Capítulo Diecinueve: Doctor Horan.

Narra Rebecca.

Mentiría si dijera que aquella noche de domingo no fue la mejor de toda mi vida. Desayunamos los dos juntos y nos vestimos para ir al instituto. Os estaréis preguntando, ¿y el uniforme? Bah, ya me inventaría algo con los profesores. Salimos para encontrarnos con Des que venía escuchando música.

- Uh, ¿habéis pasado la noche juntos, parejita? –preguntó sonriendo después de besarnos a cada uno en la mejilla. Nos miramos y yo me puse completamente roja.- Habla, Bec.

- Mejor cuando estemos todas, ¿vale? Prefiero no pasar vergüenza dos veces.-contesté.

- De acuerdo, de acuerdo.

- Tú y yo tenemos una charla pendiente, pequeña mariposa.-dijo Nialler.

- Cierto.

Dejaron la charla para la vuelta, que supuse que sería sobre lo que había pasado con Louis y Mark en la fiesta y seguimos andando hasta llegar al instituto. Nada más entrar en clase, Des gritó que había reunión de chicas urgente, así que todas hicieron un corro alrededor mío esperando que empezara a hablar…

~Flashback~

Convencí a mi madre de que me quedaría en casa de Tay a dormir y nos quedamos un rato más sentados en el sofá, viendo la tele. Subimos a su habitación, me prestó una camiseta suya y me metí al baño a cambiarme. Cuando salí me le encontré saliendo de su habitación.

- ¿Dónde vas? –le pregunté.

- Al sofá, para que luego no digas que qué insinúo.-dijo y luego me sacó la lengua.

- No seas tonto, quiero dormir contigo.

- ¿Estás segura? –preguntó mirándome. Me acerqué a él que en seguida rodeó mi cintura con sus brazos.

- Segurísima.-susurré en sus labios antes de besarle.

Ese beso llevó a unos cuantos más y sabía dónde podía acabar aquello si no ponía fin. La pregunta era ¿quería yo pararlo? Noté sus manos acariciando mi cintura por debajo de la camiseta que llevaba puesta y en seguida encontré la respuesta a mi anterior pregunta. No. No quería pararlo y no iba a hacerlo. Iba a ser mi primera vez y estaba completamente segura de que él era consciente de ello. Lo notaba en la delicadeza con la que me besaba y me tocaba. Cuando me quise dar cuenta, estábamos los dos sin ninguna prenda de ropa encima y seguíamos besándonos sobre la cama. Me miró unos segundos a los ojos, como pidiéndome permiso. Le besé, haciéndole entender que quería seguir con aquello y me dejé llevar por el momento, perdiéndome entre sus brazos.

~Fin del Flashback~

Narra Zayn.

Nada más entrar en clase, la vi terminando de hablar con las demás para ir a charlar con Liam y los malditos celos volvían a aparecer. Llegué hasta mi mesa por el otro pasillo, evitando así cruzarme con ellos. Me senté de mala gana, saqué el libro de la asignatura que tocaba a primera hora y puse los brazos cruzados sobre la mesa para enterrar mi cabeza en ellos después y así intentar que esos pensamientos abandonaran mi mente. Intento fallido. Se formaba una imagen de ellos dos besándose que no podía soportar. Escuché el sonido de la silla al retirarla, así que supuse que el profesor había llegado. Levanté la cabeza y me encontré con sus ojos azules mirándome.

- ¿Te pasa algo? –preguntó susurrando.

- No.-contesté.

- No sé si por allí atrás se habrán enterado de que la clase ha empezado.-dijo el profesor. Nos callamos y miré a la pizarra, intentando prestar atención. La miré de reojo y estaba escribiendo algo en un papel que después dobló y dejó delante de mí. Lo abrí.

“No me engañes y cuéntame qué te pasa. Te quiero xx.”

No contesté y al rato, recibí un codazo por su parte y sin querer, me quejé en alto.

- No son niños, vale ya de jueguecitos Malik y Bolton.-nos volvió a regañar.- No se lo voy a volver a repetir, la siguiente van fuera, ¿entendido? –ambos asentimos y no volvimos a decir nada.

Narra Taylor.

