Capítulo Veinticuatro: Tarde de chicas.

Narra Destiny.

Me despedí de Nialler y empecé el camino a mi casa desviando ligeramente la mirada a la acera de enfrente pero ya no encontré a Louis allí como anteriormente.

- ¡Bu! –dijo alguien a mi espalda, haciendo que pegara un pequeño salto y que los auriculares que llevaba en la mano se me escaparan de los dedos.- ¿Me buscabas?

- Menudo susto, ¡eres un idiota! –le grité mientras él se reía.

- Eso no contesta a mi pregunta.-dijo mirándome divertido.

- ¿Qué pregunta? –me hice la loca.

- Que si me estabas buscando, te he pillado mirando un par de veces.-

- Claro que no, ¿qué pasa que no hay otras cosas por la calle a las que mirar?

- Interesantes no.-dijo mientras andábamos.

- Tú no eres interesante.-le di un pequeño codazo.

- Lo que tú digas.-me sonrió una vez más antes de que me parara a la puerta de mi casa.- ¿Nos vemos luego? –negué.

- Tengo planeada una tarde de chicas.

- Oh, vaya. Entonces nos vemos mañana en clase para seguir con el musical.-me guiñó un ojo y resoplé. Mañana tocaba de nuevo la escena del beso.

- Qué remedio.-le saqué la lengua y entré en casa escuchando su risa de fondo.

Narra Gianna.

Cuando terminé de comer, subí directamente a mi habitación para ponerme manos a la obra con los deberes que nos habían mandado para el día siguiente. Terminé con el tiempo justo para vestirme y salir hacia la casa de Des y tener esa tarde de chicas que habíamos planeado por la mañana. Llegué la primera así que fuimos preparando algo de merendar mientras las demás llegaban. La siguiente en aparecer fue Jess y, por último, Bec.

- ¿Y Tay? –preguntó Des saliendo de la cocina.

- Me ha dicho que no iba a venir.-contestó Bec mientras subíamos a la habitación.

- ¿Y eso? –dijo Jess.

- Por ti.-respondió Bec de nuevo. Todas la miramos pidiéndole una explicación.- Sentaos y os cuento.-nos sentamos en el suelo, formando un círculo, poniendo las bebidas y la merienda en el centro.- Resulta que alguien le mandó el sábado un video a Tay en el que se os veía a Liam y a ti.-señaló a Jess.- bastante juntos y bueno, ella piensa que tenéis algo.

- Ahora tiene sentido su contestación de esta mañana.-comenté.

- ¡Pero si yo estoy con Zayn! –protestó Jess.

Narra Rebecca.

Lo estábamos pasando realmente bien aquella tarde y descubrimos lo divertida que era Jess. Aunque ya habíamos salido juntas y esas cosas, no era lo mismo que hablar de nuestros “pequeños secretos” y ahora sabíamos que era de fiar, una de las nuestras.

- ¿Y qué hay de ti? Te vimos muy cerca del ricitos el viernes pasado.-dije dándole un codazo a Gia. Ella inmediatamente se sonrojó.

- Venga, Gia, cuéntanos. ¿Ya ha desaparecido ese odio que os teníais? –añadió Jess y las demás reímos.

- No os riais.-dijo ella cruzándose de brazos.

- O nos lo cuentas tú o le preguntaré a él.-amenazó Des.

- Está bien, está bien.-Empezó a contarnos lo que había pasado aquella noche, que habían llegado a besarse y que le había propuesto una cita para aquel mismo sábado. Estábamos en medio del relato cuando el móvil de Des, interrumpió. Se levantó a cogerlo pero Gia se adelantó.- Uh, es un mensaje de Louis.-canturreó.

- Dámelo.-gritó Des. Gia negó con la cabeza y Jess y yo la animamos a que lo abriera.

- “Tú. Yo. Viernes por la noche. Cine. Cena. ¿Qué me dices?” –leyó.

- Ah no, dile que no, es mi cumpleaños y hay fiesta en mi casa.-se apresuró a decir Jess.

- Devuélveme el teléfono.-dijo intentando quitárselo hasta que lo consiguió.

Narra Jessica.

- ¿Qué vas a contestarle? –preguntó Bec curiosa.

- Que lo dejamos para el sábado.-contestó ella tímidamente y todas pegamos un chillido emocionadas.

- Dile que también está invitado a mi fiesta.-comenté.- Al igual que Harry.-dije mirando de reojo a Gia.

