Narra
Harry.
Me desperté con ganas
de volver a verla. Me di una ducha, salí con una toalla enrollada en la cintura
y fui hasta mi habitación. Decidí enviarla un whatsapp antes de empezar a
vestirme.
“Anoche lo pasé muy bien,
me apetece pasar un rato contigo pero esta vez solos, sin tanto ruido ni tanta
gente, ¿qué me dices? xx.”
Saqué un pantalón
vaquero del armario, una camiseta básica blanca y una sudadera morada de Jack
Wills. Estaba terminando de abrocharme el pantalón cuando el móvil sonó, esperé
que fuera ella.
“Para el carro,
Styles. Eso ya sería pasarse, recuerda lo de los dos segundos…”
La imaginé riendo
mientras escribía eso y sonreí.
“Esa estúpida norma
que tienes… ¿Hay alguna manera de convencerte para que salgas conmigo?”
“Ninguna. Nos vemos
mañana en clase, Harry.”
Supe que no debía
insistir porque aunque lo hiciera solo conseguiría más negativas. Terminé de
vestirme, coloqué mis rizos rebeldes en su sitio y después de coger algo para
desayunar, salí en dirección a casa de Louis quería saber cómo se encontraba
después de lo de la noche anterior. Llamé al timbre y él mismo me abrió, al
parecer su madre y sus hermanas habían salido. Me le encontré con el labio
partido, tal como le había visto anoche, y con un pequeño moratón en el pómulo.
- Pega fuerte el
rubio, eh.-comenté.
- Me voy a ahorrar mi
opinión sobre él.-dijo haciéndome pasar.
Subimos a su
habitación y estuvimos un rato hablando de lo que había pasado y demás hasta
que llegó la hora de comer y volví a mi casa.
Narra
Destiny.
Recibí un mensaje del
duendecillo preguntándome por lo de anoche, estaba con Mark, así que le dije
que mañana se lo contaría todo en condiciones.
- Lo siento mucho
otra vez, Des. No ha sido el fin de semana que esperaba.-dijo en la puerta de
mi casa. Tenía que irse ya a Londres.
- No te
preocupes.-sonreí y me besó.
- Nos vemos el
viernes allí.-dijo montándose en la moto. Se puso el casco.
- Claro.-contesté y
arrancó, perdiéndose por el final de la calle.
Me apoyé en la pared
de la fachada de mi casa y suspiré. Aún no me podía creer que Mark hubiera
pegado de aquella manera a Louis. Louis. Miré al frente y decidí ir a ver qué
tal estaba. Era lo mínimo que podía hacer. Llamé al timbre y me abrió su madre.
- Hola Jay, ¿está
Louis en casa?
- Hola Des.-sonrió.-
Si claro, está en su habitación.
- ¿Puedo subir?
- Claro mujer.-rió y
entré en la casa.- Por cierto, ¿sabes si le pasó algo anoche en la fiesta? No quiere
salir de la habitación y me pareció verle algo morado en la cara.-resoplé. ¿Y
ahora qué? ¿Se lo contaba?
- Supongo que debería
decírtelo él pero…fue culpa mía, estábamos bailando, mi novio llegó por
sorpresa, nos vio, pensó mal y bueno, le pegó. Por eso venía, a ver qué tal
estaba.-dije apenada.
Narra
Liam.
Volví a casa con una
sonrisa inmensa en la cara. Me había besado. ¡ME HABÍA BESADO! Eso quería decir
que no tenía miedo, ¿verdad? Que quería algo más conmigo, que yo también le
gustaba. Tanto como ella a mí.
Me metí en la cama en
cuanto llegué a casa, después de deshacerme del disfraz y sin hacer mucho ruido
para no despertar a mis padres. A la mañana siguiente no tenía mucho que hacer
así que aproveché para quedarme en la cama hasta las doce de la mañana más o
menos. Desayuné poca cosa ya que si no luego no comería en condiciones. Me
senté en el sofá, al lado de mi padre que hacía zapping, no había nada
interesante, así que la mandé un mensaje.
“Tengo ganas de
verte.”
“Ya nos veremos
mañana en clase.”
“JA-JA-JA Muy
graciosa. Me refería a ahora mismo.”
“¿Ahora mismo? Pero
tengo que estar de vuelta en casa a la hora de comer.”
“Hecho. En quince
minutos estoy allí.”