Rebecca estaba contándonos lo que había pasado entre Nialler y ella la noche anterior y todas moríamos de amor. Tenía mucha suerte, la muy capulla. Llegó Liam un poco después y después de saludar a las chicas, me plantó un beso en los labios, pillándome completamente desprevenida. Las chicas empezaron a molestarme ya que yo me había puesto completamente roja y en cuanto sonó el timbre, nos colocamos en nuestros sitios aunque aún no había llegado el profesor. Me giré para decirle algo a Des cuando vi a Liam y Jessica hablando animadamente y claro, mi cabeza insegura empezó a pensar cosas que no debía.

- Parece que hubieras visto un fantasma, Tay.-me dijo Bec.

- No es nada.

- Suéltalo.

- Que no es nada.

- Que me da igual, dímelo.-resoplé.

- Es que no sé, Bec…-miré levemente de nuevo hacia atrás y ella me imitó.

- Sé lo que estás pensando y no, ni se te ocurra. ¿Tú no has visto el beso que te ha plantado nada más llegar, mujer?

- Sí pero.-me interrumpió.

- Ni pero ni nada. Tay, le gustas, está loco por ti, es más, apuesto a que ahora mismo está mirándote.-Volví de nuevo la cabeza hacia atrás y ella tenía razón, le sorprendí mirándome mientras todavía hablaba con Jess, me dedicó una sonrisa que devolví antes de mirar de nuevo al frente.

Narra Harry.

Me encontré con Louis en la entrada del instituto y subimos a clase. Cuando estábamos llegando vi a Gia en la puerta hablando con un chico que no conocía y por lo que pude observar, estaban intercambiando los números de teléfono, al parecer iban a verse después de clase.

- Tierra llamando a Harry.-gritó a mi lado Louis.

- ¿Eh? ¿Qué pasa? –dije sin apartar mi vista de ella.

- Que estás embobado.

- ¿Quién es ese tío? ¿Le conoces? –le pregunté rápidamente. Negó con la cabeza.

- Ni idea. ¿Celoso? –dijo divertido.

- Para nada.-respondí entrando en clase. Saludé a las chicas al pasar a su lado y después vi entrar a Gia que por primera vez, al verme, me saludó con una de sus preciosas sonrisas.

Las cosas iban por buen camino pero tenía el presentimiento de que ese chico desconocido podía complicármelas ligeramente.

Narra Jessica.

Otra vez había tenido al lado todo el día al Malik pasote. No me había dirigido la palabra en toda la mañana. Sabía que le pasaba algo y algo me decía que era conmigo pero ¿el qué? Hasta ayer por la mañana todo estaba perfecto entre nosotros. No pude evitar estar todo el día dándole vueltas a cosas que podía haber hecho que le molestaran pero no encontraba ninguna. Al sonar el timbre que indicaba el fin de la última clase del día, él salió prácticamente corriendo. Recogí todos mis apuntes rápidamente para seguirle después de decirles adiós a los demás. Tuve que correr un poco para alcanzarle pero lo conseguí a unos pasos de la puerta del instituto.

- ¿Me vas a decir lo que te pasa o no? –dije cogiéndole del brazo.

- No me pasa nada, ya te lo he dicho.-se soltó y siguió caminando.

- ¿Ah no? ¿Y por qué no me has dirigido la palabra en todo el día? –dije andando a su altura.- ¿Qué he hecho?

- Nada.

- No me lo creo.-resopló y paró de golpe. Me puse frente a él.- Vamos, dímelo, Zayn, ¿qué pasa? –dije intentando buscar su mirada pero él esquivaba la mía.

- Te vas a reír de mí, así que no.

- Quiero saberlo, por favor.-le pedí. Suspiró mirando al cielo.

- Está bien.-dijo.- Es que Liam y tú charlabais tan animados esta mañana…-dijo tan bajito que casi ni lo escuché, mirando hacia otro lado. Evité con todas mis fuerzas soltar una carcajada: volvía a estar celoso de Liam.

- Eh, Malik.-le llamé pero él seguía mirando hacia el lado contrario.- Mírame.-me incliné un poco, poniéndome de puntillas para que mi cara quedara a la altura de la suya.- Te quiero a ti, ¿puedes entender eso?

Narra Niall.

