lunes, 28 de enero de 2013

Capítulo Nueve: Peaje.




Narra Harry.

Mitad de semana. Ya solo quedan tres días y habrá vuelto mi adorado fin de semana. Al llegar a la puerta del instituto me encontré con Louis, como todos los días y subimos hasta clase charlando.

- ¿Y qué cómo fue la tarde ayer? –me preguntó.
- Muy bien.
- ¿No os matasteis? –dijo soltando una risita después.
- Que va, si ella está encantada, no ves que es la excusa perfecta para estar más tiempo conmigo.-respondí entrando en clase, fuimos a nuestro sitio, pasando al lado de Gia y Des que ya estaban sentadas.- Buenos días, chicas.
- Buenos días.-contestó Des educadamente.
- ¿Dónde dejas los modales, Gia? –pregunté levantando una ceja.
- ¿Por qué no haces como que no existo, Styles? –me contestó.
- Entonces qué, hago el trabajo con mi amigo invisible, ¿no? –reí.
- Eres insoportable.
- Gracias.-le tiré un beso antes de sentarnos.
- Ya lo veo ya, está deseando pasar un rato contigo a solas.-dijo Louis riendo.


Narra Rebecca.

- Buenos días, princesa.-sentí unos labios en mi mejilla derecha, levanté la cara de los apuntes y me giré para mirarle y darle un beso en los labios.
- Buenos días.-sonreí.
- Te veo muy atareada desde tan pronto.-rió.- ¿Qué haces?
- El francés que me trae por la calle de la amargura.-expliqué después de soltar un bufido.
- A ver si yo puedo ayudarte.-se sentó en la silla de al lado, la que normalmente ocupaba Tay.
- ¿Tú? Pero si no tienes ni idea de francés.-reí mirándole.
- Calla, petite.-dijo intentando poner acento francés, mientras se ponía a mirar el libro.


Narra Louis.

- ¿Y tú qué? ¿Qué tal ayer con Des? –me preguntó Harry cambiando de tema.
- Bien.-me encogí de hombros.- Estuvimos con el trabajo.

- ¿Y? ¿Eso es todo? –reí asintiendo con la cabeza.- Puff, nada interesante entonces.
- Bueno, hay algo que tengo que contarte.-hice una pausa y le conté lo que había hecho: borrar aquel mensaje. Tenía que contárselo a alguien.
- ¿Qué hiciste qué? –preguntó casi gritando.
- Shh.
- Estás loco.-dijo negando levemente con la cabeza.- Como se entere se enfadará contigo de nuevo.
- No tiene por qué enterarse.
- Ya claro. ¿Se puede saber en qué demonios pensabas? –rió.
- No lo sé, fue como un impulso.-dije.- ¿Y tú de qué que ríes?
- Si te vieras.-dijo riendo de nuevo.- Estás celoso no, lo siguiente.
- ¿Celoso? ¿Yo? Tú sí que estás loco, Hazza.

Gracias a Dios, entró el profesor en clase, evitando que esa conversación siguiera. Él empezó a hablar pero en mi cabeza solo estaban las palabras de Harry. Reí interiormente. Yo celoso, sí, claro, por ella. Já.


Narra Jessica.

Salí de casa y le vi salir a él también. Me vio y esperó a que llegara a su altura. Nos saludamos con un “buenos días” que dijimos a la vez y que nos hizo reír y caminamos hablando hasta el instituto. Entramos en clase, él se fue a nuestro sitio y yo a saludar a los demás. En cuanto entró el profesor, volví a mi sitio.

- Son simpáticos, ¿sabes? –le dije casi en un susurro.
- No soy muy sociable que digamos, me cuesta relacionarme con la gente.-me contestó mirando a la pizarra, disimulando, haciendo que atendía a lo que el profesor decía.
- ¿Y yo qué soy entonces? ¿un bicho raro? –dije.
- Tú eres diferente.-dijo mirándome, esbozando una pequeña sonrisa que hizo que todo mi calor corporal se fuera directamente a mis mejillas.



Narra Liam.

Llegué a clase último esta vez, Gia, Des y Jess charlaban animadamente mientras que Niall intentaba ayudar a su novia con unos ejercicios en francés.

