Capítulo Treinta: Natalie.

Narra Jessica.

Hoy teníamos que ir a recoger las notas. Los profesores no nos habían dicho las calificaciones de los exámenes finales que habíamos hecho así que íbamos un poco a “ciegas” y, por mi parte, con bastante miedo. Al llegar, nos encontramos con los demás, esperando en la puerta de clase. Nos iban llamando por orden de lista.

- Jessica Bolton.-llamó el profesor desde dentro. Zayn besó mi mejilla antes de que entrara. Unos minutos después salí, triste aparentemente.

- ¿Qué ha pasado? ¿Y esa cara? –me preguntó preocupado.

-¡HE APROBADO! ¡HE APROBADO! –dije prácticamente tirándome en sus brazos.- ¡He aprobado! –repetí.

- Jess, ya nos hemos enterado.-reí.

Narra Zayn.

Fuimos entrando todos a recoger nuestro boletín de notas: Liam, Taylor, Des, Gia y yo habíamos aprobado todo, unos con mejores notas que otros pero aprobados al fin y al cabo. A Harry y a Louis en cambio, no les fue tan bien: una asignatura suspensa al primero y dos al segundo. De Nialler y Bec no sabíamos nada, ambos estaban en Irlanda pasando unos días y, lógicamente, las notas las recogerían sus padres por ellos. Nos despedimos en la puerta, donde nos dividimos por parejas.

- Tengo que pagarte las clases, he aprobado gracias a ti.-dijo Jess mientras caminábamos por la calle.

- No tienes que pagarme nada, lo he hecho por ayudarte.-contesté.

- Me da igual como te pongas, Malik. Ahora mismo tú y yo nos vamos a comer para celebrarlo y pago yo.

- Acepto la comida.-dije.- pero no dejaré que pagues.

- Ya lo creo que sí.-A cabezota no había quien la ganara.

Narra Louis.

Mierda. Historia y Latín suspensas. Genial pensé cuando el profesor me dio el papelito que contenía ese “regalo” de Navidad. Salimos del instituto y Des y yo nos dirigimos a mi casa, hoy me tocaba cuidar de mis hermanas y le había pedido que me hiciera compañía esta tarde.

- ¿Y bien? ¿Qué tal han ido esas notas? –preguntó mi madre cuando entramos.

- Muy bien.-contestó sonriente Des. Las gemelas bajaron rápidamente las escaleras y la abrazaron.- Hola enanas.-Las dos se la llevaron al salón para enseñarla no sé qué dibujo que habían hecho. Le tendí el papel a mi madre.

- ¿Dos? ¿Es que a estas alturas voy a tener que castigarte para que estudies, Louis?

- No, mamá. Prometo que las aprobaré el siguiente trimestre.

- ¿Cómo? ¿Saliendo de fiesta por ahí todos los fines de semana?

- No.-medité unos segundos.- Des me ayudará, ¿verdad? –dije esto último un poco más alto.

Narra Gianna.

Había quedado con Harry para dar una vuelta por el centro comercial y tomar algo, quizás un plan simple pero con él, nada era simple. Pasó a recogerme y desde mi casa fuimos andando hasta nuestro destino.

- Dime, ¿se te antoja algo de regalo de Navidad? ¿quieres algo en especial? –me preguntó mientras caminábamos por los pasillos llenos de tiendas cogidos de la mano. Negué con la cabeza.

- No tienes que comprarme nada.-contesté.

- Pero ahora eres mi chica.-sonrió.- tengo que hacerte un regalo de navidad.

- No me convertí en tu chica para eso.

- ¿Ah no? –dijo poniéndose frente a mí.- ¿Entonces para qué? –sonrió pícaramente, mientras se humedecía los labios.

- Pues para.-me acerqué lentamente, prácticamente rozando sus labios con los míos.- ¡Para que las chicas dejaran de darme la lata!

Narra Liam.

- ¿Te pasa algo? –me preguntó Tay. Habíamos salido a pasear a pesar del frío y nos encontrábamos en un banco del parque, yo tumbado con la cabeza sobre sus piernas.

- No, nada.-dije fijándome de nuevo en él. Justin. El único miembro masculino de nuestra lista de sospechosos se encontraba en el mismo sitio que nosotros, hablando con Vanessa.