Seguimos el resto de la tarde hablando, entre risas, molestándonos unas a otras diciendo cosas inoportunas acerca del chico que nos interesaba. Sobre las nueve, decidimos irnos ya que al día siguiente había clase, así que las tres nos despedimos de Des para seguir cada una su camino de vuelta a casa. Durante el camino iba pensando en lo que había pasado con Tay, no sabíamos quién había sido el que había enviado aquel video pero estaba segura que si era alguien al que Liam o yo no le caíamos demasiado bien no tardaría en mandarle el video a Zayn también por lo que decidí pasarme por su casa y contarle lo sucedido.

Narra Taylor.

Rebecca había insistido en que fuera a casa de Des pero lógicamente no quería hacerlo pero para poder “librarme” tuve que contarla todo lo que había pasado. Como era de esperar, ella empezó a decirme que no creía a Liam capaz de eso y tampoco a Jess pero yo ya no me fiaba de nada ni nadie.

Al día siguiente, llegué a clase de las primeras y Liam lo hizo poco después. Se acercó a mí para según él “explicarme lo que en realidad pasó” pero me negué a escucharle y salí a esperar al resto de las chicas al pasillo. Lo intentó varias veces más durante toda la mañana pero no consiguió su propósito.

Narra Zayn.

- ¡Es para ti, Zayn! –gritó mi madre que se había levantado a abrir la puerta.

Miré el reloj. No tenía ni idea de quién podía ser a estas horas. Me levanté del sofá y fui hasta la puerta para encontrarme con sus ojos azules. Sonreí antes de besarla.

- ¿Qué te trae por aquí? –pregunté apoyándome en el marco de la puerta.

- Tengo que hablar contigo.- No me gusta cómo suena eso.

- ¿Ha pasado algo? –pregunté preocupado.

- Es solo que quiero evitar malentendidos.-suspiró antes de seguir.- Hay un video circulando por ahí donde al parecer salimos Liam y yo juntos, Tay cree que tenemos algo pero no es verdad, solo quiero que si por alguna razón te llega, sepas que es mentira, debieron grabarlo cuando salimos el sábado o.-no dejé que acabara.

- Eh, eh, Jess.-cogí su cara con mis manos.- Sé que no estás con él, dijiste que me querías a mí, ¿no? –ella asintió.- Pues ya está. Es todo lo que necesito saber.

- Gracias.-murmuró.

- Gracias por nada, tonta.-sonreí abrazándola para después unir nuestros labios.

Narra Louis.

“¿Podemos dejarlo para el sábado? El viernes es el cumpleaños de Jess y acaba de invitarnos a su fiesta (a ti también)”

“El sábado es perfecto también. Dile que no faltaré.”

Lo envié justo cuando mi madre entraba por la puerta.

- Te traía algo de merendar.-dejó una bandeja con un par de bollos en el escritorio y se quedó mirándome.- ¿Y esa sonrisa? –preguntó. Me encogí de hombros.- A tu madre no puedes engañarla, Boo Bear. ¿Quién es la chica? –Las madres siempre lo saben todo ¿o qué?

- Des.-susurré.

- ¿Quién? –preguntó.- ¿Ahora te da vergüenza? –dijo riéndose.

- Mamá.-me quejé.- Es Des.-ella asintió con la cabeza sonriendo.- ¿Qué?

- Que ya era hora de que te dieras cuenta.-me tapé la cabeza con la almohada mientras escuchaba cómo se iba riendo.

Al día siguiente tocaba ensayo nuevamente para el musical aunque esperaba que hoy la cosa fuera bastante mejor. Y no me equivocaba. El profesor nos hizo subir al escenario a nosotros dos. El resto ensayaba los pasos de una coreografía abajo mientras empezaba a sonar la música de la última canción y yo empezaba a cantar. Salió todo a la perfección y llegaba el momento del final: tenía que cogerla en brazos y dar un par de vueltas antes del beso.

- Venga, ahora.-dio la señal el profesor. Ella me miró desde el otro extremo del escenario, vino hacia mí prácticamente corriendo y dio un salto para enrollar sus piernas en mi cintura mientras la sujetaba firmemente con mis manos en sus muslos. Cantamos a la vez el último estribillo mientras dábamos un par de vueltas y finalmente, después de mirarnos y dedicarnos una sonrisa, junté sus labios con los míos unos segundos.- ¡Perfecto! ¡Ya lo tenéis!

Narra Harry.

- Estarás contento, ¿no? –le dije a Lou al salir de clase de teatro. Él rio dándome así una respuesta y yo negué con la cabeza.

Subimos charlando y cuando llegamos a la puerta de clase, vi a Gia hablando otra vez con aquel chico nuevo. Hice un gesto a Louis y me acerqué a ella justamente cuando el tal James se despedía de ella.