- ¿Desde cuándo sabe francés? –pregunté señalándole.
- Desde nunca.-me contestó Des riendo.
- Ah, entonces seguro que la está ayudando mucho.-reí dejando mi mochila en la silla.- ¿Y Tay?
- Al parecer tenía fiebre, ¿no Bec? –dijo Gia.
- Sí, no se encontraba muy bien desde anoche así que ha preferido quedarse en casa.-explicó Bec.
- Me voy a mi sitio.-dijo Jess en cuanto el profesor entró en clase.- Luego tenemos que hablar del trabajo, eh.-asentí con la cabeza.

La primera clase fue algo pesada, menos mal que después tenía dibujo y al menos lo pasaría un poco mejor. El resto del día lo pasé dando vueltas a una idea que rondaba mi cabeza desde primera hora del día.


Narra Gianna.

 - ¿Tan mal fue ayer? –preguntó Des después de la pequeña conversación con Harry.
- Mal no, ¡peor! –dije causando su risa.- No tiene ni pizca de gracia.-me crucé de brazos.
- A ver, cuéntame que te hizo esta vez.
- Está muy pesado, creo que se ha propuesto que tengo que caer a sus pies o algo parecido y me está sacando de quicio.-dije.- Que si dame un beso o no sales de aquí, que si…-me cortó.
- Espera, espera.-se giró a mirar a la mesa donde se sentaban él y Louis, que estaban riendo, para mirarme de nuevo a mí y hablar en un tono de voz más bajo.- ¿Te pidió un beso a cambio de dejarte salir de su casa? –asentí con la cabeza.- ¿Lo hiciste?
- ¿De verdad me lo preguntas?

~Flashback~

- Por hoy es suficiente.-dije levantándome de la silla, cogí mi mochila y di unos pasos hasta la puerta, pero me encontré con él, que me miraba, apoyando la espalda en la puerta.- ¿Qué me miras?
- Lo preciosa que estás, Gia.

- Deja de decir idioteces, ¿quieres? –me acerqué para poner la mano en el picaporte de la puerta, abrirla y salir de allí, pero me lo impidió poniendo su mano encima de la mía.- ¿Qué haces?
- Hay que pagar el peaje para salir.-sonrió de lado.
- Déjame salir, Styles.
- El peaje.-dijo señalándose los labios con un dedo.- O no sales.
- Déjame salir por las buenas, Styles.
- El peaje, Swan.-dijo divertido. Resoplé.- ¿Tanto te cuesta un besito? –levantó una ceja.
- No pienso hacerlo.
- Pues no sales.-dijo cruzándose de brazos, apoyado todavía sobre la puerta.
- ¿Cómo sé que me dejarás salir si te lo doy?
- Confía en mi palabra.-me eché a reír.
- Abre la puerta y lo tendrás.
- ¿Te crees que soy tonto? –iba a contestar cuando alguien llamó a la puerta.- ¿Quién?
- Abre Harry, soy yo, mamá.-y no tuvo más remedio que abrir la puerta.- Venía a ver si necesitabais algo de beber o teníais hambre.
- No se preocupe, señora Styles, ya habíamos terminado, ¿verdad? –le sonreí, riéndome por dentro.- Hasta otro día.-me despedí y salí de allí.

~Fin del Flashback~


Narra Niall.

- Ya he elegido cuál será el musical que haremos para Navidad.-dijo el profesor en cuanto todos estuvimos sentados.- Será “Grease” así que necesitaré una chica y un chico como personajes principales y cuatro chicos y cuatro chicas como secundarios. El resto también participará, por supuesto, como ya os dije el otro día.

En seguida, la clase se llenó de cuchicheos hablando sobre el musical.

- ¿Te vas a presentar? –le pregunté.
- Otro igual.-resopló.
- Os dejo unos minutos para que lo penséis y empezamos con las pruebas, ¿de acuerdo? –dijo y salió de clase.
- Vamos Des, anímate.-le di un codazo.
- Lo haré si te presentas tú también.
- Si claro, ¿y arriesgarme a ser pareja de Vanessa? No, gracias.-dije y reímos.

