domingo, 25 de agosto de 2013

Capítulo Treinta y nueve: Se acabó la espera.




Narra Jessica.

Volví hasta donde le había dejado jugando con la llave de la habitación entre mis dedos. Estaba muy gracioso con mi pañuelo atado, mirando a todas partes, inquieto. No le gustaban las sorpresas y mucho menos que le hicieran esperar.

- Ya estoy aquí.-susurré a su lado. Cogí su mano para llevarle hasta el ascensor que nos llevaría a la tercera planta.
- ¿Vamos a llegar algún día a donde quiera que vayamos, Jess? –preguntó.
- No seas impaciente, no queda nada.-en ese momento, las puertas del ascensor se abrieron, tiré de su mano nuevamente haciéndole caminar por el pasillo hasta la habitación 314. Respiré hondo cerrando los ojos un momento.- Ya hemos llegado.
- ¿Puedo quitarme esto ya? –preguntó mientras metía la llave y abría la puerta.
- Sí.-respondí quedándome frente a él. Desató el pañuelo y paseó su mirada por toda la habitación para terminar posándola en mis ojos.
- Jess, no creo que.-empezó a decir. Seguramente, habría adivinado lo que me proponía.
- Sh.-le hice callar posando mi dedo índice sobre sus labios.- La noche de mi cumpleaños lo hubiéramos hecho si tus padres no nos hubieran interrumpido.-hablé sonrojándome ligeramente. Iba a hablar de nuevo pero no le dejé.- Estoy segura, Zayn. Me siento preparada, supongo que no será tan importante para ti como para mí pero.-suspiré al ver que no decía nada.- Si tú no quieres, no importa. Podemos cenar solamente.

Narra Louis.

Habíamos terminado lanzándonos la mitad de la cena, igual que si fuéramos dos niños pequeños.

- Si mi madre me regaña por haberme puesto así, te echaré la culpa, que lo sepas.-dijo riendo llegando al salón. Había subido al baño a intentar quitarse una mancha de su camiseta.
- Le diré entonces que tiene una hija que parece un bebé y no sabe comer sin mancharse.-bromeé.

- Pues el bebé se va a su casa.-dijo queriendo parecer enfadada. La tomé del brazo antes de que pudiera escapar.-
- Anda, ven aquí.-tiré de ella para hacerla sentarse sobre mí, con una pierna a cada lado.- ¿Te he dicho ya lo mucho que te quiero? –susurré rozando su nariz con la mía. Ella rió.
- Pues no, no lo habías mencionado.-dijo de la misma forma.
- Te quiero.-susurré provocando su sonrisa.- Te quiero.-besé cortamente sus labios.- Te quiero.-volví a besarla, haciendo este último beso más largo.

A medida que los besos se sucedían, el calor iba aumentando en el salón de mi casa. Mis manos se colocaron, por instinto, en el borde inferior de su camiseta. Acaricié su cintura y después su espalda lentamente mientras sus labios no se despegaban de los míos. Lo hicieron unos segundos solamente para que las camisetas de ambos volaran por los aires, fue entonces cuando me incliné sobre ella, haciéndola tumbarse en el sofá.

- ¿De verdad vas a dejar que mi primera vez sea en el sofá de tu casa? –susurró, mirándome divertida.

Narra Destiny.

Pareció sorprenderse al escucharme decir que aún no había tenido relaciones con nadie.