- ¿Estaba invitándote a otro café? –pregunté, pillándola por sorpresa a juzgar por su cara.

- ¿Por qué? ¿Estás celoso? –dijo divertida, mirándome.

- ¿Tengo que estarlo? –pregunté de la misma forma, apoyando mis brazos en la pared, a la altura de su cara.

- Hm.-vaciló un momento.- Puede que sí, ¿tú le has visto? Es bastante guapo.-dijo mordiéndose el labio inferior. No hagas eso, Gia.

- No más que yo.-dije acercando mi cara un poco más a la suya.

- Creído.-susurró cerca de mis labios. Me quedé un momento observando sus labios, embobado. Momento que ella aprovechó para deshacerse de mí en un ágil movimiento y entrar en clase después del profesor.

Sacudí mis rizos y entré justo antes de que el profesor cerrara la puerta en mis narices.

- Tenemos una conversación pendiente para esta tarde, señorita Swan.-dije al pasar al lado de Des y Gia, esta última soltó una pequeña risa.

- ¡Styles, vaya a su sitio!

Narra Liam.

Llegué a clase, totalmente decidido a obtener una explicación pero todos mis intentos fueron en vano. Ella no hacía más que escabullirse y seguía sin saber por qué. Cuando tocó el timbre, todos salieron, como siempre, rápidamente, a excepción de Jess y Zayn.

- Espérame fuera, ahora voy.-le dijo ella y él asintió. Me hizo un gesto con la mano y salió de clase.- ¿Cómo estás? Llevo todo el día observándote y tienes mala cara.-dijo dándome un abrazo. Me encogí de hombros.

 - ¿Has visto cómo se comporta conmigo? No me dirige la palabra.-contesté.

- Ya bueno, a mí tampoco me habla.-dijo.-

- ¿Qué? ¿Por qué? –esto ya sí que no me lo esperaba.

- Por lo mismo que a ti.-No entendía nada.

- Explícate.

- Creo que alguien nos odia, Liam. A ti, a mí o a los dos.-dijo.- No sé quién envió un video a Tay, supongo que lo grabaron cuando salimos el sábado.-hizo una pausa, como dejándome tiempo para asimilar la información.- Y ya te imaginarás el resto, Taylor piensa que tú y yo estamos juntos.

- ¿Quién habrá sido? –ella negó con la cabeza.

- Ni idea, pero lo averiguaremos. Lo que no sé es cómo hacer que Tay nos escuche.-dijo quedándose pensativa.

- De eso me encargo yo.-dije. Ya tenía algo en mente.- ¿Y…Zayn? –pregunté.

- No te preocupes.-sonrió.- Lo sabe todo.

Narra Niall.

- ¿A qué hora terminas el entrenamiento? –le pregunté, como siempre estábamos hablando un rato a la salida antes de irnos a casa.

- A las seis, ¿por?

- Nada, nada, cosas mías.-dije despreocupado.

- ¿Nos vamos ya, duendecillo? –preguntó Des. Asentí con la cabeza y besé los labios de Bec ligeramente.

- Hasta mañana, preciosa.

- Hasta mañana, cobarde.- Y dale. Llevaba dos días llamándome así, aunque eso tenía fácil solución.

Caminé con Des al lado hasta llegar a casa. Comí y después me puse a estudiar un rato. Miré el reloj: las cinco en punto. Cogí la cartera y el móvil y salí en dirección a su casa. Una media hora después ya estaba allí. Llamé al timbre y fue su madre la que me abrió.

- Hola Niall.-me saludó.- Bec no ha llegado aún, está con las animadoras.

- Lo sé, ¿está el señor Evans? Venía a hablar con ustedes dos.-expliqué.

- Sí, claro, pasa.-entré hasta el salón, donde el padre de Bec veía la televisión. Su madre me hizo sentarme en el sofá, frente a ellos.- Tú dirás.-sonrió.

- Verán.-tomé un poco de aire.- Quería pedirles permiso para llevarme a Rebecca unos días en las vacaciones de Navidad.-dije. Ambos me miraron, su madre sonriendo levemente, pero su padre con cara de pocos amigos.

- Y dónde, si puede saberse.-dijo él. Tragué saliva.

- A Irlanda. Voy a ir a visitar a mi padre y me gustaría que me acompañara.-dije lo más tranquilo que pude. Su padre parecía estar haciéndome un escáner. Empezaba a darme miedo.

¡Hola chicas! Aquí estoy de nuevo con otro capítulo más. No voy a enrollarme mucho hoy, espero que os haya gustado y espero volver pronto con el siguiente. 

Love,

Sarai.