- Pues entonces, yo tampoco lo haré.
-Está bien, está bien.
- Se suponía que no tenías que aceptar.-el profesor entró de nuevo.
- ¿Y bien? ¿Candidatas?-preguntó. Inmediatamente, Vanessa levantó la mano y Helen hizo lo mismo después de ella.- Al escenario las dos.-puso una de las canciones de la película para que cantaran por turnos, primero Vanessa y después Helen.- Gracias chicas.-Y volvieron a su sitio.- ¿Alguna más? –preguntó y yo hice que Des levantara su brazo.- Vaya, no lo esperaba pero adelante, señorita Miller.-Des subió al escenario y cantó otro trocito de la canción, el profesor la aplaudió cuando terminó.- Y ahora los chicos, ¿algún voluntario? –pero ninguno levantaba la mano.
- Horan se presenta.-dijo Des.

Y salí al escenario, seguido de Louis y Harry que habían sido obligados prácticamente por las otras dos y un par de chicos más.

- Está bien, gracias, la semana que viene os diré los papeles.


Narra Taylor.

Había pasado una noche horrible, por eso, en cuanto llegó la hora de ir a clase, llamé a Rebecca para decirla que hoy no iría a clase. Mis padres pasaban todo el día trabajando y no volvían hasta por la tarde, así que pasé toda la mañana en la cama. Bec había quedado en venir a la hora de la comida y hacerme compañía aunque era ya hora de que estuviera aquí pero no había ni rastro de ella. Llamaron al timbre. “Hablando de la reina de Roma” pensé, bajé a abrir la puerta pero me equivoqué totalmente. No era ella quien estaba al otro lado.

- ¿Liam?
- ¿Cómo te encuentras? –me preguntó.
- Algo mejor, gracias.-contesté.
- He traído algo de comer.-dijo enseñándome unas bolsas que traía.- Y el café que te debía.-sonrió.- ¿Me dejas pasar?

- Claro, pasa.-dije dejándole entrar. ¿Cómo podía ser tan extremadamente adorable?


Narra Zayn.

- Tú eres diferente.-dije sonriéndole y vi como automáticamente se ponía colorada.

No hablamos más durante el resto de la clase, ni del día.

- Hoy tienes que volver sola a casa.-le dije cuando sonó el timbre que indicaba la salida.
- Ah, no, no importa.-sonrió levemente y salió corriendo de allí. Quizás le había molestado lo de esta mañana.
- ¿Nos vamos? –me preguntó Niall.

Como no sabía dónde estaba su casa, me había propuesto ir a comer con él y así después ya nos poníamos con nuestra tarea. Salimos del instituto y fuimos hasta su casa acompañados por Des, una chica muy alegre que no había parado de hablar y regañar a Niall durante todo el camino.

- Perdónala, está un poco loca a veces, pero en el fondo es adorable.-me dijo mientras entrábamos en su casa.

Su madre nos esperaba ya con la mesa puesta, comimos y después subimos a su habitación a hacer el trabajo. Sobre las siete de la tarde más o menos, decidimos dejarlo y volví a casa. Vi delante esa melena morena que sabía perfectamente de quien era, anduve más rápido para alcanzarla y cuando estuve a su altura di un ligero toque en su hombro, ella se giró sobresaltada.

- ¡Qué susto me has dado, Zayn! –dijo quitándose los cascos.
- Lo siento, lo siento.-reí.
- ¿Qué tal con Niall?
- Bien, bien, ¿y tú? ¿de dónde vienes?
- De la biblioteca, de buscar más información para el trabajo.
- Creo que todos estamos igual con el dichoso trabajo.-reímos y luego caminamos en silencio hasta llegar a la puerta de mi casa.- Jess, oye, siento si te ha molestado lo de esta mañana, yo quería decir que eres diferente pero en plan bien, ya sabes.
- Eh, no importa, no me ha molestado en absoluto.-sonrió levemente, sus mejillas volvían a estar rojas.
- ¿Te han dicho alguna vez que hasta sonrojada estás guapa? -¿Lo he dicho en alto? Mierda. Agachó la mirada y yo no sabía qué más decir después de mi frase genial.

- ¡Zayn, Zayn! –gritó la pequeña Safaa llegando hasta donde estábamos.
- ¿Y esta niña tan mona? –dijo Jess.
- Es mi hermana.-sonreí.- Safaa, Jess, Jess, Safaa.
- Encantada.-sonrió tendiéndole la mano a mi hermana.


Narra Destiny.

