Capítulo Veintinueve: Porque me quieres a mí.

Narra Harry.

- Has venido al sitio correcto.-dijo sonriendo. Me senté en la cama, frente a él y empecé a contarle todo lo que nos habíamos dicho Gia y yo la noche de la fiesta del cumpleaños de Jess.

- Y es que ahora no sé qué hacer.-dije terminando de hablar. Escondiendo mi cara en mis manos.- No se me ocurre nada más para demostrarle que de verdad me importa.

- Creo que eso lo tiene claro.-dijo.- Aunque no confíe del todo en ti.

- ¿Entonces? ¿Qué me queda? Practicamente le he dicho que estoy enamorado de ella.

- Entonces solo os queda arriesgar y ver qué pasa si estáis juntos.-concluyó y resoplé. Esto era demasiado complicado. Decidí cambiar de tema y preguntarle por Des.- No me odia, es más, estoy seguro de que me quiere.-contestó.-

- Pero…

- Pero se está cobrando la de la apuesta.-sonrió.

- ¿Y eso?

- Ayer no me dejó.-dejó de hablar y se levantó a mirar por la ventana. Su cara cambió completamente al descubrir lo que ocurría al otro lado de la calle.

Narra Destiny.

Alguien llamó a la puerta de la habitación, estaba terminando de vestirme con la ropa que solía utilizar para estar en casa.

- Des, te buscan abajo.-dijo Wen.

- ¿Quién es? –pregunté y ella se encogió de hombros.- Ahora bajo, peque.-le dije y desapareció por el pasillo. Me puse unos calcetines, siempre andaba descalza por casa y bajé a ver quién era. No pude evitar sorprenderme al verle en la puerta, hablando con mi madre. Carraspeé y nos dejó solos.- ¿Qué haces aquí?

- Des, te hecho de menos.-dijo.

- Mark…-empecé a decir.

- Por favor, Des, déjame volver a intentarlo. Te necesito, yo aún te quiero.-me cogió de las manos, pegándose a mí.

- Ese es el problema.-dije girando la cabeza, mirando hacia un lado.- No te quiero de la misma forma.-dije, me cogio la cara con las manos, haciéndome mirarle.- Lo siento, Mark.-y sin previo aviso, juntó sus labios con los míos.

- Sé que me quieres y no me daré por vencido tan fácilmente.-dijo intentando besarme de nuevo.- Él no te quiere, volverá a hacerte lo mismo de la otra vez.-sentenció antes de subirse en la moto.

Narra Louis.

Pasé todo el domingo realmente cabreado pero lo solucionaría en cuanto llegara a clase. Tenía que saberlo. Al llegar al instituto, subí hasta nuestra clase, como siempre pero me quedé fuera hasta que la vi aparecer, muy risueña hablando con Niall.

- Buenos días.-me saludaron los dos.

- Des.-la llamé.- ¿Puedo hablar contigo un momento? –pregunté sonando demasiado seco, en realidad, no tenía por qué estar enfadado: ella y yo no éramos absolutamente nada.

- Dime, ¿qué pasa Lou? –preguntó apoyándose en la pared, a mi lado.

- ¿Has vuelto con Mark? –pregunté directamente pero sin mirarla. No contestaba y eso me puso nervioso. La miré y me puse frente a ella, acorralándola contra la pared.- Contestame.

- ¿Por qué? –sonrió.- ¿Estás celoso?

- No.-contesté rápidamente.

- Entonces no te interesa.-dijo escapando de mí.

- Des.-volvi a llamarla, cogiéndola del brazo antes de que entrara en clase. Me miró una vez más y sonrió antes de hablar.

- No, no hemos vuelto y tú sabes perfectamente por qué.-entró en clase y sonreí. Claro que lo sé: porque me quieres a mí.

Narra Rebecca.

Esta vez fue Des la última en entrar en clase pero como el profesor entró prácticamente después de ella, no pudimos empezar con nuestro interrogatorio. Tuvimos que esperar tres horas para llevarlo a cabo.

- ¿Nos abandonáis? –preguntó Liam cuando vió que las cinco salíamos sin esperarlos como de costumbre.

- Tenemos cosas que hablar.-respondí.

- ¿Y no podemos estar presentes? –ahora habló Niall. Todas negamos con la cabeza.

- No os quejéis si luego nos veis con otras chicas.-dijo Zayn.- Era broma, era broma.-dijo después de que Jess prácticamente lo fulminara con la mirada y todas reímos.