Subí rápidamente a
quitarme el pantalón de deporte que me había puesto para estar en casa y con
unos vaqueros, una camiseta de manga larga, la chaqueta y mis converse, salí a
buscarla.
Narra
Rebecca.
Tenía unos ejercicios
de francés pendientes para el martes así que decidí hacerlos aquella mañana de
domingo. No dejaba de darle vueltas a la supuesta sorpresa de Niall. Este
chico…¡siempre dejándome con la intriga! ¿Tanto le costará contar las cosas sin
rodeos? En fin. Comí junto a mis padres y mi hermano que, por raro que parezca,
hoy no discutían. “Se habrán levantado de buen humor”, pensé. Vimos una
película como solíamos hacer después de comer, sí de esas que echan más malas
que yo que sé, pero bueno, era una manera de pasar un rato en familia. Sobre
las seis, fui a arreglarme, aunque antes le mandé un mensaje a Nialler para
saber dónde iríamos, contestó que estaríamos en su casa, así que elegí unos
vaqueros oscuros y una camiseta azul de media manga, me puse unas zapatillas,
cogí el abrigo y metí el móvil en el bolsillo derecho del abrigo.
- ¿Dónde vas?
–preguntó mi padre.
- He quedado con Niall.-contesté.
- Eso no contesta a
la pregunta.
- Es que no sé dónde
vamos a ir.-mentí. Si Niall me había dicho que estaríamos en su casa era porque
su madre no estaba y claro, no iba a decirle a mi padre que iba a estar con mi
novio a solas en su casa, ¿no? –Es una sorpresa.
- Anda, deja que se
vaya.-le regaño mi madre bromeando.
- No vuelvas tarde y
ten cuidado.-
- Claro.-sonreí.
Justo en ese momento sonó el timbre.- Hasta luego.-me despedí de ellos con un
beso en la mejilla y abrí la puerta para salir, encontrándome con mi chico.
Narra
Louis.
Me desperté con la
mandíbula dolorida, me miré al espejo del cuarto de baño y descubrí el moratón
que tenía en el pómulo, no quería que mi madre o alguna de las pequeñas me
vieran así por lo que me quedé en mi habitación encerrado hasta que salieron.
Recibí una visita de Harry por la mañana y estuvimos hablando de lo ocurrido.
Lo peor no había sido los golpes que me había llegado si no volver a casa y
verles despedirse en la puerta de la casa de Des. Verlos besándose dolía mucho
más que cualquier puñetazo. Hice a mi madre subirme la comida e intenté
disimular el morado bajo un poco de maquillaje, algo que pareció colar. Estaba mirando
al techo, tumbado en la cama, sin hacer gran cosa cuando llamaron a la puerta.
- Mamá que estoy
bien.-dije pensando que sería ella.
- ¿Puedo pasar? –Esa
voz no era la de mi madre. Entonces su cabecita rubia se asomó por la puerta de
mi habitación.
- Sí, pasa.-contesté.
- ¿Qué tal estás? –se
acercó.- Madre mía…siento mucho lo de anoche, Lou.-dijo sentándose sobre la
cama, me incorporé quedando frente a ella.
- No te preocupes,
estoy bien.
- Pero mira cómo te
ha dejado el labio y tienes un moratón.-dijo con una mano puesta en mi mejilla,
pasando suavemente el pulgar sobre el pómulo. Hice una pequeña mueca de dolor.
- No es nada, de
verdad.-Me di cuenta en aquel momento de lo peligrosamente cerca que tenía sus
labios.- Des…yo.-quería retomar la conversación de la noche anterior, tenía que
decírselo ya y si no podía ser con palabras, sería con acciones. Fui a terminar
con la distancia cuando su voz me interrumpió.
- Louis no me hagas
esto.-susurró.
- ¿Por qué? –pregunté
de la misma manera, apoyando su frente contra la mía.
- No puedo.
- ¿Le quieres?
- Sí.-contestó tan
bajito que de no ser por lo cerca que estábamos, no lo hubiera escuchado.
- ¿Más que a mí? –me
atreví a preguntar. Tan solo me miró a los ojos durante unos segundos antes de
levantarse y salir de la habitación sin decir una palabra más. Suspiré
dejándome caer de nuevo en la cama. No había contestado. ¿Eso quería decir que
sí que me quería?
Narra
Taylor.
