Capítulo Seis: La fiesta.

Narra Jessica.

Liam y yo fuimos a mi casa, así comíamos juntos y empezábamos a hablar sobre el trabajo de literatura porque si lo dejamos para más adelante, seguro que al final nos pillaba el toro.

- ¡Ya estoy en casa! –dije.

- No hace falta que grites, estoy aquí.-dijo mi madre saliendo de la cocina y besé su mejilla.

- Mamá, este es Liam, ¿te importa que se quede a comer hoy? Es que tenemos que hacer un trabajo para clase juntos.

- Encantada.-dijo sonriendo.- Claro que no.

Comimos con una charla animada los tres y después subimos a mi habitación para empezar a organizarnos un poco y empezar a mirar los temas posibles para elegir uno.

(…)

Llegué a casa después de hablar un rato con los demás en la puerta del instituto. Hoy había una fiesta por la noche, al parecer era como una especie de tradición que a principio de curso hubiera un fiesta en el instituto. Entré y mi madre estaba preparando la comida, después de comer, nos quedamos sentadas viendo una película que echaban en la tele.

- ¿Te pasa algo, Jess? –me preguntó mi madre.

- ¿Eh? No, nada.

- Estás muy pensativa.

- Es que bueno, esta noche hay una fiesta pero no sé si ir.-dije.

- ¿Y por qué no?

- No quiero dejarte sola.-dije y mi madre sonrió.

- Pues por mí no lo hagas, si te apetece ir, ve y pásalo bien con tus amigos.

- ¿Segura? –pregunté. Ella asintió con la cabeza.

- Anda, ve a arreglarte.-la abracé y después de besar su mejilla subí a ducharme y vestirme. Bajé a la media hora.- Guapísima, seguro que le encantas a ese amigo tuyo.

- ¿A quién? ¿A Liam? –reí.

- Te gusta ese chico.-dijo muy segura.

- Claro que no, mamá. Es solo mi amigo.-sonreí.- Vale, sí, es un chico adorable.

- Y muy guapo.

- Sí y muy guapo también pero no es mi tipo, mamá. Y me voy que al final llego la última.-sonreí y besé su mejilla.

- Pásalo bien.-se despidió mi madre y salí de casa.

Narra Niall.

Sonó la campana que nos hacía libres de seguir un minuto más ahí sentados. Nos levantamos y empezamos a guardar todas nuestras cosas para salir del instituto y disfrutar del fin de semana, empezando por la fiesta de esta noche.

Salimos de clase y tras quedarnos un rato charlando en la puerta, me despedí de mi novia con un pequeño beso en los labios y de los demás con un “hasta esta noche”. Des y yo seguimos nuestro camino hasta mi casa mientras hablábamos un poco de todo, como hacíamos siempre.

- ¿Paso a por ti entonces? –me preguntó.

- Claro, a las ocho te quiero aquí.-dije haciendo un gesto con el dedo índice, señalando la entrada de mi casa.

- De acuerdo.-besó mi mejilla y empezó a andar, alejándose de mi casa.

- ¡Sé puntual! –le grité.

- Lo seré, la especial en impuntualidades es tu novia.-dijo riendo y yo le saqué la lengua. Cuando la vi desaparecer calle abajo, me metí en casa.

Mi madre ya tenía la comida preparada, puesta en la mesa, así que subí rápidamente a dejar la mochila en mi habitación y después de besar su mejilla, me senté a la mesa con ella.

Sobre las siete y media, me metí en la ducha para arreglarme después. Unos vaqueros oscuros, un polo rojo de manga corta a juego con las zapatillas y listo.

- ¿Ya te vas? –preguntó mi madre.

- En cuanto Des venga a por mí.-contesté y justo sonó el timbre.- Que debe estar ahí.-Fui a abrir.- Vaya, que hippie vas tú hoy, ¿no? –reí levemente. Llevaba un vestido con algo de vuelo de flores de colores por encima de las rodillas, una cazadora vaquera en la mano por si luego hacía fresco, unos botines marrones, y en el pelo una trenza finita que atravesaba su frente.

- Y tú vas muy rojo.-dijo mirándome de arriba abajo, riendo también. La miré serio.- Que es broma, vas muy guapo duendecillo.

- Mamá, ¡me voy! –grité.

- Espera, espera, que salgo a saludar a esta chica, que hace mucho que no la veo.-dijo mi madre llegando a la puerta. Se saludaron con un par de besos en la mejilla.- A ver si vienes algún día a comer con nosotros como antes.

