Capítulo Cuatro: Los nuevos.

Narra Taylor.

- Eh, ¿Tay? ¿Sigues ahí? –escuché la voz de Rebecca y vi su mano pasando varias veces frente a mis ojos.

- ¿Eh? ¿Qué?

- Que te has quedado empanada, chica.-dijo riendo.- Te ha gustado el chico nuevo, eh, pillina.-dijo dándome un leve codazo.

- Está muy bien, no voy a negarlo.-contesté.- Pero ya sabes que el amor y yo no hacemos buenas migas.

- Algún día eso cambiará. Anda, mira quien viene con nuestro irlandés.-dijo ella.- Hola Niall.-le saludó con la mano.

- Hola chicas.-dijo acercándose a nosotras con el chico castaño con el que se había sentado en clase.- Este es Liam, Liam, ellas son Taylor y Rebecca.-nos presentó.

- Encantado.-sonrió y nuestras miradas se cruzaron. Vaya, nunca había visto antes una sonrisa igual.

Narra Zayn.

En cuanto sonó la campana, salí de clase, sin ni siquiera despedirme de mi vecina y al parecer ahora, compañera de mesa. Al salir de clase, en el pasillo, había un gran tablón de anuncios en el que antes no me había fijado. Había carteles con las distintas actividades que se practicaban en el instituto, me quedé un momento mirándolo detenidamente, hasta que alguien me interrumpió.

- Si estás interesado, mañana nos reuniremos en el campo, por la tarde.-dijo un chico más o menos de mi estatura, de pelo castaño con el flequillo hacia un lado.

- Claro, gracias.-intenté sonar lo más amable posible. No se me daba muy bien lo de tratar con la gente.

Seguí mi camino hasta salir del instituto y andar hasta mi casa.

- ¿Qué tal ha ido el primer día? –me preguntó mi madre. Me encogí de hombros.

- No hemos hecho nada. Ah, y tengo que llevar uniforme a partir de la semana que viene.-dije.

- Si quieres esta tarde me dices donde hay que comprarlo y vamos.-

- No sé dónde hay que comprarlo.-contesté.

- Pues pregunta a tus compañeros, Zayn. No creo que muerdan.-mi madre rió levemente.

- Muy graciosa, mamá.-dije subiendo las escaleras hasta mi habitación, dejé la mochila y me tiré en la cama. ¿Por qué demonios no se me iban de la cabeza esos dichosos ojos azules?

Narra Rebecca.

Niall nos presentó al chico nuevo, Liam había dicho que se llamaba y después de intercambiar un par de frases con nosotras, se fue, según él, a hacerle un “tour” por el instituto al nuevo. Tay y yo esperamos en la puerta a que Des y Gia salieran para irnos todas a comer juntas. Era una tradición de todos los inicios de curso.

- ¿Quién es? –preguntó Gia. Des había recibido un mensaje y sonreía mientras lo leía.

- Nadie que te importe.-dijo tapando la pantalla.

- Anda, dínoslo.-pedí yo, ella negó con la cabeza, sujetando el móvil en las manos pero en un rápido movimiento, Gianna consiguió quitárselo.

- Devuélvemelo.-protestó ella.

- No seáis cotillas.-dijo Tay.

- No mientas, tú también quieres saber qué pone solo que no tienes la suficiente confianza aún para decirlo en alto.-Gia y yo reímos.

- ¿Quieres leerlo de una vez? –le dije a Gia y Des resopló.

- Voy, voy.-se aclaró la garganta.- “¿Qué tal estás, Rubita? ¿Sabes qué? Echo de menos nuestros paseos por Hyde Park. Espero que vengas pronto a ver a tu padre y así de paso, nos vemos. Cuídate. xx” ¿Es de Mark? –le preguntó mirando a Des. Ella asintió levemente con la cabeza, sonrojándose un poco.

- ¿Mark? ¿Quién es Mark? –pregunté.

- Su novio londinense.-me contestó Gia.

- No es mi novio.-se apresuró a decir Des.- Es solo…un amigo.

- Ya, un amigo de esos con derecho a roce, ¿no? –dije y reímos.

- No idiotas.

- Pero si hubo beso y todo…-dijo Gia. Tay y yo nos llevamos las manos a la boca acompañado de un grito de asombro.

- ¿Por qué no nos cuentas las cosas interesantes? –dije poniendo los brazos en jarra.

- Porque no fue nada.-dijo Des y salió corriendo mientras reía.

Todas salimos detrás de ella, íbamos a someterla a un interrogatorio de los buenos.

Narra Liam.

- Soy Niall.-dijo ofreciéndome la mano en cuanto me senté a su lado en clase.

- Liam.-dije cuando las estrechamos. Las dos chicas de delante se dieron la vuelta.

- Encantada.-dijo sonriendo la castaña.- Yo soy Gianna.