- Entonces, propongo que vayamos a jugar al fútbol.-dijo Louis.

- Buena idea.-le apoyó Harry y salieron todos de acuerdo en dirección al patio.

Nosotras decidimos quedarnos en una zona apartada, donde pudiéramos estar a salvo de los cotillas. Obligamos a empezar a Des a contarnos su cita y después, fue el turno de Gia.

- Yo lo veo fácil.-dije después de que ambas terminaran de contárnoslo todo.

- A ver, dinos tus geniales reflexiones.-dijo Jess y las demás rieron.

- No os riaís.-me defendí.- Tú.-señalé a Gia.- dale una oportunidad al chico, y tú.-señalé a Des.- deja de hacer sufrir al pobre Louis.

- Yo ya lo tengo todo planeado.-dijo Des.

Narra Zayn.

Estuvimos jugando al futbol en el recreo y lo que empezó como un partido amistoso contra la otra clase de último curso, terminó como un partido en el que parecía que nos jugásemos algo de gran importancia ya que habíamos acabado los cinco picados y discutiendo con los otros.

Subimos a clase cuando sonó el timbre y ya allí nos encontramos con las chicas. Hablamos un rato hasta que llegó el profesor de literatura y después intentamos poner atención a la clase. Tres horas después, volvimos a casa.

- Zayn…-empezó a hablar Jess casi llegando a mi casa.

- Dime.

- Creo que voy a necesitar clase de matemáticas otra vez.-dijo poniéndose roja y reí.- pero de las de verdad.

- Claro, pásate por casa cuando quieras, no tienes ni que pedirlo.-sonreí besando su cabeza.

Narra Gianna.

Esa tarde vendría Harry para seguir con el trabajo. Desde el viernes por la noche no habíamos hablado mucho. Pero claro, ¿cómo empiezas una conversación normal cuando lo último que hicimos fue declararnos el uno al otro? Definitivamente no se podía. El timbre sonó cinco minutos antes de lo que esperaba, bajé a abrir y ahí estaba él. Sonreí tímidamente y le hice pasar. Pasamos toda la tarde con el trabajo, terminando los últimos detalles ya que nos tocaba presentarlo ese mismo viernes.

- Tendremos que practicarlo al menos una vez antes del viernes.-sugerí.

- Me parece bien.-dijo levantándose de la silla.- ¿El jueves por la tarde en mi casa? –asentí con la cabeza. Le acompañé hasta la puerta de mi casa, una vez más, en silencio.- Bueno pues…hasta mañana, Gia.

- Hasta mañana.-contesté y empezó a andar. Me quedé observándole desde la puerta. Me sorprendí al verle volver y ponerse frente a mí.-

- No puedo aguantarlo más, Gia.-sostuvo mi cara entre sus manos.- Quiero arriesgarme, nunca vamos a saber si funciona si no lo intentamos.-su nariz rozaba con la mía.

- Tienes razón.-susurré.

- ¿Qué? –preguntó algo incrédulo, mostrando una de esas sonrisas suyas.

- Que te quiero, quiero estar contigo, quiero intentarlo.-entonces volví a tener sus labios sobre los míos. Volví a disfrutar de su sabor, un sabor que me volvía completamente loca.

Narra Liam.

No fue una sorpresa para ninguno ver aparecer aquella mañana de miércoles a Gia y Harry cogidos de la mano. Las chicas corrieron hasta ella para abrazarla y nosotras nos limitamos a darle unos cuantos golpes amistosos en la espalda a Harry, la verdad es que ya era hora de que se decidieran a dejar al lado sus diferencias y se guiarán por lo que su corazón les decía.

La semana pasó bastante rápida y fue la última “tranquila” por así decirlo, la semana que viene empezábamos los exámenes y durarían dos semanas. El sábado quedé con Tay, le debía esa noche romántica.

- ¿Puedo abrirlos ya? –dijo impaciente.

- Aún no.-dije guiándola por mi casa. Estábamos solos ya que mis padres habían vuelto a Wolverhampton a pasar el fin de semana.- Tachán.-dije quitándole la venda.

Había decorado el salón con cosas relacionadas con el cine y en el medio había una mesa, con la cena ya preparada. Después de que gritara un par de veces que era el mejor novio del mundo y lo mucho que me quería, nos pusimos a cenar. Hablamos de todo un poco y de los planes qué haríamos en las vacaciones de Navidad.

