un amor, Liam además de guapo, inteligente y divertido, vamos, todo lo que una chica quiere”.

Me levanté bruscamente de la silla y salí de clase, cruzándome en la puerta con el profesor que me preguntó a donde iba, pregunta que no contesté. Fui directamente al baño, me eché un poco de agua en la cara y saqué un cigarrillo, tenía que tranquilizarme un poco para volver después a clase y hacer como que no había escuchado nada, que en realidad, era lo que debería haber hecho desde un principio.

Narra Gianna.

Entramos en clase y nos sentamos, quería preguntarle algo a Des pero el profesor llegó a clase, así que tuve que echar mano de la técnica de las notitas.

“¿Se puede saber qué tenías tú que hablar con Styles?” –doblé el papel en dos y lo puse sobre sus apuntes. Ella lo abrió y sonrió, cogió su boli para contestarme.
“Cosas nuestras. ¿Por qué? ¿Estás celosa? :P”
“No digas idioteces, para estarlo debería gustarme y eso ni loca. No me interesa para nada y lo sabes.”
“Entonces, ¿para qué preguntas?”

La contesté a eso último sacándole la lengua, con cuidado de que el profesor no me viera. No atendí demasiado a aquella clase, me picaba la curiosidad por saber qué había hablado ella con él, no podía evitar darle vueltas a aquel tema pero tarde o temprano conseguiría que ella me lo contara. Por las buenas o por las malas.

Narra Liam.

- ¿Y bien? ¿Qué era lo que tenías que contarme? –me preguntó Jess, poniéndose frente a mí. Estábamos en clase, esperando a que llegara el profesor después del recreo.
- Quería preguntarte algo.-dije.
- Adelante.
- ¿Crees que si le pidiera una cita a una chica la aceptaría? –dije mirando al suelo, algo avergonzado por la pregunta.
- Eres un amor, Liam además de guapo, inteligente y divertido, vamos, todo lo que una chica quiere.-dijo inmediatamente.-Así que sí, creo que esa chica la aceptará sin ninguna duda.-sonrió ampliamente.

- ¿Tú crees? –asintió con la cabeza. Me miró sonriendo y negué con la cabeza.- Ah no, no te voy a decir quien es si es eso en lo que estás pensado.
- No lo hagas, ya sé quién es.-dijo canturreando mientras iba a su sitio, iba a contestarla pero el profesor entró en clase, poniendo orden.

Narra Taylor.

Salimos de clase y después de despedirnos de todos, como todos los días, Bec y yo seguimos nuestro camino a casa mientras no paraba de insistir en el tema “L”. Sí, ella es muy ingeniosa con los nombres y todo eso. No sabía ya en qué idioma decirle que aquel día en mi casa no había pasado nada, pero absolutamente nada.

Nos despedimos en la puerta de mi casa y entré, mis padres ya estaban sentados en la mesa, esperándome para comer. Dejé la mochila en la entrada para sentarme junto a ellos y después de comer, subí a mi habitación. Estaba haciendo un par de ejercicios de matemáticas cuando sonó mi móvil, interrumpiéndome con un mensaje.

“Hola Tay, siento si estabas haciendo algo importante y te he interrumpido. Quería preguntarte algo que lleva rondando por mi cabeza un par de días…¿te apetecería salir conmigo este viernes por la tarde? Entendería que me dijeras que no si tienes algo más importante que hacer. Liam xx”

Me dejé caer en la cama boca arriba, sonreí. Puede que las chicas tuvieran razón y le gustara a Liam. Cogí el móvil y me puse a contestarle.

Narra Niall.

Era martes y había quedado con Zayn para seguir con el trabajo después de que acabara el entrenamiento así que después de comer, subí inmediatamente a ordenar un poco la habitación y a hacer los deberes que nos habían mandado aquel día para poder dedicar el resto de la tarde al trabajo de literatura.

Sobre las seis y media, llamaron al timbre, mi madre se me adelantó y abrió por mí.

- Buenas tardes señora Horan.-saludó Zayn.
- ¿Cuántas veces tengo que decirle a tu amigo que no me llame señora? –dijo mirándome a mí y yo reí.- Ahora os subo algo de merendar.
- Gracias mamá.-besé su mejilla y ambos subimos a la habitación.