- Claro, Maura, en cuanto tenga que venir a ayudar a éste.-me señaló.- con lengua.

- ¿Me estás llamando torpe? –pregunté haciéndome el indignado.

- Por supuesto que no.-me contestó riendo.

- No os entretengo más, pasadlo bien.-dijo mi madre y después de otro beso de despedida, salimos de allí los dos.

Narra Taylor.

Había elegido para esta ocasión ponerme una falda de volantes con un top palabra de honor, a juego con unas zapatillas de cuña y el pelo recogido en una coleta al lado, dejándolo caer por el lado derecho. Terminé de maquillarme un poco para la fiesta y escuché el timbre. Debía de ser Rebecca, claro que era rarísimo que fuera puntual. Cogí el bolso y una chaqueta por si después, a la hora de volver, hacía frío; y bajé, abrí la puerta y efectivamente era ella.

- Eh, que ya tienes novio, no hace falta que vayas tan guapa.-la dije y ella me dio un pequeño golpe en el brazo. Pero es que era verdad, el vestido que llevaba la quedaba como un guante.- Recuérdame que nunca más te haga un cumplido.-rio.

- Es que eres muy boba, eh.-dijo y salimos de casa.- ¿Y tú qué? ¿Piensas ligarte a Liam?

- ¿Qué? –dije escandalizada mientras andábamos hasta el instituto. La fiesta era allí, en el gimnasio.- No, no, claro que no.-contesté rápidamente pero noté que el calor subía hasta mis mejillas al pensar en él.

- Ya, bueno, ya me lo dirás al final de la noche.-siguió ella después de guiñarme un ojo.

Narra Liam.

Llegué a la puerta del instituto y me encontré con Niall y Des que llegaban a la vez.

- Ala, mira, otro que viene guapísimo.-dijo ella al saludarme.- Ya quieres ligar, eh, Payne.-me dijo y reí, negando con la cabeza.

- Tú no te quedas atrás, Des.-dije devolviéndole el cumplido.

- Gracias, gracias.-dijo riendo y se puso en medio de los dos, cogiéndonos del brazo y caminamos los tres hasta el gimnasio.

Cuando llegamos vimos que ya estaba allí Gianna que vino inmediatamente hasta nosotros.

- ¡Ya era hora! Me tenéis aquí sola.-dijo con los brazos en jarra.

- No te quejes tanto que ya estamos aquí.-le dijo Nialler.

- ¿Y las demás? –preguntó Des.

- Ni idea, pero ya sabes que Bec es la tardona número uno.

- Eh, dejad de criticarme.-dijo Becca que llegaba con Taylor y directamente fue a saludar a Niall con un beso en los labios.

- ¡Hola! –gritó saludándonos con la mano a lo lejos Jess que acababa de entrar en el gimnasio y se acercó a nosotros.

- Pues venga, ahora que ya estamos todos vamos a por algo de beber.-dijo Taylor muy animada y todos fuimos a la barra a por esa bebida.

Pasamos una noche muy divertida, no paramos un minuto de bailar y reír.

Narra Gianna.

Íbamos cada uno ya con un vaso de tubo en la mano y nos colocamos en la pista de baile. Empezó a sonar una canción que me encantaba “The best damn thing”  de Avril Lavigne. Des me miró como diciendo “esta es la nuestra” y las dos  nos pusimos a cantar como locas. Lo estaba pasando genial hasta que noté unas manos rodeando mi cintura que me hicieron alejarme un poco de Des y los demás.

- ¿Bailas conmigo? –preguntó con esa voz con la que todas las chicas caían a sus pies.

- A ti ni agua, Styles, a ver si te enteras de una vez.-dije deshaciéndome de sus manos.

- Vamos, Gia.-dijo volviendo a agarrarme de la cintura, pegándome a él.- Es solo un baile.-susurró en mi oído haciendo que un escalofrío recorriera mi cuerpo.

- Hay un montón de chicas deseando bailar contigo, coge a una y déjame a mí en paz.-dije de mala gana pero esta vez no conseguí deshacerme de él.

- Pero es que a mí me apetece bailar contigo.-repitió una vez más, con voz pausada en mi oreja.

- ¿No entiendes un “no”? Es una palabra muy sencilla, Styles, solo dos letras.-dije ahora sí, soltándome por fin y empecé a caminar, pero nuevamente me agarró, esta vez del brazo, haciéndome quedar frente a él.- Que pesadito estás esta noche, Styles. ¿Se han cansado de ti o qué? –reí.