Quince minutos había
dicho. Me vestí rápidamente y justo cuando terminaba de hacerme una coleta
alta, sonó el timbre. Bajé prácticamente corriendo a abrir la puerta. Por
suerte, mis padres habían salido a dar una vuelta y no volverían hasta dentro
de un rato para comer.
- Hola.-dijo
sonriendo.
- ¿Hola? ¿Me mandas
un mensaje diciendo que tienes ganas de verme y cuando llegas es lo único que
se te ocurre decir? –dije intentando parecer enfadada. Él me miró, encogiéndose
de hombros mientras reía.
- Hm…¿sí? –no pude
aguantar más y reí con él.- Bueno, en realidad no solo tenía ganas de verte si
no de hacer algo.
- ¿Y se puede saber
de qué, señorito Payne? –pregunté apoyándome en el marco de la puerta. Se
acercó rápidamente a mí sin decir nada más y me besó. Beso que en seguida
seguí, para nada como el de la noche anterior que no había sido más que un
roce, este era un beso de verdad.
- Hecho.-dijo al
separarnos para respirar y volví a reír.
- ¿Quieres pasar?
–dije sonriendo.
- Claro.-entramos y
fuimos hasta el salón, donde nos quedamos charlando hasta que llegó la hora de
comer.
Narra
Niall.
Dejé todo preparado y
fui a buscarla a pesar de que me hubiera repetido más de veinte veces que no hacía
falta, que se sabía el camino a mi casa de memoria. Pero a mí me apetecía pasar
a por ella. Llamé a su puerta mientras jugueteaba con una rosa roja que tenía
en mi mano. Abrió recibiéndome con su habitual sonrisa. Preciosa.
- Hola princesa.-dije
después de besarla y dándola luego la rosa.
- ¿Y esto?
¿Celebramos algo en especial? –preguntó.
- Que estamos juntos,
por ejemplo.-sonreí mientras caminábamos hasta mi casa.
Fuimos hablando y
haciendo bromas durante todo el camino y cuando llegamos a mi casa, la hice
sentarse en el sofá mientras yo terminaba de prepararlo todo en la cocina.
- ¿Te ayudo? –dijo
entrando en la cocina.
- ¿Qué te he dicho
yo? Quédate fuera.-dije mientras la empujaba suavemente fuera de allí.
- Jo, pero me
aburro.-se quejó.
- Pon la tele,
música, lo que quieras.-la besé.- dame cinco minutos más solo.
Cinco minutos más
tarde empecé a poner la mesa y a sacar la cena que yo mismo había cocinado,
cosa que por supuesto, ella no se esperaba. Cenamos tranquilamente mientras
hablábamos de nuestras cosas y nos dedicábamos sonrisas y miradas. Recogí, sin
dejar que me ayudara, y después puse una película. Nos sentamos en el sofá, yo
pasando mi brazo por sus hombros y ella, recostada sobre mi pecho.
- ¿Por qué no te
quedas a dormir aquí? –le pregunté cuando terminó la película. Recibí un
pequeño golpe en el pecho.- Auh. ¿Qué?
- Que sé lo que estás
insinuando, Horan.
- No insinúo nada,
pero es tarde y me gustaría que te quedaras, solo eso.-ella me miró levantando
una ceja y sacó el móvil del bolsillo.
- Si mamá, es que al
final hemos estado todos en casa de Tay…sí, ¿puedo entonces?...sí, sí, no te
preocupes, voy directamente a clase…¡Pues claro que iré!...Gracias mamá, adiós,
hasta mañana.-y colgó.
- Eres una mentirosa
compulsiva.-
- ¿Y qué querías que
le dijera? –ambos reímos.
Narra
Jessica.
Pasé toda la mañana
en casa de Zayn, en mis supuestas clases de matemáticas. Y digo “supuestas”
porque pasamos la mañana más bien entre chorradas y besos que entre números y
fórmulas. Volví a casa a la hora de comer para comer con mi madre y por la
tarde, Liam vendría para seguir con nuestro trabajo de literatura, teníamos que
acabarlo antes de las próximas dos semanas ya que empezaríamos con las
exposiciones orales en breve.
- Bueno, dime, ¿qué
tal con Tay? ¿Sigue con su pánico? –le pregunté después de beber un sorbo de
zumo de naranja. Habíamos hecho una pequeña parada.
- Parece ser que ya
no.-dijo sonriendo.
- ¿Os habéis besado?