- Espera, espera.-dijo separándose un poco. Sus manos, apoyadas a cada lado de mi cabeza, soportaban su peso y sus ojos azules estaban clavados en los míos.- ¿Cómo que tu primera vez? Creí que Mark y tú…-negué levemente con la cabeza. Él sonrió.
- ¿Qué pasa, Tommo? ¿Te da miedo hacerlo mal y dejarme traumatizada? –bromeé y él rodó los ojos. Reí.
- Siempre me dejas grandes responsabilidades: tu primer beso, tu primera vez.-dijo agachándose un poco, juntando su frente con la mía. Sonreí.
- Será que me gusta que seas siempre tú el primero.-cerré los ojos disfrutando del cosquilleo que me producía notar sus dedos recorriendo el borde de mi sujetador.
- Prometo ir despacio.-besó mi frente.
- Confío en ti.-trazó un nuevo camino de besos por toda mi mandíbula, terminando en mis labios para seguir con mi cuello mientras yo hundía mis dedos en su pelo alborotado. El sonido de su móvil le interrumpió en la tarea de desabrochar mis pantalones. No lo cogió pero volvió a sonar.- Cógelo.-le susurré.- Puede ser importante.
- Juro que como sea Harry con alguna de sus tonterías, lo mato.-dijo sacando el teléfono del bolsillo trasero de su pantalón, ambos nos incorporamos y puse atención a la conversación: era su madre.

Narra Zayn.

“Si tú no quieres, no importa”. ¿Cómo se te ocurre pensar eso, Jess? Claro que quiero. Realmente me había dejado sin palabras. Significaba mucho para mí que quisiera concederme ese privilegio.

- Yo solo quiero si tú estás lista. Te dije que esperaría y hablaba en serio.-dije. Ella había apartado la mirada. Cogí su mentón para hacer que sus ojos se encontraran con los míos.
- No quiero esperar más.-susurró llevando sus labios a encontrarse con los míos.

Durante unos cuantos minutos su boca se apoderó de la mía como nunca antes lo había hecho, volviendome loco. De un pequeño salto, sus piernas se enroscaron en mi cintura mientras la llevaba hasta la gran cama que había en el centro de la habitación. La ropa desapareció en cuestión de segundos y nuestras respiraciones cada vez estaban más agitadas. Sacó un pequeño paquete de debajo de la almohada y me lo tendió evitando cruzarse con mi mirada.

- ¿Estás segura, Jess? –pregunté una vez más antes de que no hubiera marcha atrás.
- Completamente.-sonrió mirándome esta vez.
- Te quiero.-susurré en su oído antes de hacerla mía por primera vez.- Tranquila.-besé su mejilla notando cómo se estremecía bajo mis brazos. Continué moviendome lentamente, intentando no hacerla daño, susurrando palabras de amor mientras nos perdíamos entre los besos y las sábanas.

Narra Gianna.

Nos quedamos los seis fuera de la bolera cuando Des y Louis se despidieron de nosotros, según tenía entendido él iba a aprovechar que su casa estaba desocupada para prepararle algo especial. Una especie de disculpa por las falsas acusaciones que Vanessa había hecho sobre ellos en la fiesta de fin de año.

- ¿Vais a hacer algo? –preguntó Niall.
- No, al menos nosotros.-contestó Tay mientras Liam la abrazaba por los hombros.
- Nosotros tampoco.-contestó Harry después de preguntármelo con la mirada y que yo negara con la cabeza.
- Entonces propongo que vayamos a cenar y después tomemos algo juntos.-expuso el rubio.
- Me parece perfecto.-le apoyó su chica.
- Pues venga, no sé a qué estamos esperando.-dije yo y empezamos a caminar hasta el centro comercial al que solíamos ir, era donde más sitios había para poder llevar a cabo nuestro plan para esa noche.

Narra Niall.

- Me muero de hambre, en serio, entrémos en cualquier sitio ya.-dije.

Llevábamos como media hora dando vueltas por los pasillos del centro comercial intentando decidir a qué sitio entrar para cenar. ¡Una maldita pizza es suficiente! Tampoco creo que sea tan grande el dilema.

- Tranquilo, Nialler.-me dijo Bec riendo.
- ¿Qué tal aquí? –preguntó Harry señalando un restaurante italiano. Todos empezaron a mirarse entre ellos.
- Haced lo que queráis, ¡yo ceno aquí! –dije abriendo la puerta del local para entrar. Me siguieron todos mientras no paraban de reír. Pues yo no le veía la gracia. Vamos, ni pizca.
- ¿Cuántos son? –me preguntó el camarero.
- Seis.-le contesté y nos llevó hasta una de las mesas que estaba libre. Nos sentamos, nos dejó la carta y mientras los demás charlaban, yo me sumerjí completamente entre aquellas hojas llenas de recetas italianas.