Narra Zayn.

Estaba en el salón de casa, sin saber qué hacer, mis hermanas habían salido por ahí con mi madre y mi padre estaba trabajando, así que estaba solo. Había escuchado que esta noche había una fiesta en el instituto pero no tenía muchas ganas de ir, entre otras cosas porque para qué iba a ir si iba a estar solo. No conocía a nadie excepto al rubio porque habíamos hablado un poco para ponernos de acuerdo con el trabajo que teníamos que hacer.

Miré por la ventana y la vi pasar. Iba guapísima, llevaba un pantalón negro largo ajustado con un top azul de palabra de honor y una americana negra en la mano. El azul del top resaltaba entre el negro del pantalón y el de su pelo y estaba imaginándome que sus ojos, haciendo juego con el top, sería ya una imagen prácticamente perfecta.

Sin pensarlo dos veces, subí a darme una ducha rápida, me puse unos vaqueros, una camiseta de manga corta blanca y por encima una camisa vaquera, abierta y remangada hasta el codo. Metí la cartera en el bolsillo trasero del vaquero, el móvil en el delantero, me puse las zapatillas y tras peinarme el tupé y escribir una nota a mis padres que dejé en la nevera, salí de casa y caminé hasta el instituto.

Narra Rebecca.

Cuando Tay y yo llegamos, los demás menos Jess ya estaban allí.

- Eh, dejad de criticarme.-dije, les había vuelto a escuchar llamarme tardona. Los saludé a todos, especialmente a mi novio.

- ¡Hola! –gritó saludándonos con la mano a lo lejos Jess que acababa de entrar en el gimnasio y se acercó a nosotros.

- Pues venga, ahora que ya estamos todos vamos a por algo de beber.-dijo Taylor muy animada y la seguimos a la barra a coger algo para tomar.

- ¿Te he dicho lo guapa que has venido hoy? –sonreí al escuchar su voz.

- Me haces cosquillas.-dije.

- Disculpe señorita.-dijo después de dejar un beso sobre mi cuello.

- ¿Qué parte de “me haces cosquillas” no has entendido? –dije riendo dándome la vuelta para ponerme frente a él.

- Nada.-contestó y reímos los dos antes de fundirnos en un beso. El ambiente cambió totalmente cuando empezó a sonar una canción lenta. Mis brazos como por inercia rodearon su cuello y los suyos se posaron en mi cintura. Empezamos a bailar, mirándonos a los ojos, sonriendo, soltando alguna risilla de vez en cuando. Me sentía feliz. Mucho por tenerle a mi lado. Llevaba algún tiempo enamorada de él pero como siempre me trataba como a una amiga nunca había pensado que él también me quería y no me había atrevido a hacer nada por averiguarlo. Me alegraba que él al fin, hubiera decidido a dar el paso y ahora estuviéramos juntos.

Narra Louis.

Al rato de llegar a la fiesta, Harry desapareció de mi lado, según él “tenía algo pendiente que solucionar” y a mí no me dio tiempo a aburrirme porque en cuanto Vanessa me vio, vino hacia a mí para arrastrarme, literalmente, a bailar con ella.

- Sabes que no se me da bien.-dije.

- Vamos, si bailas genial, el que mejor lo hace de toda la fiesta.-susurró en mi oído, besando mi mandíbula después.

Estuve un rato más ahí, a petición suya, hasta que pareció cansarse.

- ¿Nos vamos a terminar la fiesta en mi casa, Lou? –me preguntó mordiéndose el labio inferior mientras me miraba. Iba a contestarla cuando alguien me distrajo, la vi pasar en dirección a la salida.-

- Hoy no, Vanessa, no tengo ganas.-contesté. Tenía algo que arreglar. El otro día la había cagado pero bien con ella.

- Como quieras.-dijo resignada.- Pero si cambias de opinión, ya sabes el camino.

- Sí, sí.-dije sin prestarla mucha atención y salí prácticamente corriendo de allí, no quería que se me escapara.- ¡Des! –grité una vez fuera del instituto. Esta vez se giró a la primera.- ¿Te vas ya?

- Sí.-contestó.

- ¿Sola? –volví a preguntar.-

- Sí, los demás se quedan un rato más.-contestó y volvió a empezar a andar.

- Espera Des, ¿quieres que te lleve? –se giró y me miró con cara de sorpresa.

Narra Destiny.

- Espera Des, ¿quieres que te lleve? -¿Y ahora qué se ha tomado este?