–pregunté emocionada. Liam me había contado lo mucho que le gustaba ella y que
creía estar realmente enamorado. Si la respuesta a mi pregunta era afirmativa,
me alegro un montón por ellos porque hacen una pareja adorable. Él se sonrojó
levemente y yo le abracé.- Aw, si es que con lo mono que eres cómo no te va a
querer.-
- ¿Y tú qué? –preguntó
riendo.
- ¿Qué de qué? –me
hice la loca.
- ¿Qué pasa contigo y
con Zayn?
- Nada, nada.-dije
despreocupada.
- Vamos, no me mienta
señorita Bolton, ayer os vi en la fiesta dándoos el lote.
- Ay por Dios, ¡qué
vergüenza! –dije tapándome la cara con las manos. Debía estar completamente
roja.
- Venga Jess, no es
para tanto.-él no paraba de reír.- ¿Estáis juntos? –asentí con la cabeza.
Narra
Zayn.
Estaba aburrido. Solo
en casa. Todos habían salido pero yo no tenía ganas de ir a caminar, la verdad.
Salí a la puerta de la calle, me senté en el escalón y encendí un cigarrillo.
Eso ya se había vuelto una costumbre desde que llegué a aquí. Entonces vi la
puerta de la casa de Jess abrirse y a Liam salir de allí. Ambos se reían mucho
y después de decirse un par de cosas más, los veo abrazarse y a ella darle un
beso en la mejilla. ¿¡Pero esto qué es!? ¡Que ella es mía, solamente mía! Para
ya, Zayn. Son amigos. No tienes de que preocuparte. Te quiere a ti. Ella misma
te lo ha dicho.
Al pasar por delante
de mí, Liam me hace un gesto con la mano a modo de saludo. Le contesté de la misma
manera pero bastante más serio. Al parecer, ella también se había dado cuenta
de que estaba allí porque cuando miré hacia su casa de nuevo, seguía allí. Me
saludó con una gran sonrisa y con la mano. Mostré una sonrisa bastante falsa,
tiré la colilla del cigarro y me levanté para entrar de nuevo en casa.
- ¿Celoso, Malik? –me
gritó divertida pero entré en casa, cerrando la puerta de un portazo mientras
escuchaba sus risas al otro lado.
Narra
Gianna.
Lunes de nuevo. Me
pasé por mi taquilla antes de entrar a clase, pero cuando me dirigía a allí con
un par de libros, un cuaderno y el estuche en las manos, alguien chocó contra
mí, haciéndome caer al suelo.
- Perdón, perdón,
¿estás bien? –aquel chico me ayudó a levantarme y a recoger mis cosas.
- Sí, sí, tranquilo,
pero la próxima vez, ve con más cuidado.-le dije sonriendo. Era un chico rubio,
más alto que yo, con los ojos claros y una bonita sonrisa.
- Claro, es solo que
soy nuevo y estoy un poco perdido.
- Ah bueno, entonces
si eres nuevo, estás perdonado.-sonrió.
- Soy James, James
Levine.-dijo ofreciéndome su mano.
- Gianna
Swan.-estreché su mano.- Bueno, a ver, dime, ¿cuál es tu aula? Quizás pueda
ayudarte.
- Esta.-me enseñó un
papel con el número del aula apuntado. Iba a la otra clase de bachillerato.
- Ven conmigo.
Subimos hasta el
pasillo donde estaba mi clase mientras íbamos hablando un poco y cuando
llegamos a la puerta de la mía, le indiqué que la suya era dos aulas más atrás.
- Muchísimas
gracias.-sonrió.- ¿Puedo invitarte a algo después de clase para compensarte?
- Supongo que
sí.-Intercambiamos los números de teléfono.
- Hasta luego entonces.
¡Y perdón de nuevo!
- Hasta
luego.-contesté antes de meterme en clase.
¡Hola hola! ¿A qué no os esperábais capítulo tan pronto? ¡Tachán! ¡Sorpresa! Jajajaja Bueno, en realidad tenía que subir porque me voy al pueblo (ya os lo dije ayer en HWGA) y escribir seguramente si podré (aunque sea un poquito) pero no subir porque no tendré internet así que lo más probable es que hasta el domingo o el lunes no volvaís a tener capítulo. Espero que os haya gustado aunque hoy es un pelín más corto que normalmente. Yo no sé de cual de los gifs de hoy estoy más enamorada ajhbfcjsdhbvjshfbvjdg. No me enrollo más. Gracias como siempre.
Love,
Sarai.