Distintos tipos de lasaña, pasta y pizza me estaban volviendo loco. Resoplé varias veces sin saber bien por cuál de aquellos maravillosos platos decantarme.

- ¿Han decidido ya qué van a comer? –preguntó el mismo camarero que nos había dado la mesa.

Narra Rebecca.

Era divertidísimo observar cómo Niall intentaba decidirse por alguno de los platos que aquel restaurante ofrecía. El camarero vino a tomar nota de lo que cenaríamos, todos pedimos un plato a excepción de él.

- Niall.-le llamé.
- ¿Eh? ¿Qué? –preguntó. Liam y Harry intentaba reprimir la risa.
- Que qué quieres cenar.-dijo Tay.
- Pues…-se mordía el labio mientras releía rápidamente la carta una vez más. Suspiró, cerró los ojos y tras trazar varios círculos en el aire con el dedo índice, lo dejó caer sobre la carta, señalando el nombre de un plato. Abrió primero un ojo y después el otro.- Una pizza Da Vinci.-pidió. Era la especialidad de la casa según había leído y una de las que más cosas llevaba.

No tardaron mucho en traernos los platos y en menos de lo que canta un gallo habíamos terminado con todo. La tarde de bolos y karaoke había pasado factura y nos había dado hambre. Pedimos cada uno algo de postre y nos lo tomamos tranquilamente mientras charlábamos.

Narra Liam.

- ¿Cómo creéis que les estará yendo a los del cumpleaños? –pregunté, sacando un nuevo tema de conversación.
- Seguramente mejor que a nosotros.-bromeó Bec.
- Sé de otros que también tienen que estar en perfectas condiciones.-dijo Niall.
- ¿Y si los llamo para ver qué hacen? –dijo Harry alzando las cejas repetidas veces.
- Podemos hacernos una idea de lo que están haciendo.-dijo Tay.
- Ya lo sé, mujer.-siguió Harry.- Era solo por molestarlos, ya sabes, cortarlos el rollo.-
- Ni se te ocurra.-le amenazó Gia.
- Creo que Louis te mataría.-comenté.

- ¡O peor! –exclamó Niall.- ¡Te cortaría los rizos!
- Él nunca me haría eso.-dijo Harry tocándose el pelo. Todos reímos.

Pedimos la cuenta y, tras pagar entre todos la cena, salimos de allí. Abandonamos el centro comercial para caminar durante unos minutos por las calles de Doncaster hasta adentrarnos en la zona de los pub’s. Éramos menores, pero mientras no tomáramos alcohol, nos dejaban entrar en cualquiera de los locales. Entramos en el primero que apareció ante nosotros sin pensárnoslo mucho. Fuimos hasta la barra para pedir algo de beber.

- Eh, eh, a esta invito yo.-le dije a Tay poniendo la mano sobre su cartera para que no sacara nada de dinero.

Narra Taylor.

Gianna en seguida se llevó a Harry a bailar un rato y Niall y Rebecca no tardaron mucho en unirse a ellos. Aquel sitio estaba bastante bien, ponían música moderna y no había demasiada gente por lo que se estaba a gusto. Al contrario que los demás, Liam y yo nos quedamos hablando tranquilamente en una de las mesas.