- Gracias por todo.-dijo a mi espalda mientras recogía la cena, abrazándome.

- No las tienes que dar, te lo mereces.-dije girándome para unir sus labios con los míos.

- Te quiero mucho, Liam.-susurró mientras mordía levemente mi labio inferior.

- Y yo a ti.-la cogí en brazos, haciendo que enrollara sus piernas alrededor de mi cintura para subir hasta mi habitación. Las camisetas de ambos volaron por los aires y les siguió el resto de la ropa minutos después. Sabía que no era su primera vez, pero haría que nunca olvidara nuestra primera vez.

Narra Jessica.

Los exámenes nos tenían agobiados, tanto que llevábamos una semana sin vernos todos nada más que para hacer el examen que tocara ese día. A Zayn le veía algo más ya que seguía siendo mi profesor de matemáticas particular. No podía más. Me levantaba cada día a las cinco de la mañana y no paraba de estudiar hasta que mi madre me llamaba para comer o para cenar. Por suerte, solo quedaba un último exámen: mi peor pesadilla.

- Lo harás genial.-me dijo Zayn nada más verme por la mañana.

- Lo haré fatal. Lo sé.-dije resignada y él me abrazó riendo.

- Si quieres te dejo que me copies.

- Oye, no es mala idea.-dije riendo también.

Llegamos a clase y al parecer, no era la única preocupada por suspender el examen de hoy, Gia estaba igual o peor que yo.

Narra Nialler.

Terminó el exámen de matemáticas lo que significaba que seríamos libres durante las próximas dos semanas. Íbamos a comer todos juntos después, así que la comida fue de todo menos aburrida.

Al día siguiente tuvimos que volver al instituto pero para hacer el musical. Al fin había llegado el día y el trimestre siguiente nos dedicaríamos más a la música que a la actuación. Por suerte, todo salió genial aunque hubo cierta persona que estuvo cabreada durante todo el espectáculo. No me quiero ni imaginar qué pasará cuando Des y Louis decidan salir de una vez por todas. Cuando todo terminó y después de que a Louis, Harry, Des y a mí nos llovieran felicitaciones por parte de nuestros amigos, me despedí de todos excepto de Des y Louis.

- Nos vamos a las nueve mañana.

- Sí, eres un pesado.-me dijo Bec. Salía a las nueve nuestro tren a Londres y allí cogeríamos el avión a Dublín para ir luego a Mullingar.

- Yo también te quiero, eh.

- Hasta mañana.-besó cortamente mis labios y Des y yo nos fuimos, acompañados por Louis.

- Pasadlo bien por allí.-me dijo Des al llegar a mi casa. Le hice una seña refiriéndome a Louis que ahora no miraba.- Que sí, cállate.

- Sabes que estás invitado a mi cumpleaños, ¿verdad? –asentí.

- El 23 en tu casa.-confirmé.-Adiós mariposilla, adiós Lou.-besó mi mejilla y los ví desaparecer al final de la calle.

Narra Taylor.

Después de asistir al musical que el instituto organizaba y para el que nuestros amigos llevaban ensayando desde principio de curso, Liam y yo nos fuimos a cenar por ahí.  Durante las últimas dos semanas habíamos dejado un poco de lado nuestra “misión” de encontrar a la persona que trataba de fastidiarnos así que estuvimos hablando sobre nuestros sospechosos, volveríamos a ponernos manos a la obra en estas vacaciones.

- Tay, tenemos que añadir un plan más a nuestra lista.-dijo mientras andábamos hasta mi casa.

- ¿Cuál?

- Tienes que venir a comer un día a mi casa. Vienen mis hermanas a pasar las navidades y quieren conocerte.-soltó.

- Ah, no, de eso nada.-me negué.-

- ¿Por qué no? –preguntó mirándome.

- Por que no. Estará toda tu familia: tus padres, tus hermanas…Que no, que me da vergüenza.

- Pues el que tiene vergüenza, ni come ni almuerza.-dijo riendo.

- Pues eso, no comeré porque no voy a ir.

- Anda, por favor. Es importante para mí.-dijo poniéndome una de sus miradas irresistibles y como no, terminé aceptando.

Hey girls! Aquí os dejo otro capítulo. Espero que os haya gustado. Pasaos por aquí si os apetece leer una fic sobre los chicos http://nadaesloqueparece-onedirection.blogspot.com.es/ Muchísimas gracias.

Love,

Sarai.