- No hace falta, sé ir sola.-respondí y volví a seguir mi camino cuando noté una mano sobre mi brazo.

- Yo me voy ya también, vivo en frente, no me cuesta nada.-dijo mirándome.- Además.-hizo una pequeña pausa.- no está bien que andes sola a estas horas, puede pasarte algo.-dijo. Me estaba quedando alucinada. ¿Dónde estaba el chico del instituto, ese que apenas me hablaba y que pasaba de todo el mundo? Parecía que había vuelto el niño encantador que alguna vez había sido.

- ¿Desde cuándo te importa que me pueda pasar algo? –pregunté confundida.

- ¿Te acuerdas cuándo éramos niños y tu madre me pedía que cuidara de ti? –Por supuesto que me acordaba. ¿A qué venía todo esto?

- Ya no soy ninguna niña, Louis.

- Lo sé.-sonrió.- Vamos, no voy a hacerte nada.-rió. Resoplé aceptando ir con él. Subimos al coche y arrancó en dirección a nuestra calle.

Fue un camino algo incómodo, los dos en silencio, solo se escuchaban las canciones que salían en la radio, y unos minutos después, aparcó frente a su casa. Decidí romper el silencio para salir y entrar en mi casa.

- Esto…gracias por traerme.-dije.

- No hay de qué.-contestó y puse una mano en la puerta para abrirla.- Espera un momento, Des.-dijo. Le miré y siguió hablando.- Sé que el otro día debería haber empezado por ahí pero bueno, soy un poco idiota y no lo hice.-hizo una pausa.- Lo siento, de verdad, sé que me comporté como un capullo con lo de la apuesta y demás, sé que para las chicas es importante eso del primer beso.-soltó una risilla.

- No era mi primer beso.-respondí rápidamente.

- Si lo era, Des.-dijo mirándome y me sonrojé levemente.- El caso es que lo siento, ¿vale? No te voy a pedir que volvamos a ser uña y carne como en infantil porque sé que no me vas a perdonar fácilmente pero al menos, volvamos a saludarnos cuando nos vemos, no sé.-

- Está bien.-dije bajito.

- ¿Qué?

- Que está bien.-me encogí de hombros.- Tendremos que hablarnos para hacer ese trabajo, ¿no? –dije y él sonrió, asintió con la cabeza.

- ¿Quedamos mañana para empezar?

- Me voy a Londres, me toca este fin de semana. Hablamos el lunes mejor, ¿vale?

- De acuerdo.

- Pues hasta el lunes entonces, y gracias otra vez.-dije, me bajé del coche y crucé hasta mi casa.

Narra Harry.

Ahí estaba, bailando como una loca con Destiny sin importarla lo que los demás pudieran pensar de ella. La camiseta que llevaba era algo corta, y cada vez que levantaba los brazos dejaba ver hasta su ombligo. Me acerqué con cuidado por detrás.

- ¿Bailas conmigo? –pregunté rodeando su cintura con mis manos.

- A ti ni agua, Styles, a ver si te enteras de una vez.-dijo deshaciéndose de mí, con mala leche.

- Vamos, Gia.-volví a agarrarla, pegándola a mí.- Es solo un baile.-susurré en su oído.

- Hay un montón de chicas deseando bailar contigo, coge a una y déjame a mí en paz.-respondió de nuevo enfadada, pero esta vez no consiguió alejarse de mí.

- Pero es que a mí me apetece bailar contigo.-repetí lentamente.

- ¿No entiendes un “no”? Es una palabra muy sencilla, Styles, solo dos letras.-dijo soltándose de mi agarre y empezando a caminar en dirección a donde estaban sus amigos, la cogí del brazo, haciéndola quedar frente a mí- Que pesadito estás esta noche, Styles. ¿Se han cansado de ti o qué? –soltó una carcajada.

- Ninguna se cansa de mí, soy yo el que ya no quiere a ninguna de esas.-dije mirándola.- Te quiero a ti.

- Pues.-dijo con mala gana, haciendo un movimiento brusco para soltarse de mí.- Lo llevas claro, Styles.-dijo caminando de nuevo como antes, esta vez la dejé ir.

- Que sepas que SIEMPRE.-grité para que me escuchara.- consigo lo que quiero.- Y una vez más, vi su dedo corazón asomarse en mi dirección y sonreí observándo como caminaba.

Creí que no iba a poder subir hasta el domingo o así pero al final, poquito a poquito entre estos días he conseguido sacar un capítulo, espero que os haya gustado. Muchísimas gracias.

Love, 

Sarai.