- Todas las chicas suplican a sus chicos que bailen con ellas menos tú.-dijo mirándome mientras una sonrisa adornaba su rostro. Me encogí de hombros.
- Seré un bicho raro.
- Un bicho raro precioso.-susurró antes de besarme.- Y como está visto que tú no estás por la labor de bailar un rato, tendré que ponerme pesado.
- Sabes que no me hace mucha gracia lo de bailar.-protesté.
- Y tú deberías saber que consigo lo que me propongo.-me miró levantando una ceja a la vez que me tendía la mano. Rodé los ojos y le agarré para adentrarnos en la pista, dejándonos envolver por la música.- Tay, ¿te pasa algo? ¿estás bien? –

No podía ser verdad. ¿Es que no había suficientes sitios en Doncaster? No podía contestarle. No me salían las palabras al ver a Justin mirándome descaradamente, haciéndome guiños como si nada hubiera pasado. Liam se separó de mí para ver qué era lo que había causado mi repentino cambio de humor. Apretó la mandíbula mientras miraba en su dirección y yo agarraba fuerte su mano. No quería que volviera a meterse en una pelea.

- Liam.-susurré.- ¿puedes llevarme a casa?

Narra Harry.

Era imposible dejar de sonreír si la tenía a mi lado. Parecía mentira que hubiéramos acabado así pero en realidad, me alegraba mucho de haber sido capaz de dar aquel paso. Bailábamos a lo loco en medio de la pista, sin importar que la gente nos mirara. Daba igual. Estábamos solo ella y yo.

- Voy al baño, ahora vengo.-dijo en mi oído para que pudiera escucharla. La música estaba demasiado alta.
- No tardes.-le pedí.
- No te escapes.-me dijo guiñándome un ojo divertida. Dejó un pequeño beso sobre mis labios y se alejó después.

Me quedé allí solo por lo que me puse a observar a la gente que había a mi alrededor. Me encontré con mis amigos bailando al igual que habíamos estado haciendo mi chica y yo pero desgraciadamente, me encontré también con alguien que ahora ya no era de mi agrado. En cuanto me vió, no dudó en acercarse hasta mí.

- ¿Gia se atreve a dejarte solo? –dijo pegándose demasiado a mí.
- ¿Por qué no tendría que hacerlo? –pregunté desafiante.

- Porque podría venir cualquier chica y quitarle el novio.-dijo mirándome a los ojos con suficiencia.
- Eso no va a.-pero no pude terminar mi frase porque sus labios estaban haciendo una fuerte presión sobre los míos.

Me deshice de ella en cuanto me fue posible pero ya era demasiado tarde. Dos ojos cristalizados al fondo de la sala hicieron que mi corazón se rompiera en varios trozos.

¡Hola chicas! Aquí estoy de nuevo. Tal y como os dije, y como muchas habéis acertado, la noche de una de las parejas no terminaba bien, una simple interrupción...las madres que son muy oportunas jajaja No me matéis por el final, os lo pido por favor, la verdad es que no me estaba convenciendo mucho este capítulo y, después de lo de Jess-Zayn y Louis-Des pues no sabía muy bien qué escribir con las demás parejas. Tarde o temprano algo malo iba a pasar y bueno, se me ocurrió meterlo aquí. Espero que, como ya he dicho antes, no tengáis muchas ganas de matarme... Subiré en cuanto pueda. Muchísimas gracias por todos los comentarios que dejáis cada día.
Love,
Sarai.

viernes, 23 de agosto de 2013

Capítulo Treinta y ocho: Happy B-Day Bad Boy.




Narra Zayn.

Salí de la cama obligado por mis hermanas. Bajamos las escaleras rápidamente y el frío de la calle en estos días de enero me dio de lleno en la cara.

- ¡Tachán! ¡Feliz cumpleaños! –volvieron a gritar todos mientras mi padre le quitaba una funda de plástico dejándome ver una preciosa moto negra.
- ¿Es para mí? –pregunté incrédulo. Llevaba pidiéndoles una desde que cumplí los dieciséis.
- ¿Alguien más cumple años hoy? –preguntó mi madre.