- Liam.-dijo con pesadez.- No me engañas, te pasa algo, llevas un rato como en otro mundo.

- Que no es nada, de verdad.-dije mirándola y ella frunció el ceño.

- ¿Voy a tener que sobornarte para que me lo cuentes, Payne? –dijo acercando su cara a la mía.

- Hm…prueba a ver-la reté. Sonrió antes de dejar un pequeño beso sobre mis labios.- Aun no sé si contártelo o no.-dije y volvió a besarme, esta vez, durante un poco más de tiempo.- Ahora ya sí sé.-dije riendo.

- Eres despreciable.-susurró sobre mis labios aún, soltando una risita después.

Narra Taylor.

- Y ahora cuéntame qué es eso que te tiene preocupado.-le dije, incorporándome de nuevo.

- Es sobre lo del video.-dijo poniéndose algo serio.- Creo que sé quien es.

- ¿Quién?

- Justin.-dijo haciendo un movimiento de cabeza, indicándome que mirara en frente. Ahí estaba él junto a Vanessa.

- ¿Justin? Pero si el pobre no se entera ni de la mitad.-dije. Era verdad, él siempre había sido de esas personas que no se meten nunca con nadie, que van a lo suyo.

- Pues no se enterará de la mitad, pero a ti te tiene escaneada completamente. Y no digas que estoy loco o que me estoy confundiendo, llevo observándole un rato y no aparta la mirada de ti desde que llegamos.-resoplé.

- No creo que sea capaz de algo así.-le defendí.

- Es una especie de presentimiento. Es él. Estoy casi seguro.

- Casi. No es el cien por cien, no podemos culpar a alguien sin pruebas.

- ¿Y qué pruebas quieres que tengamos? –se había incorporado.- Sé que es él, Tay, y te lo voy a demostrar ahora mismo.-dijo levantándose, caminando en dirección a donde se encontraban los dos. Me levanté para seguirle.

Narra Harry.

- ¡Para que las chicas dejaran de darme la lata! –dijo riendo.

- ¡Será posible! –dije enfadado aunque ella ya había salido corriendo por todo el pasillo y yo, detrás intentando cogerla.

- ¡Eh, parejita! –gritó alguien a mis espaldas, cuando había atrapado a Gia. Me giré para encontrarme con Des y Louis sentados tomando un refresco. Nos saludaron con la mano y fuimos con ellos.

- ¿Qué hacíais los dos corriendo como si tuvierais cinco años? –preguntó Louis divertido.

- Todo ha sido por su culpa.-dijo Gia, señalándome antes de sentarse en una silla libre.

- Pero serás…-la imité.- Ha sido ella, que dice que solo está conmigo para que la dejaráis en paz.-expliqué.

- Y está en lo cierto.-dijo Des. La miré abriendo los ojos como platos.

- Sí, tío, acéptalo, estabas muy pesado.-habló Louis.

- Así que entre todos la pedimos que por favor saliera contigo de una vez porque no te aguantábamos más.

- Oh, perfecto. ¿Y vosotros se supone que sois mis amigos? – Dije apretando los labios. Gia empezó a reír y me abrazó de lado.

- Es broma, tonto. Si yo te quiero mucho.-dijo.

- Aw, me encantáis.-dijo Des.- Sois monísimos juntos.

- Que cursi eres, Miller.-le dije para picarla y me sacó la lengua.

- ¿Y vosotros que hacéis por aquí?

- Compras navideñas.-dijo Louis señalando todas las bolsas que los rodeaban.

Narra Destiny.

Habíamos pasado toda la tarde recorriendo el centro comercial de arriba abajo, comprando los regalos de navidad de nuestras hermanas pequeñas. Nos sentamos a tomar algo cuando terminamos y estuvimos hablando un poco con Harry y Gia. Nos despedimos de ellos y volvimos a casa.

- Recuerda, a las diez en la casa de en frente.-celebraba su cumpleaños el 23, un día antes para no coincidir con la cena de Navidad.

- ¿Quieres que vaya antes y os ayudo a preparar las cosas?

- No hace falta.-sonrió.- Hasta mañana.-besó mi mejilla para cruzar la calle después.