- A ver, desembucha, pequeña mariposa.-dije mientras andábamos hasta mi casa. Entonces empezó a contarme lo de la pelea, que Mark les había pillado bailando juntos y se había puesto a pegarle.- Y parecía pacífico…-comenté.

- Y eso no es lo peor.-

- ¿Hay más? –pregunté mirándola. Ella asintió.

- Ayer cuando Mark se fue, fui a ver a Louis para saber qué tal estaba y por poco nos besamos.-dijo esto último bajando el tono de voz.

- ¿Qué? –prácticamente lo grité.

- Ay, duendecillo.-suspiró.- Estoy…

- Hecha un lío, ¿a qué sí? –terminé su frase.

- Un poco.

- A ver.-me aclaré la garganta, haciéndome el interesante.- Bienvenida a la consulta del doctor Horan, experto en mal de amores.-ella rió.- No se ría, jovencita. Ayer, en el momento del “casi beso”, usted quiso a) darle una torta a Louis, b) besarle como si no hubiera mañana o c) salir corriendo.

- De hecho, lo que hice fue la opción c.

- No he preguntado lo que hiciste si no lo que querías haber hecho.-dije levantando las cejas. Ella se sonrojó.- Tomaré eso como una b.-me dio un golpe en el hombro.- Siguiente, cuando está con su novio, Mark, a) sientes mariposas en el estómago, b) sientes algo pero ya no sabes si es amor o solo amistad o c) sientes náuseas.

- Que bruto eres.-rió.- Creo que es otra b.-respondió mirando al suelo.

- Vale, tengo un diagnóstico.-volví a aclararme la garganta.- Está claro que Louis te gusta, vamos, que sigues enamoradísima de él pero te da miedo y le huyes por si vuelve a hacerte lo de la vez anterior aunque al mismo tiempo te mueres por tener algo con él. Por otro lado tenemos a Mark, que parecía el chico perfecto hasta que estampó su puño el otro día contra Louis aparte de que te has dado cuenta de que no es más que un amigo para ti y no sabes cómo dejarle sin hacerle daño.

- ¿Todo eso lo has sacado solo con esas dos preguntas? –rió.

- Bueno, tus ojitos verdes me han ayudado un poco.

Narra Gianna.

Después de clase, me despedí de las chicas y al salir de clase me encontré con James, me saludó con un beso en la mejilla nada más verme. Quedamos en ir a tomar algo por la tarde, así que nos despedimos y me fui a casa. Cuando terminé de comer, me puse a hacer los deberes y luego, me puse unos vaqueros con una sudadera para salir con James. Cuando llegué a la cafetería, él ya estaba esperándome dentro. Nos sentamos y pedimos algo para beber. Pasamos casi toda la tarde hablando un poco de todo y la verdad es que era un chico muy majo. Nos despedimos a eso de las siete, iba a ponerme los cascos del ipod para volver a casa cuando una voz familiar me llamó.

- Ah, hola Styles.-saludé.

- ¿Y ese? –preguntó. Supuse que se refería a James.- ¿Quién era?

- Un chico nuevo.-contesté.-

- Ah, o sea que sales con un desconocido pero conmigo no. Perfecto.-dijo levantando una ceja.

- ¿Tienes envidia o qué? –dije divertida.

- ¿Yo? ¿De quién? ¿De ese? ¡Por supuesto que no!

- Ya, ya, lo que tú digas, Harry.-reí.- En fin, me voy a casa, tengo cosas que hacer.

- ¿Puedo acompañarte?

- ¿Recuerdas lo de los dos segundos? –dije empezando a andar.

- ¿Mañana vienes a mi casa a hacer el trabajo por la tarde? –me preguntó cuándo yo ya estaba algo más lejos.

- Ven tú a la mía esta vez.-dije girándome para contestarle, casi a gritos.

- Hasta mañana entonces.-dijo guiñándome un ojo. Me giré de nuevo negando levemente con la cabeza. “Este chico no tiene remedio” pensé mientras una sonrisa invadía mi cara.

Narra Louis.