Los abracé a los dos mientras repetía “muchas gracias” una y otra vez. Pasé el resto de la mañana con mi familia, comimos juntos como era costumbre en los cumpleaños y cuando terminamos, subí a darme una ducha, en un rato, Jess vendría a buscarme para ir a no sé donde. Me arreglé de manera informal y a las cinco en punto, sonó el timbre. Me despedí de los demás y abrí la puerta para encontrarme con la dulce mirada azul de mi chica.

- ¡Felicidades de nuevo, Bad Boy! –dijo antes de fundirnos en un beso.- Que guapo.-comentó al separarnos.
- Para que veas que te hago caso.-dije haciendo referencia al mensaje que me había mandado esa mañana.- ¿Dónde vamos? –pregunté curioso mientras ella me guiaba.

- Es una sorpresa.
- Os dije que no quería fiestas sorpresa.-protesté.

Narra Gianna.

Estaba terminando de arreglarme para la fiesta cuando sonó el timbre. Supuse que sería Harry.

- ¡Mamá! ¿Puedes abrir tú? –grité desde el cuarto de baño a lo que ella contestó de la misma manera con una respuesta afirmativa.

Me eché rímel y fui a mi habitación a ponerme las bailarinas que llevaría ese día. Cogí el bolso y bajé. Efectivamente era Harry que ahora estaba sentado en el sofá, hablando con mi madre.

- ¿Nos vamos? –pregunté apoyando mis manos en el respaldo del sofá. Los dos se giraron a mirarme.
- Claro.-contestó Harry.- Un placer hablar con usted, señora Swan.
- Lo mismo digo.-dijo mi madre.- Pasadlo bien.-besó mi mejilla y ambos salimos de mi casa.
- ¿Qué estábais hablando tan interesados los dos? –pregunté mientras caminábamos.
- Nada que te importe, cotilla.-dijo antes de besar mi mejilla.- Cosas entre tu madre y yo.- Le saqué la lengua a lo que él rió.

Seguimos andando hasta llegar a la bolera. Llamamos un par de veces a la puerta hasta que Des nos abrió.

- Rápido, entrad, Zayn está a punto de llegar.-dijo estirando de mi brazo.

Narra Liam.

Fui a recoger a Tay. Cuando llegué ya estaba esperándome junto a Rebecca y después de saludar a mi chica con un beso en los labios y a Bec con un abrazo, los tres pusimos rumbo a la bolera. No éramos los primeros en llegar ya que dentro se encontraban Niall, Des y Louis, terminando de dar los últimos retoques al lugar. Nos despojamos de nuestros abrigos y nos pusimos a ayudarlos.

- Deberían haber llegado ya.-dijo Tay mirando el reloj.
- ¡Por una vez no soy la última! –exclamó Bec riendo.
- Jess y Zayn están de camino.-dije enseñando mi teléfono. Acababa de recibir su mensaje, como habíamos acordado.

Unos minutos más tarde, llamaron a la puerta, Des fue a abrir a los dos que faltaban y poco después, escuchamos pasos.

- ¡Todo el mundo a sus puestos! –susurró Niall y corrimos a escondernos todos.

Las luces estaban apagadas cuando la puerta se abrió lentamente y escuchamos cómo los dos entraban. Louis nos dio la señal y las luces se encendieron de golpe, y con ellas, todos nosotros saltamos gritando escandalosamente “Feliz cumpleaños, Zayn”.

Narra Rebecca.

El cumpleañero se echó a reír cuando todos le felicitamos. Sabíamos que él no quería una fiesta sorpresa ni nada por el estilo pero la verdad, es que nos había dado un poco igual. Nos apetecía darle una sorpresa a ese chico de aspecto duro pero que en el fondo era un amor y eso habíamos hecho. Después de las felicitaciones, besos, abrazos y apretones de manos, empezamos a repartirnos para echar una partida a los bolos.

- ¿Y porqué no mejor le damos primero los regalos? –propuso Niall.
- ¿También me habéis comprado cosas? No me escucháis cuando hablo, ¿verdad? –se quejó Zayn.
- En mi cumpleaños os presentasteis con regalos y no dije nada, así que ahora te aguantas.-dijo Louis.
- Anda, no protestes tanto.-le dijo Jess, besándolo después.