Afortunadamente esta semana había pasado bastante rápido. Me levanté temprano el sábado ya que tenía que ir a casa de Louis a seguir haciendo el trabajo de literatura. Desayuné y después de darme una ducha, me puse unas mayas negras, una camiseta rosa de manga corta y las converse rosas. Me despedí de mi hermana y de mi madre, cogí las cosas y crucé la calle. Llamé a la puerta y esta vez, me abrió su madre, Jay.

- Hola Des.-sonrió dándome un beso en la mejilla.
- Buenos días.
- Ya sabes el camino.
- Claro, gracias.-pasé y saludé a sus hermanas que veían los dibujos en la televisión y subí hasta su cuarto.- ¿Se puede? –dije llamando a la puerta.
- Sí, pasa.-me contestó y entré.

En seguida nos pusimos a trabajar y a la hora de comer habíamos avanzado bastante. Bajamos hasta el salón para despedirme de su madre y sus hermanas para irme a casa.

- Louis, tienes que quedarte con las cuatro hasta las cinco, me ha salido un imprevisto.-le dijo su madre.
- Pero no puedo, he quedado con Harry a comer.
- Pues lo siento pero tienes que quedarte, es importante.
- Pero.-replicó él.
- Nada de peros.
- No es por meterme pero, si quieres puedo quedarme yo con ellas, Jay.-me ofrecí.
- Seguro que tienes un montón de cosas que hacer.
- Claro que no, pueden venirse a mi casa y comer allí, seguro que a Wen y mi madre no les importa.
- ¿Segura?
- Segurísima.
- Bueno, entonces, en un rato te las llevo.-dijo su madre.- Muchísimas gracias, Des.
- No es nada, ya sabes que me encantan los niños, me quedo con ellas encantada.-sonreí. Louis me acompañó hasta la puerta.
- Te debo una.
- Con que hables más que yo en la exposición me doy por pagada.-dije.
- Hecho.

¿Qué tal? ¿Qué os ha parecido? Espero que os haya gustado. Muchas gracias y...¡nos vemos en el próximo! 
Love, 
Sarai.

viernes, 25 de enero de 2013

Capítulo Ocho: El duende y la mariposa.




Narra Liam.

Martes. Otra vez en clase de dibujo con Gia. Una de mis asignaturas favoritas. El profesor nos había mandado hacer una caricatura del compañero que teníamos al lado y en eso estábamos, Gia se reía mucho mientras dibujaba y yo intentaba ver qué pintaba pero ella tapaba su bloc.

-¡Terminado! –dijo quizás demasiado alto y algunos compañeros se giraron a mirarla.-
- Quiero verlo.-dije.
- Me vas a matar.-rió.- Quiero ver el mío.
- Las damas primero.-dije cogiendo mi blog y escondiéndolo tras mi espalda.
- Está bien, está bien, pero no me pegues.-dijo y me enseñó su dibujo.
- Eh, ¡yo no tengo esas orejas!-protesté mientras ella reía.
- ¿Sabes lo que es una caricatura? Hay que exagerar los rasgos.-explicó.
- Lo sé perfectamente.-dije enseñándole el mío.
- Ala, te has pasado, querido. Has destrozado mis preciosos rizos.-dijo tocándose uno de ellos. Nos miramos seriamente para después echarnos a reír.
- ¡VENGANZA! –dijimos a la vez y cogimos de nuevo los lápices. Yo le pinte unos labios demasiado gruesos.
- Mira, labios de silicona.-le saqué la lengua.
- Te vas a enterar.-dijo y después de hacer algunos trazos, me lo volvió a enseñar, me había plantado unos dientes enormes.

Estuvimos así un buen rato, yo le pintaba ojos saltones y ella me volvía uniceja, hasta que el profesor vino a ver nuestros resultados y lógicamente nos mandó volver a repetirlo para el próximo día y hacerlo bien o empezaríamos el curso con un cero.


Narra Gianna.

Salimos entre risas Liam y yo de la clase de dibujo y antes de entrar en nuestra aula habitual pasamos por las taquillas para coger los libros de literatura, nuestra siguiente clase.

Entramos en clase donde ya estaban los demás, me senté, como siempre, al lado de Des y charlamos un rato mientras llegaba el profesor. Se puso como todos los días a dar su habitual charla y luego a recordarnos de nuevo que debíamos empezar a trabajar en lo que nos había mandado el primer día. Por último, antes del recreo teníamos historia.

