Narra
Harry.
Mitad de semana. Ya
solo quedan tres días y habrá vuelto mi adorado fin de semana. Al llegar a la
puerta del instituto me encontré con Louis, como todos los días y subimos hasta
clase charlando.
- ¿Y qué cómo fue la
tarde ayer? –me preguntó.
- Muy bien.
- ¿No os matasteis?
–dijo soltando una risita después.
- Que va, si ella
está encantada, no ves que es la excusa perfecta para estar más tiempo
conmigo.-respondí entrando en clase, fuimos a nuestro sitio, pasando al lado de
Gia y Des que ya estaban sentadas.- Buenos días, chicas.
- Buenos
días.-contestó Des educadamente.
- ¿Dónde dejas los
modales, Gia? –pregunté levantando una ceja.
- ¿Por qué no haces
como que no existo, Styles? –me contestó.
- Entonces qué, hago
el trabajo con mi amigo invisible, ¿no? –reí.
- Eres insoportable.
- Gracias.-le tiré un
beso antes de sentarnos.
- Ya lo veo ya, está
deseando pasar un rato contigo a solas.-dijo Louis riendo.
Narra
Rebecca.
- Buenos días,
princesa.-sentí unos labios en mi mejilla derecha, levanté la cara de los
apuntes y me giré para mirarle y darle un beso en los labios.
- Buenos
días.-sonreí.
- Te veo muy atareada
desde tan pronto.-rió.- ¿Qué haces?
- El francés que me
trae por la calle de la amargura.-expliqué después de soltar un bufido.
- A ver si yo puedo
ayudarte.-se sentó en la silla de al lado, la que normalmente ocupaba Tay.
- ¿Tú? Pero si no tienes
ni idea de francés.-reí mirándole.
- Calla, petite.-dijo
intentando poner acento francés, mientras se ponía a mirar el libro.
Narra
Louis.
- ¿Y tú qué? ¿Qué tal
ayer con Des? –me preguntó Harry cambiando de tema.
- Bien.-me encogí de
hombros.- Estuvimos con el trabajo.
- ¿Y? ¿Eso es todo? –reí
asintiendo con la cabeza.- Puff, nada interesante entonces.
- Bueno, hay algo que
tengo que contarte.-hice una pausa y le conté lo que había hecho: borrar aquel
mensaje. Tenía que contárselo a alguien.
- ¿Qué hiciste qué? –preguntó
casi gritando.
- Shh.
- Estás loco.-dijo
negando levemente con la cabeza.- Como se entere se enfadará contigo de nuevo.
- No tiene por qué
enterarse.
- Ya claro. ¿Se puede
saber en qué demonios pensabas? –rió.
- No lo sé, fue como
un impulso.-dije.- ¿Y tú de qué que ríes?
- Si te vieras.-dijo
riendo de nuevo.- Estás celoso no, lo siguiente.
- ¿Celoso? ¿Yo? Tú sí
que estás loco, Hazza.
Gracias a Dios, entró
el profesor en clase, evitando que esa conversación siguiera. Él empezó a hablar
pero en mi cabeza solo estaban las palabras de Harry. Reí interiormente. Yo
celoso, sí, claro, por ella. Já.
Narra
Jessica.
Salí de casa y le vi
salir a él también. Me vio y esperó a que llegara a su altura. Nos saludamos
con un “buenos días” que dijimos a la vez y que nos hizo reír y caminamos
hablando hasta el instituto. Entramos en clase, él se fue a nuestro sitio y yo
a saludar a los demás. En cuanto entró el profesor, volví a mi sitio.
- Son simpáticos,
¿sabes? –le dije casi en un susurro.
- No soy muy sociable
que digamos, me cuesta relacionarme con la gente.-me contestó mirando a la
pizarra, disimulando, haciendo que atendía a lo que el profesor decía.
- ¿Y yo qué soy
entonces? ¿un bicho raro? –dije.
- Tú eres
diferente.-dijo mirándome, esbozando una pequeña sonrisa que hizo que todo mi
calor corporal se fuera directamente a mis mejillas.
Narra
Liam.
Llegué a clase último
esta vez, Gia, Des y Jess charlaban animadamente mientras que Niall intentaba
ayudar a su novia con unos ejercicios en francés.
- ¿Desde cuándo sabe
francés? –pregunté señalándole.
- Desde nunca.-me
contestó Des riendo.
- Ah, entonces seguro
que la está ayudando mucho.-reí dejando mi mochila en la silla.- ¿Y Tay?
- Al parecer tenía
fiebre, ¿no Bec? –dijo Gia.
- Sí, no se encontraba
muy bien desde anoche así que ha preferido quedarse en casa.-explicó Bec.
- Me voy a mi
sitio.-dijo Jess en cuanto el profesor entró en clase.- Luego tenemos que
hablar del trabajo, eh.-asentí con la cabeza.
La primera clase fue
algo pesada, menos mal que después tenía dibujo y al menos lo pasaría un poco
mejor. El resto del día lo pasé dando vueltas a una idea que rondaba mi cabeza
desde primera hora del día.