Se sentaron en las mesas mientras Tay y yo íbamos en busca de los dos regalos. Volvimos cada una con uno en las manos.

- Este primero.-dije entregándole el mío.
- En serio, no teníais que haberos molestado.-dijo mientras lo desenvolvía.
- Calla y ábrelo, Malik.-dijo Gianna.
- ¿Cómo sabíais que…? –empezó a preguntar observando el casco.
- Tenemos a una infiltrada.-dijo Harry mirando a Jess que se encogió de hombros sonriendo.
- Y ahora este.-dijo Tay dándole el otro paquete que contenía una chaqueta de cuero.

Narra Harry.

- Os vamos a machacar, preciosas.-les dije a las chicas cogiendo una bola. Al final, habíamos terminando poniéndonos chicas contra chicos y yo era el primero en jugar.
- No creo que os atreváis a ganar, Styles.-dijo mi novia mientras las demás sonreían pícaras, apoyándola.
- Vamos, Hazza, no te dejes intimidar.-me animó Louis.

Humedecí mis labios mirando con concentración los bolos que esperaban a ser derribados al final de la pista. Me coloqué en la posición correcta y lancé la bola. Esta recorrió suavemente toda la pista hasta llegar a su meta, dejando en pie tan solo un bolo. Mi siguiente tirada, acabó derribando el bolo que quedaba. Los chicos aplaudieron mi lanzamiento mientras las chicas me abucheaban a lo que contesté tirándoles unos cuantos besos mientras reía. La primera en jugar por parte de las chicas era Jessica. Se acercó al borde de la pista después de recibir varios comentarios animándola por parte de las demás. Se colocó y tiró pero lamentablemente para ellas, y por suerte para nosotros, la bola fue a parar directamente al canal. Volvió a intentarlo de nuevo y esta vez consiguió al menos que un bolo desapareciera.

- Hoy no es mi día.-murmuró volviendo a su sitio.

Seguimos jugando a los bolos, tirando por turnos. Al final de la partida, los números jugaban a nuestro favor y las miradas enfadadas de las chicas causaron nuestras risas.

- Venga, venga, las perdedoras estrenan el karaoke.-dijo Liam intentando aguantar la risa.

Narra Taylor.

Terminamos perdiendo la partida porque, a excepción de Gianna, ninguna éramos muy amigas de aquel juego. Los chicos, orgullosos de su victoria, estuvieron unos minutos cachondeándose de nosotras.

- Venga, venga, las perdedoras estrenan el karaoke.-dijo mi novio reprimiendo su risa. Le di un golpe en el brazo a lo que él respondió abrazándome.

Las chicas y yo nos subimos al pequeño escenario que Niall había montado el día anterior para cumplir lo pactado antes de empezar la partida de bolos. Nos reunimos en un pequeño corro las cinco para discutir qué canción cantaríamos.

- Ah no, nada de grupitos, ¡queremos solos! –gritó Zayn.

Todas nosotras nos miramos inmeditamente, en realidad solo una de nosotras cantaba realmente, las demás solo lo hacíamos como casi todo el mundo: cuando estaba en la ducha o a solas en su habitación. Pedimos y rogamos que permitieran que lo hiciéramos juntas pero no hubo manera. Esta nos la iban a pagar.

- Empezaré yo.-dijo Des.

Las demás abandonamos el escenario y su chico la guiñó un ojo. Las primeras notas de Misery, una canción de Maroon 5 empezaron a sonar y ella las acompañó perfectamente con su voz. Cuando terminó, Bec subió decidida para cantarnos una de las canciones más conocidas de los Jonas Brothers, Burnin’ up. Decidí quitarme aquella pesadilla cuanto antes de encima y la seguí yo con Hot ‘n’ cold de Katy Perry. Jess nos deleitó con Love Story de Taylor Swift y, finalmente, Gianna escogió Hot de Avril Lavigne.