Martes. ¿Lo único bueno del día? Que había música y eso significaba tener ensayo y pasar tiempo con ella. Llegué a clase, esta vez sin la compañía de Harry, el muy idiota se había dormido de nuevo y no llegaría a la primera hora. Me senté en nuestro sitio habitual: al fondo de la clase y me quedé observándola un momento. Hablaba muy animada con Gia y sonreía. Tanto tiempo hablando con ella y era ahora cuando me daba cuenta de lo mucho que me gustaba aquella sonrisa. Ahora que ya era un poco tarde. La primera hora pasó bastante rápido y en cuanto tocó el timbre, bajé hasta el aula de música. Como los últimos días, Des y yo subíamos al escenario después de dejar las cosas en nuestros asientos.

- Des, perdón por lo del domingo, no sé qué me pasó y...-bueno, en realidad, sí que lo sé.-

- Últimamente cada vez que hablas conmigo es para disculparte.-soltó una risita. Tenía razón.- No te preocupes por eso.-me sonrió.- ¿Te sigue doliendo? –preguntó rompiendo el silencio que se había formado.

- Ni gota, soy un chico fuerte.-dije y ella rió, dándome un pequeño empujón.

Narra Destiny.

El profesor entró en clase y nos mandó a Louis y a mí sentarnos en nuestro sitio, al parecer hoy no íbamos a seguir con el ensayo. En realidad, lo agradecía, hoy volvía a tocar la escena del beso y no me sentía preparada aún a pesar de la charla de ayer con el duendecillo. Había estado pensando en ello toda la noche. Quizás sí que fuera cierto que Louis no había salido totalmente de mi cabeza, quizás sí seguía enamorada de él. Lo que no entendía era el cambio en él, había sido él el que había querido besarme la tarde anterior.

- Como sabéis, es tradición celebrar la semana de la música en el instituto.-empezó a hablar el profesor.- Durante toda la semana habrá talleres y demás de los que se encargarán los estudiante de la E.S.O. Lo que quiero que hagáis vosotros es que preparéis la “gala” –dijo haciendo las comillas con los dedos.- del viernes por la tarde. Es decir, quiero que los números sean vuestros.-Explícate mejor, hombre.- Sé que algunos de vosotros componéis canciones.-dijo mirando a mi amigo Nialler.- así que por parejas, en solitario, me da igual, quiero una canción compuesta para el viernes y que la cantéis.

- ¿Y no podemos hacer un baile mejor? –Y ahí estaba la cabeza hueca de la clase.

- Solo como última opción.-le contestó. Eso era un sí.- Hoy os dejo clase libre para que os pongáis a ello. Nos vemos el viernes.-dijo antes de salir de clase.

- Tengo un par de ideas, Des.-dijo rápidamente Niall.

- Que raro.-ironicé.

- ¿A que no te las enseño?

- Era broma.-le abracé de lado.- ¿Quedamos esta tarde y lo hablamos?

Narra Liam.

Era martes y estábamos hablando a la salida todos juntos. Niall y Des nos contaban que era la semana de la música y que tendrían que cantar el viernes, así que ya teníamos planes obligados para ese día. Ellos dos se despidieron de nosotros, al igual que Zayn y Jess que se fueron cogidos de la mano. Tay y Bec iban a irse también pero cogí a Tay del brazo.

- Tenemos que hablar.-dije. Bec me miró y asintió con la cabeza, dedicándome una sonrisa.

- Mañana nos vemos, Tay.-se despidió para dejarnos solos.

- ¿Damos un paseo? –le ofrecí. Aceptó y empezamos a caminar.

- ¿Pasa algo, Liam?

- Es solo que.-me rasqué la nuca con la mano. Estaba un poco nervioso. Esto era algo que me costaba.

- Vamos, dime. Tengo hambre.-reímos.

- Verás, yo me preguntaba si…bueno, si tú y yo…pues…ya sabes.-ella me miraba divertida.

- No, no sé, Liam.-dijo casi riendo. Estaba seguro de que sí sabía a  lo que me refería pero quería escucharlo.

- Que si…pues eso, que si te gustaría ser mi novia.-Entonces sentí sus brazos rodeando mi cuello.

- ¡Creí que no lo ibas a decir nunca! –rió y besó mi mejilla después.- ¡Claro que quiero!

Siento que sea tan cortito, de verdad. Muchisimas gracias.

Love, 

Sarai.