Narra
Gianna.
- ¿Tan mal fue ayer? –preguntó Des después de
la pequeña conversación con Harry.
- Mal no, ¡peor! –dije
causando su risa.- No tiene ni pizca de gracia.-me crucé de brazos.
- A ver, cuéntame que
te hizo esta vez.
- Está muy pesado,
creo que se ha propuesto que tengo que caer a sus pies o algo parecido y me
está sacando de quicio.-dije.- Que si dame un beso o no sales de aquí, que si…-me
cortó.
- Espera, espera.-se
giró a mirar a la mesa donde se sentaban él y Louis, que estaban riendo, para
mirarme de nuevo a mí y hablar en un tono de voz más bajo.- ¿Te pidió un beso a
cambio de dejarte salir de su casa? –asentí con la cabeza.- ¿Lo hiciste?
- ¿De verdad me lo
preguntas?
~Flashback~
- Por hoy es
suficiente.-dije levantándome de la silla, cogí mi mochila y di unos pasos
hasta la puerta, pero me encontré con él, que me miraba, apoyando la espalda en
la puerta.- ¿Qué me miras?
- Lo preciosa que
estás, Gia.
- Deja de decir
idioteces, ¿quieres? –me acerqué para poner la mano en el picaporte de la puerta,
abrirla y salir de allí, pero me lo impidió poniendo su mano encima de la mía.-
¿Qué haces?
- Hay que pagar el
peaje para salir.-sonrió de lado.
- Déjame salir,
Styles.
- El peaje.-dijo
señalándose los labios con un dedo.- O no sales.
- Déjame salir por
las buenas, Styles.
- El peaje, Swan.-dijo
divertido. Resoplé.- ¿Tanto te cuesta un besito? –levantó una ceja.
- No pienso hacerlo.
- Pues no sales.-dijo
cruzándose de brazos, apoyado todavía sobre la puerta.
- ¿Cómo sé que me
dejarás salir si te lo doy?
- Confía en mi
palabra.-me eché a reír.
- Abre la puerta y lo
tendrás.
- ¿Te crees que soy
tonto? –iba a contestar cuando alguien llamó a la puerta.- ¿Quién?
- Abre Harry, soy yo,
mamá.-y no tuvo más remedio que abrir la puerta.- Venía a ver si necesitabais algo
de beber o teníais hambre.
- No se preocupe,
señora Styles, ya habíamos terminado, ¿verdad? –le sonreí, riéndome por
dentro.- Hasta otro día.-me despedí y salí de allí.
~Fin del Flashback~
Narra
Niall.
- Ya he elegido cuál
será el musical que haremos para Navidad.-dijo el profesor en cuanto todos
estuvimos sentados.- Será “Grease” así que necesitaré una chica y un chico como
personajes principales y cuatro chicos y cuatro chicas como secundarios. El
resto también participará, por supuesto, como ya os dije el otro día.
En seguida, la clase
se llenó de cuchicheos hablando sobre el musical.
- ¿Te vas a
presentar? –le pregunté.
- Otro
igual.-resopló.
- Os dejo unos
minutos para que lo penséis y empezamos con las pruebas, ¿de acuerdo? –dijo y
salió de clase.
- Vamos Des,
anímate.-le di un codazo.
- Lo haré si te
presentas tú también.
- Si claro, ¿y
arriesgarme a ser pareja de Vanessa? No, gracias.-dije y reímos.
- Pues entonces, yo
tampoco lo haré.
-Está bien, está
bien.
- Se suponía que no
tenías que aceptar.-el profesor entró de nuevo.
- ¿Y bien?
¿Candidatas?-preguntó. Inmediatamente, Vanessa levantó la mano y Helen hizo lo
mismo después de ella.- Al escenario las dos.-puso una de las canciones de la
película para que cantaran por turnos, primero Vanessa y después Helen.-
Gracias chicas.-Y volvieron a su sitio.- ¿Alguna más? –preguntó y yo hice que
Des levantara su brazo.- Vaya, no lo esperaba pero adelante, señorita
Miller.-Des subió al escenario y cantó otro trocito de la canción, el profesor
la aplaudió cuando terminó.- Y ahora los chicos, ¿algún voluntario? –pero ninguno
levantaba la mano.
- Horan se
presenta.-dijo Des.
Y salí al escenario,
seguido de Louis y Harry que habían sido obligados prácticamente por las otras
dos y un par de chicos más.
- Está bien, gracias,
la semana que viene os diré los papeles.
Narra
Taylor.
Había pasado una
noche horrible, por eso, en cuanto llegó la hora de ir a clase, llamé a Rebecca
para decirla que hoy no iría a clase. Mis padres pasaban todo el día trabajando
y no volvían hasta por la tarde, así que pasé toda la mañana en la cama. Bec
había quedado en venir a la hora de la comida y hacerme compañía aunque era ya
hora de que estuviera aquí pero no había ni rastro de ella. Llamaron al timbre.
“Hablando de la reina de Roma” pensé, bajé a abrir la puerta pero me equivoqué
totalmente. No era ella quien estaba al otro lado.