Narra Niall.

Después de las chicas, entre todos empezamos a hacer el idiota cantando y bailando algunas canciones, formando dúos o grupos y descubrimos que Zayn y Liam tenían un secreto bien guardado, un talento oculto en forma de una gran voz.

- Bueno, creo que llega la hora del último regalo que tenemos para ti.-dijo Des haciéndose dueña del micrófono.
- ¿Más cosas? –preguntó el aludido con sorpresa.
- Una más.-comentó Harry colocándose al lado de mi amiga.
- Es obra del maestro Horan.-exageró Louis.- pero bueno, los demás.-señaló a Des, Harry y él mismo.- ponemos nuestro granito de arena.-dijo riendo.

Cogí la guitarra, me la colgué y me posicioné frente al pie con mi micrófono mientras los otros tres se colocaban a su gusto en el escenario. Rasgué las cuerdas suavemente para empezar a tocar la melodía de mi canción.

- Hey girl I’m waiting on ya’, I’m waiting on ya’, c’mon and let me sneak you out.- canté mirando a mi chica que sonreía.

-And have a celebration, a celebration, the music up, the windows down.-continuó Harry.
- Yeah, we’ll be doing what we do just pretending that we’re cool and we know it too.-entró nuestra voz femenina.
- Yeah, we’ll keep doing what we do just pretending that we’re cool so tonight.-cantó Louis dando pie a que los cuatro cantáramos el estribillo.
- Let’s go crazy, crazy, crazy till we see the sun, I know we only met but let’s pretend it’s love, and never, never, never stop for anyone, tonight let’s get some and live while we’re young.
- Woahhh, oh, oh, oh, woahhh, oh, oh, oh.-cantamos Des y yo.
- And live while we’re young.-ahora Lou y Hazza.
- Woahhh, oh, oh, oh.- nuevamente Des y yo.
- Tonight let’s get some.-Harry y Louis.-And live while we’re young.-concluí.
- Hey girl it’s now or never, it’s now or never, don’t over think just let it go.-empezó Harry de nuevo.
- And if we get together, yeah, get together, don’t let the pictures leave your phone, oh.-turno de Des.
- Yeah we’ll be doing what we do just pretending that we’re cool so tonight.-esa vez la frase fue mía.

Narra Destiny.

- Let’s go crazy, crazy, crazy till we see the sun, I know we only met but let’s pretend it’s love, and never, never, never stop for anyone, tonight let’s get some and live while we’re young. Woahhh, oh, oh, oh, Woahhh, oh, oh, oh, and live while we’re young, Woahhh, oh, oh, oh tonight let’s get some…and live while we’re young.-volvimos a cantar el estribillo, aunque esta vez el dueño de esa última frase fue Harry.
- And girl, you and I, we’re about to make some memories tonight.-cantó Louis cerca de mí, mientras nos dedicábamos sonrisas.
- I wanna live while we’re young, we wanna live while we’re young.-terminó Nialler.
- Let’s go crazy, crazy, crazy till we see the sun, I know we only met but let’s pretend it’s love, and never, never, never stop for anyone, tonight let’s get some and live while we’re young. Crazy, crazy, crazy till we see the sun, I know we only met but let’s pretend it’s love, and never, never, never stop for anyone, tonight let’s get some and live while we’re young.-repetimos un par de veces más el estribillo mientras bailábamos sobre el escenario. -Wanna live, wanna live, wanna live while we’re young, wanna live, wanna live, wanna live while we’re young…- cantamos todos.
- Tonight let’s get some.-dijo Nialler dejando de tocar la guitarra.-
- And live while we’re young.-canté la última frase y los demás se pusieron a aplaudir como locos.