- Gia.-me llamó desde la parte trasera de la clase. Le ignoré, como siempre.- Gia.-repitió esta vez delante de mi mesa, estaba sola ya que los demás habían salido para ir a la cafetería a por algo para comer.- Deberíamos quedar para empezar con el trabajo, ¿no? –sonrió de lado, mirándome.
- ¿Y desde cuándo te importa a ti tanto hacer los trabajos de clase? –pregunté molesta. Cada día le soportaba menos.
- Desde que me tocó contigo.-apoyó sus manos en la mesa, dejando su cara demasiado cercana a la mía.
- Esta tarde.-dije seca.
- ¿Está tarde qué? –preguntó moviendo las cejas, en la misma posición.
- El trabajo, idiota.-contesté y salí de clase no sin antes oír su voz que me gritaba “te espero a las seis y media en mi casa” y de mandarle mi respuesta levantando mi dedo corazón de la mano derecha.


Narra Niall.

- Por parejas, venga, a cantar.-dijo el profesor. Des y yo nos miramos.
- ¿Haría usted el honor de cantar conmigo, pequeña mariposa? –dije y reímos.
- Por supuesto que sí, duendecillo.-
- ¿Tiene a su pareja ya, Horan? –asentí con la cabeza, cogí mi guitarra y ambos subimos al escenario. Cantamos una canción que nos gustaba bastante a los dos: “I’m yours”.- No está nada mal.-dijo el profesor aplaudiéndonos al igual que algunos de nuestros compañeros y volvimos a nuestro sitio.

- Tú y yo deberíamos montar un dúo musical.-dijo Des cuando nos sentamos.
- Y nos llamaríamos “El duende y la mariposa” ¿no? –y nos echamos a reír ante mi comentario.

La clase de música pasó bastante rápido pero toda la alegría acabó cuando tuvimos que ir a literatura. Después teníamos historia y luego recreo. Salimos prácticamente corriendo de clase para llegar a la cafetería porque luego se montaba demasiado jaleo y se acababan los mejores bollos. Vi a Zayn apoyado en un rincón, un poco apartado del resto, creo que fumando y decidí ir a hablar con él, aún no habíamos pensado nada sobre el trabajo.

- ¿Niall, verdad? –preguntó cuando llegué hasta él. Asentí con la cabeza.
- Como te pillen te va a caer una buena.-dije refiriéndome al cigarrillo.
- No lo harán, tranqui.-dijo.
- Oye, creo que deberíamos empezar con el trabajo que si no luego se nos amontonarán.-
- Claro, ¿dónde podemos hacerlo?
- Puedes pasarte por mi casa esta tarde.
- Hoy tengo entrenamiento, ¿qué tal mañana?
- Perfecto.-dije.- Puedes venirte con nosotros si quieres eh.-dije señalando donde estaban los demás.- No mordemos ni nada por el estilo.-rió levemente.
- Gracias pero prefiero quedarme aquí un rato más.
- Como quieras.-sonreí y volví a nuestro grupillo.


Narra Jessica.

- ¿Entonces qué? Quedamos el sábado por la tarde y vamos a la feria, ¿no? –preguntó Tay.
- Por mí sí.-contesté.
- Yo también me apunto.-dijo Liam.
- Entonces decidido.-dijo Des.- no hagáis planes para el sábado.
- Pues nosotros teníamos ya.-dijo Bec mirando a Niall que la agarraba desde atrás por la cintura.
- Pues canceláis el sábado romántico y os venís con nosotros.-dijo Gia.

Cuando terminó el recreo tuvimos tres clases más: historia, lengua y matemáticas. Asignatura que por cierto odiaba más que nada en este mundo y que no se me daba para nada bien. Sonó el timbre dándonos la señal para salir rápidamente de allí y volver a casa a comer.


Narra Zayn.

Iba camino a mi casa cuando escuché que alguien venía cansado detrás de mí, como si viniera corriendo.