Entré en casa y subí rápidamente a mi habitación para que ni mi madre ni mi hermana vieran las bolsas con los regalos que había dentro. Después, cogí el móvil para llamar a mi padre: no podía venir a recogerme pero tenía que estar allí mañana por la tarde.

- Papá.-saludé.

- Hola pequeña.

- Quería pedirte una cosa.-empecé y escuché su risa al otro lado seguida de un “a ver, ¿qué quieres esta vez?”- Verás sé que tengo que estar allí mañana por la tarde pero Louis celebra su cumpleaños y…

- ¿Tomlinson? ¿Por el que llevas colada toda la vida?

- Papá por favor…-le regañé mientras el calor subía a mis mejillas.- Me gustaría estar, llegaría a Londres el 24 después de comer.

- De acuerdo, no hay ningún problema. Avísame de la hora para ir a buscarte a la estación.

- Vale.-dije contenta.

- Pásalo bien pero con cuidado, eh.-me advirtió.

- Sí, papá. Adiós, te quiero.-y colgué para ponerme a terminar de revisar lo que había preparado para Louis. Solo esperaba que le gustara.

Narra Niall.

Después de despedirnos de los padres y el hermano de Bec y de mi madre, subimos al tren. Tuvimos dos horas de camino hasta Londres y allí, tuvimos que esperar otras dos hasta que saliera el avión. Tras unas cuantas canciones y algún que otro sueñecito, aterrizamos en Dublín.

- ¿Y si a tu padre y tu hermano no les caigo bien? –me dijo cuando salimos del avión. Solo llevábamos una pequeña mochila para esos dos días así que no teníamos que esperar a que saliera ninguna maleta.

- No digas chorradas.-sonreí apretando su mano.- Les gustarás.-besé su mejilla. Andamos un poco por el aeropuerto hasta que divisé a mi hermano y a mi padre en una esquina. Fuimos hasta ellos y los abracé, los echaba bastante de menos.-

- Tú debes de ser Rebecca, ¿no? –preguntó mi padre, ella asintió tímidamente.- Mucho más guapa de lo que nos has dicho.-dijo dirigiéndose a mí.- Bob Horan.-se presentó.

- Encantada.-sonrió aún vergonzosa.

- ¡Bienvenida a Irlanda! –dijo mi hermano.- Soy Greg, encantado.-le tendió la mano.

- Igualmente.-

Narra Rebecca.

Subimos al coche en el que Greg y Bob habían venido y nos llevaron hasta Mullingar, ciudad natal de mi pequeño Horan. Me enseñaron la casa y la habitación que compartiría estos dos días con Niall, que era la que él solía utilizar antes del divorcio de sus padres. Después, se empeñó en mostrarme todos los encantos de la ciudad. Estaba ilusionado, le veía feliz mientras me relataba qué había pasado en cada sitio, contándome sus anécdotas de cuando tan solo era un niño. La noche antes de volver, salimos a cenar a uno de sus restaurantes favoritos de la ciudad.

- Espera un momento, ahora vuelvo.-dijo levantándose de la mesa para acercarse a la barra.

Le observé hablar con una chica peliroja, con el pelo corto. Hablaban muy animados, ella parecía alegrarse de verle y él, también. Unos minutos después, volvió a la mesa. No me hizo falta preguntar por ella.

- Es Natalie, hacía mucho que no la veía. Era mi mejor amiga cuando vivía aquí.-hablaba muy entusiasmado sobre ella.- Hemos quedado mañana a comer juntos antes de irnos, si no te importa, claro.-dijo.

- No, en absoluto.-contesté pero algo dentro de mí me decía que no me gustaba aquella tal Natalie.

¡Hola chicas! No os podéis quejar, eh, que ahora estoy subiendo bien rápido. Espero que os haya gustado este capítulo y debo decir que aunque parezca que todo es perfecto para las cinco parejas...os diré que se avecinan problemas, irán apareciendo pocito a pocito. Ahora, quiero daros la lata y recomendaros dos fics para que las leaís, esta acaba de empezar: http://iwasthatwasme.blogspot.com/ y esta es la que os dejé el otro día, que está más avanzada pero por si os quereis pasar que no os arrepentireis: http://nadaesloqueparece-onedirection.blogspot.com.es/

Nada más por hoy. Muchísimas gracias una vez más.

Love,

Sarai.