Después de aquello nos quedamos un rato más allí, charlando y pasándolo de maravilla hasta que Jess nos hizo a las chicas una seña. Nosotras sabíamos lo que le había preparado a Zayn como regalo exclusivo de su parte aunque con una pequeña ayuda económica nuestra, así que, cada una se fue llevando a su respectivo chico hasta que dejamos a la parejita a solas. Una vez fuera del local, nos despedimos de los demás y Louis y yo emprendimos nuestro camino a casa.

- ¿Te importa pasar un minuto a mi casa, quiero preguntarte unas dudas de las frases del otro día? –me dijo cuando estábamos casi llegando. Le miré alzando una ceja, estaba casi segura al cien por cien de que tramaba algo.

Narra Louis.

- Claro.-contestó. Obviamente no tenía ninguna duda, entre otras cosas porque ni siquiera había mirado los apuntes desde el otro día, pero algo tenía que decirla para llevarla a mi casa sin que sosprechara. Metí la llave en la cerradura y, sin dar la luz, la hice pasar.- ¿Se puede saber por qué no das la luz? Voy a caerme.-se quejó.
- Que quejica eres.- cogí su mano y la guié hasta el salón. Dejamos de andar y encendí la luz, dejándola ver una mesa perfectamente preparada, esperando a que nos sentáramos a degustar la cena.- ¿Qué? –la miré sonriendo.- ¿Te parece que esto compensará lo de fin de año?

No recibí respuesta a mi pregunta. Bueno, al menos no una respuesta en forma de palabras. Simplemente, sus labios se posaron sobre los míos, dejándome saborearla, algo que se había convertido en mi aficción número uno. Fui a la cocina tras separarnos donde me encontré la cena preparada que mi madre nos había dejado. Le debes una, pensé. Volví con los platos y empezamos a cenar entre risas, hablando de todo y de nada, bromeando entre nosotros, haciéndola enfadar para después robarla algún que otro beso.

Narra Jessica.

Nos dejaron solos tal y como les había pedido a las chicas.

- ¿Por qué se han ido todos sin despedirse? ¡Vaya amigos! –protestó Zayn y reí.
- Todo es parte de mi plan, Malik.-dije.
- ¿Plan? ¿Qué plan? ¿Qué me he perdido, Jess? –preguntó rodeando mi cintura con sus brazos.
- No te lo puedo contar. Digamos que es mi regalo de cumpleaños.
- Jess.-dijo con pesadez, mirándome fijamente a los ojos.
- ¿Qué? Es tu cumpleaños, quería que hiciéramos algo especial hoy.-dije.- Así que no me mires con esa cara y ponte esto.-le entregué un pañuelo que yo solía usar y que llevaba guardado en el bolsillo trasero del pantalón.-
- Estás de broma, ¿verdad? –preguntó algo incrédulo.
- Claro que no. Póntelo, Malik, no me hagas enfadar.-dije divertida.
- Vale, vale.-dijo alzando las manos. Me quitó el pañuelo para taparse los ojos.- Sabes que odio tanto misterio, Jess.-dijo mientras caminábamos. Le llevaba de la mano para que no cayera aunque no evité que tropezara un par de veces.
- Sabes que me da igual, Zayn.-repetí en su mismo tono. Llegamos al hotel y le dejé en la entrada.- Quédate un momento aquí, ahora vuelvo.-susurré en su oído y besé después su mejilla.

Aquello me daba una vergüenza terrible. Me acerqué al mostrador donde una chica castaña atendía a los clientes, dí mi nombre y en seguida, me dio la llave de la que sería nuestra habitación aquella noche. Al final había terminado haciendo caso de la sugerencia de Harry.

¡Hola chicas! Aquí me tenéis con un nuevo capítulo. Espero que os haya gustado. Ya sé que algunas estaréis pensando en cómo van a acabar la noche Jess y Zayn y Lou y Des pero os diré que para una de las dos parejas no acabará como creéis... 8) Ah, si pincháis en los títulos de las canciones os llevan a youtube por si os apetece escucharlas o no las conoceis. Bueno, subiré en cuanto pueda. Muchas gracias. 
Love,
Sarai.