- Madre mía, ¡qué rápido andas! Casi no te alcanzo.-dijo llegando a mi lado, parándose un momento para respirar. Me hizo gracia verla en aquel estado.
- La próxima vez pégame un grito y me paro a esperarte.-dije y empezamos a caminar de nuevo por la calle mientras hablábamos un poco. Estábamos casi llegando a mi casa.- Mañana nos vemos, Jess.
- Oye, Zayn.-me llamó.- El sábado vamos a ir todos, bueno ya sabes, las chicas, Niall y Liam, vamos a ir a una feria que al parecer ponen en la plaza y eso.-hizo una pequeña pausa.- Podrías venir con nosotros, vamos si no tienes otros planes y te apetece.
- Pues Jess…
- Olvídalo, no importa.-dijo cortándome, algo ¿decepcionada?
- Eh, iba a decir que estaría bien.-sonreí y ella lo hizo conmigo.
- Genial, hasta mañana entonces, ya hablaremos para quedar y así vamos juntos, ¿te parece? –dijo ya andando para meterse en su casa.
- Claro, perfecto.-dije antes de verla entrar.


Narra Rebecca.

Después de las tres horas de clase que seguían al recreo, nos fuimos a casa. Cuando terminé de comer, subí a la habitación a cambiarme de ropa, tenía ensayo con las animadoras así que, me puse el traje que constaba de una falda quizás algo corta para mi gusto y un top que dejaba el ombligo al aire, ambas cosas con los colores por supuesto del instituto. Salí de casa para llegar a tiempo, nuestra querida capitana odiaba que alguna llegara tarde a los ensayos.

Cuando llegué al campo de fútbol, los chicos ya estaban con su entrenamiento de fútbol y me dirigí donde estaba el resto de las animadoras.

- ¿Lista para empezar? –le pregunté a Des dejando mi bandolera en las gradas.
- No.-respondió riendo.- No sé cómo me he dejado convencer para entrar aquí.
- Porque me adoras.-dije sonriendo triunfante.
- Será por eso, sí.-
- Basta de charla y a ensayar.-dijo Vanessa en cuanto llegó.

Estaba claro que ni Des ni yo le caíamos bien a Vanessa porque según ella no hacíamos nada bien. Afortunadamente, ella tenía cosas que hacer y terminamos un rato antes de lo previsto.

Narra Louis.

Terminamos el entrenamiento y fui hasta casa. Nada más entrar fui directamente a darme una ducha. Me cambié de ropa y me puse a preparar un poco las cosas mientras esperaba a que Des viniera para empezar con el dichoso trabajo de literatura.

- Voy.-grité desde arriba cuando sonó el timbre. Bajé las escaleras y abrí la puerta. Entró en casa y subimos a mi habitación.- Bueno, ¿por dónde quieres que empecemos? –pregunté sentándome en una silla a su lado.
- Lo primero es elegir sobré qué hacerlo, ¿no?
- ¿Tienes alguna idea o preferencia?
- Podemos coger alguna de las novelas románticas del siglo XIX.-sugirió y yo reí.

- Sabía que elegirías esa parte.
- Propón tú algo entonces.
- Eso está bien.

Una vez elegimos el tema, pasamos unas dos horas buscando información en nuestro libro de texto y páginas de internet y buscando libros que pudieran servirnos de la biblioteca.

- Creo que está bien por hoy.-dijo levantándose y colgándose en un hombro la mochila.
- ¿Te parece si seguimos el sábado por la mañana? –pregunté y ella asintió.
- Claro.-salimos de la habitación y bajamos hasta el salón.
- Adiós, Des.-y salió de casa. Subí de nuevo a mi habitación y estuve haciendo un par de cosas que nos habían mandado. Mi madre llegó a la hora de cenar con mis hermanas y después de cenar, cuando subí a mi habitación escuché una musiquita que no reconocía como mi tono de móvil. Se había dejado su móvil encima de la mesa. Era un mensaje de un tal Mark y por cotillear, lo abrí.

“Preciosa, ¿qué tal todo? Te echo de menos. Tengo una sorpresa para ti: ¿adivina quién tiene libre el sábado y va a ir a verte? Te quiero xx”

Sentí un impulso muy fuerte en aquel momento de borrar ese mensaje y no sé cuál fue la razón pero terminé haciéndolo.


Narra Taylor.