- ¿Liam?
- ¿Cómo te
encuentras? –me preguntó.
- Algo mejor,
gracias.-contesté.
- He traído algo de
comer.-dijo enseñándome unas bolsas que traía.- Y el café que te
debía.-sonrió.- ¿Me dejas pasar?
- Claro, pasa.-dije
dejándole entrar. ¿Cómo podía ser tan extremadamente adorable?
Narra
Zayn.
- Tú eres
diferente.-dije sonriéndole y vi como automáticamente se ponía colorada.
No hablamos más
durante el resto de la clase, ni del día.
- Hoy tienes que
volver sola a casa.-le dije cuando sonó el timbre que indicaba la salida.
- Ah, no, no
importa.-sonrió levemente y salió corriendo de allí. Quizás le había molestado
lo de esta mañana.
- ¿Nos vamos? –me preguntó
Niall.
Como no sabía dónde
estaba su casa, me había propuesto ir a comer con él y así después ya nos
poníamos con nuestra tarea. Salimos del instituto y fuimos hasta su casa
acompañados por Des, una chica muy alegre que no había parado de hablar y
regañar a Niall durante todo el camino.
- Perdónala, está un
poco loca a veces, pero en el fondo es adorable.-me dijo mientras entrábamos en
su casa.
Su madre nos esperaba
ya con la mesa puesta, comimos y después subimos a su habitación a hacer el
trabajo. Sobre las siete de la tarde más o menos, decidimos dejarlo y volví a
casa. Vi delante esa melena morena que sabía perfectamente de quien era, anduve
más rápido para alcanzarla y cuando estuve a su altura di un ligero toque en su
hombro, ella se giró sobresaltada.
- ¡Qué susto me has
dado, Zayn! –dijo quitándose los cascos.
- Lo siento, lo
siento.-reí.
- ¿Qué tal con Niall?
- Bien, bien, ¿y tú?
¿de dónde vienes?
- De la biblioteca,
de buscar más información para el trabajo.
- Creo que todos
estamos igual con el dichoso trabajo.-reímos y luego caminamos en silencio
hasta llegar a la puerta de mi casa.- Jess, oye, siento si te ha molestado lo
de esta mañana, yo quería decir que eres diferente pero en plan bien, ya sabes.
- Eh, no importa, no
me ha molestado en absoluto.-sonrió levemente, sus mejillas volvían a estar
rojas.
- ¿Te han dicho
alguna vez que hasta sonrojada estás guapa? -¿Lo he dicho en alto? Mierda.
Agachó la mirada y yo no sabía qué más decir después de mi frase genial.
- ¡Zayn, Zayn! –gritó
la pequeña Safaa llegando hasta donde estábamos.
- ¿Y esta niña tan
mona? –dijo Jess.
- Es mi
hermana.-sonreí.- Safaa, Jess, Jess, Safaa.
- Encantada.-sonrió tendiéndole
la mano a mi hermana.
Narra
Destiny.
Afortunadamente esta
semana había pasado bastante rápido. Me levanté temprano el sábado ya que tenía
que ir a casa de Louis a seguir haciendo el trabajo de literatura. Desayuné y
después de darme una ducha, me puse unas mayas negras, una camiseta rosa de
manga corta y las converse rosas. Me despedí de mi hermana y de mi madre, cogí
las cosas y crucé la calle. Llamé a la puerta y esta vez, me abrió su madre,
Jay.
- Hola Des.-sonrió dándome
un beso en la mejilla.
- Buenos días.
- Ya sabes el camino.
- Claro,
gracias.-pasé y saludé a sus hermanas que veían los dibujos en la televisión y
subí hasta su cuarto.- ¿Se puede? –dije llamando a la puerta.
- Sí, pasa.-me
contestó y entré.
En seguida nos
pusimos a trabajar y a la hora de comer habíamos avanzado bastante. Bajamos
hasta el salón para despedirme de su madre y sus hermanas para irme a casa.
- Louis, tienes que
quedarte con las cuatro hasta las cinco, me ha salido un imprevisto.-le dijo su
madre.
- Pero no puedo, he
quedado con Harry a comer.
- Pues lo siento pero
tienes que quedarte, es importante.
- Pero.-replicó él.
- Nada de peros.
- No es por meterme
pero, si quieres puedo quedarme yo con ellas, Jay.-me ofrecí.
- Seguro que tienes
un montón de cosas que hacer.
- Claro que no, pueden
venirse a mi casa y comer allí, seguro que a Wen y mi madre no les importa.
- ¿Segura?
- Segurísima.
- Bueno, entonces, en
un rato te las llevo.-dijo su madre.- Muchísimas gracias, Des.
- No es nada, ya
sabes que me encantan los niños, me quedo con ellas encantada.-sonreí. Louis me
acompañó hasta la puerta.
- Te debo una.
- Con que hables más
que yo en la exposición me doy por pagada.-dije.
- Hecho.
¿Qué tal? ¿Qué os ha parecido? Espero que os haya gustado. Muchas gracias y...¡nos vemos en el próximo!
Love,
Sarai.