Nos pusimos con el trabajo, lo llevábamos bastante bien, habíamos recopilado mucha información sobre el tema y ahora estábamos seleccionando lo que nos servía para empezar ya a redactarlo todo. Al rato, mi madre subió algo para merendar como había dicho y unas bebidas, así que aprovechamos para hacer un descansito.

- Oye Niall.-hizo una pausa.- Sé que solo somos compañeros de clase y estas cosas son para hablarlas con los amigos pero no sé, eres lo más parecido a un amigo que tengo aquí así que…
- Suéltalo.-dije esperando a que continuara.
- ¿Sabes si entre Liam y Jessica hay algo? –me sorprendió totalmente.
- ¿Te gusta ella? –miró al suelo. Sonreí.- Pues que yo sepa no son nada más que amigos.
- ¿Estás seguro?
- Hombre, al cien por cien no, pero sí un noventa, no está mal, ¿no? –sonrió.
- Gracias, Niall.
- No hay de qué, para eso estamos los amigos.-dije poniendo una mano sobre su hombro y él asintió levemente con la cabeza.

Narra Jessica.

Adoraba el deporte, así que todas las tardes salía a correr acompañada de mi ipod, por supuesto. Mientras corría había algo que no salía de mi cabeza y es que desde después del recreo, le había notado algo raro conmigo, no sé, como al principio, le pillaba mirándome de vez en cuando pero cuando le miraba en seguida posaba sus ojos de nuevo al frente. Ni siquiera se había despedido de mí hoy y claro, no habíamos ido juntos hasta casa.

Cuando volvía de mi vuelta, sobre las ocho, me le encontré en nuestra calle, a punto de entrar en su casa y como no había podido correr en paz por su culpa, decidí preguntárselo. Sí, era un defecto que tenía: no podía quedarme callada, tenía que soltar las cosas.

- ¡ZAYN! –grité y por suerte me escuchó a la primera.

- Hola.-saludó algo serio. ¿Qué demonios le pasaba? Hacía menos de dos días que había sido adorable conmigo y ahora prácticamente ni me mira cuando le hablo.- ¿Querías algo?
- Sí, ¿te pasa algo conmigo? Te noto…raro.-solté.
- No sé.-se encogió de hombros.- Estoy normal, como siempre.- Mentira cochina.
- Vamos, dímelo, sé que te pasa algo, solo dime el qué.-él resopló.- Vamos, venga.-le animé. Cerró los ojos, suspiró y mirando al cielo soltó lo que le pasaba.
- ¿Te gusta Liam? -¿Qué? Abrí los ojos, sorprendida y no me salió otra cosa más que una carcajada.

Narra Louis.

Desde aquel día, lo había vuelto a estropear todo completamente. Posiblemente estuviera enamorado de ella, seguramente desde mucho antes de aquella estúpida apuesta, pero ahora, ella ya era algo inalcanzable, me odiaba por comportarme como un crío y además ya salía con alguien. Me había intentado mentalizar de que no tenía que pensar más en ella pero eso era prácticamente imposible, tenía que verla todos los días en clase, era mi pareja en el trabajo de literatura, mi pareja también en el musical y además, cada día en el entrenamiento de fútbol tenía que verla ensayando con aquel traje de animadora. Y por si fuera poco, tuve que soportar verla besándose con su novio la semana pasada, cuando él vino a verla y tuvimos el primer partido de la temporada. La cosa se estaba volviendo ya insoportable a más no poder.

Habían pasado unas tres semanas desde que descubriera que yo había borrado el mensaje. Desde entonces me hablaba lo estrictamente necesario, es decir, para el trabajo y el musical.

Estábamos en mi casa, con aquel dichoso trabajo, ella escribía unas cosas en una hoja de papel mientras yo seguía redactando una parte del trabajo en el ordenador.

- ¿Por qué lo hiciste? –la miré, me sorprendió escuchar su voz hablándome para algo que no tenía nada que ver con el trabajo. Sabía perfectamente a qué se refería pero no sabía si debía decirle la verdadera razón.

Hola, hola. No me matéis por no subir, matad a mis profesores que no hacen más que mandarme cosas que hacer -.- Espero que os haya gustado. Muchísimas gracias.
Love, 
Sarai.