Estaba esperando a que Bec llegara de su ensayo en la biblioteca para empezar a hacer nuestro trabajo. Ya teníamos elegido el tema asique era hora de ponerse a buscar cosas que nos sirvieran. Llegó sobre las 6 y después de llevar una hora más o menos, tuve que levantarme a por un café porque se me estaban cerrando los ojos de lo aburrida que estaba. Fui hasta la máquina que había en la biblioteca pero lamentablemente no pude disfrutar de mi café, ya lo hizo mi camiseta por mí.

- Lo siento, lo siento, lo siento.-
- ¿Qué pasa contigo? ¿Eres especialista en tirarme cosas encima? ¿Qué pasa? ¿No te gusta cómo voy vestida? –dije en tono divertido.
- No, sí, quiero decir…-hizo una pausa.- Soy muy torpe, ¿verdad? –dijo y reí.
- Hombre un poquito.
- Lo siento, de verdad. Es la segunda vez que pasa.
- No te preocupes, eso sí me tendrás que comprar una falda y una camiseta nueva.-dije.
- Claro, claro, lo haré.
- Que es una broma, Liam. En serio, no pasa nada.
- ¿Segura?-asentí con la cabeza.- Algo haré para compensar mi torpeza, lo prometo.-sonrió.
- Con que me invites a un café me vale.
- Eso está hecho.


Narra Harry.

Miré el reloj: las seis y media. ¿No iba a venir o qué? Me vi interrumpido por los nudillos de alguien que tocaban a la puerta de mi habitación. Mi hermana asomó la cabeza por la puerta.

- Ha llegado Gia.-
- Dila que pase.-sonreí guiñándole un ojo a mi hermana a lo que ella contestó con un bufido. Ella se fue y Gia entró en la habitación tirando prácticamente su mochila al suelo.
- No pienso hacer este trabajo sola.-dijo seria.
- No tenemos que ponernos ya con el trabajo, ¿no? –la miré mordiéndome levemente el labio inferior.
- ¿Para qué te crees que he venido, Styles? Cuanto antes empecemos, antes terminaremos.-dijo sentándose en una silla frente al ordenador y empezó a teclear algunas frases. Yo me dedicaba a mirarla sentado en otra silla con el dedo entre los dientes.- ¿No me has oído? Colabora un poco, hombre.-me regañó.


Narra Destiny.

Estaba ya con el pijama puesto que constaba de un pantalón bastante corto y una camiseta de manga corta, viendo una serie en la televisión con mi hermana y mi madre en el sofá. Estaba a punto de subirme a acostar cuando llamaron al timbre, ¿quién sería a estas horas?

- ¿Estabais durmiendo? –me preguntó.
- Casi.
- Siento molestar a estas horas pero te has dejado esto en mi casa.-dijo con mi móvil en la mano.
- Oh, muchas gracias Louis.-lo cogí.- Cualquier día pierdo la cabeza.-ambos reímos.
- ¿Vas a presentarte a las pruebas de protagonista para el musical?-preguntó de repente.
- No lo creo.-me miró como preguntando la razón.- Tu novia tiene el puesto sin hacer la prueba.-
- ¿Mi novia? ¿Cuál novia?
- No te hagas el tonto. Vanessa.-dije y me miró extrañado por lo que acababa de decir.- Y no me mires así, eso es lo que le va diciendo a todo el mundo.-reí de nuevo. Y era verdad, se pasaba el día hablando de lo bien que estaban ella y su novio, el gran Louis Tomlinson.
- ¿Eso dice? –asentí contestándome.- Bueno, es igual, el caso es que tú lo haces de maravilla, deberías presentarte.
- Gracias.-sonreí.- Pero no quiero problemas y si me presento y encima me cogen, se liaría una buena.-
- No os lleváis muy bien, eh.
- Muy agudo, Tomlinson.-reí.- Pues no, ni yo la caigo bien ni ella a mí, es algo mutuo.
- Oh, qué bien.-dijo.- No te entretengo más, supongo que querrás irte a la cama.
- Pues sí, la verdad.-reímos.
- Hasta mañana, Des.
- Adiós y gracias de nuevo.

Aquí estoy de nuevo. Lo primero, decirle a mi retrasadilla que la he copiado la idea de poner un gif o foto de cada uno de los chicos, espero que no te moleste, y si te molesta o algo pues me lo dices que yo lo quito y no pasa nada pero es que me encanta como queda :) Espero que os haya gustado el capítulo. Muchas gracias.
Love, 
Sarai.