- Igualmente.-contesté.

- Destiny.-habló la rubia.

- ¿Podéis dejar las presentaciones para luego? –la profesora nos llamó la atención e inmediatamente los cuatro nos callamos.

En cuanto sonó la campana, algunos salieron corriendo de la clase, y yo me giré para ver si veía a Jessica y presentarle a Niall pero ya no estaba en el sitio que había ocupado.

- ¿Vamos? –me preguntó. Había prometido después de clase enseñarme un poco el instituto.

- Claro.-salimos de allí y después de encontrarnos con otras dos amigas suyas y hacer las presentaciones, empezó ese “tour” por el instituto.

Llamé para avisar a mi madre de que no iría a comer a casa, Niall se había puesto muy pesado en que fuéramos a comer juntos y así hablábamos un poco. Era un chico muy simpático y me hacía gracia su acento irlandés. Estuvimos hablando un poco de todo en la comida y después nos despedimos hasta el día siguiente. Para ser el primer día, no había ido mal.

Narra Destiny.

Salí corriendo para intentar evitar aquel interrogatorio sobre Mark, cosa que por supuesto no conseguí. Me atraparon fácilmente. No era justo, eran tres contra una. Total, que al final tuve que contarlas lo mismo que a Gia días antes pero en versión extendida, como decían ellas, con todo lujo de detalles.

Iba andando hasta casa cuando vi que por delante iba mi hermana con alguna de sus amigas, me acerqué sigilosamente detrás para darla un susto.

- ¡Ay Des, qué susto! –dijo dándosela vuelta mientras yo reía.

- ¡Des, cuánto tiempo! –dijo la otra niña.

- ¿Lotte? –pregunté sonriendo y ella asintió.- Vaya, has crecido mucho pequeñaja.- Ella era la hermana de Louis, tenía la misma edad que la mía y ambas eran muy amigas.- ¿Qué tal el primer día de clase?

- Mal.-contestaron las dos a la vez.

- ¿Y eso?

- No nos ha tocado juntas en clase.-me explicó Lotte. Eran inseparables desde que eran muy pequeñas.

- Bueno, pero os veis en el recreo y luego volvéis juntas a casa.

- Eso sí, pero no es igual.-se cruzó de brazos Wen. Casi habíamos llegado a casa.- Hasta mañana, Lotte.

- Hasta mañana, Wen. Adiós Des.-se despidió de nosotras y cruzó la calle para meterse en su casa.

Entramos en casa, saludamos  a mi madre y mientras Wen se quedaba viendo la tele un rato, subí a mi habitación. Recordé el mensaje de Mark y me puse a contestarle que la semana siguiente estaría por allí el fin de semana. A los pocos minutos sonó el teléfono.

- ¿Sí?

- Hola pequeña mariposa.-solté una carcajada.

- ¿Niall? ¿Ha que ha venido eso? –rió él también.

- ¡Y yo que sé!

- Estás fatal de la cabeza.-dije aun riendo.

- Pues como tú y no digo nada.

- Oye.-protesté.- Es igual,  ¿qué querías duendecillo?

- Le he mandado una carta. Anónima.

- ¿No ibas a esperar a la fiesta?-hice una pausa.- Espera, espera, ¿has dicho anónima?

- No he podido. Y sí, anónima, le he propuesto una cita pero sin que sepa quién soy hasta que esté allí.

- ¿Por? No es del todo una mala idea.

- La he escuchado decir esta mañana “pues el moreno nuevo no está nada mal”.-dijo esto último poniendo voz de chica. Reí.

- Ay, ay, que se ha puesto celoso.-canturreé.

- Calla, Des. Si lo sé, no te llamo.

- ¿Y a quién mejor que a tu mejor amiga ibas a llamar, eh?

- A nadie, a nadie.-reímos.

- ¿Y para cuándo es esa cita?

- Dentro de dos días.-me contestó.

Narra Harry.

Primer día de clase. Un vistazo rápido a las chicas de clase. A la mayoría le ha sentado bastante bien el verano, pero pocas eran las que faltaban por caer en mis brazos. Me fijé en ella, que me pilló mirándola, sonreí pícaro, mordiéndome el labio inferior pero solo me gané por su parte un corte de mangas como el de unos días atrás.

- ¿Ahora te interesa ella? –Louis.

- ¿No debería de hacerlo? –pregunté sin apartar la vista de ella mientras salía de clase.

- Ah no, haz lo que quieras. Solo que me parece que te va a costar algo más que las demás.

- Tú lo has dicho, me va a costar más, pero terminará cayendo.-sonreí.- ¿Y tú qué, qué tal con Vanessa?

- Como siempre, ya sabes, terminamos la fiesta en su casa.-respondió.

Salimos de clase, Louis se paró un momento al lado del chico nuevo que miraba el tablón de anuncios y salimos del instituto, o al menos eso intentamos porque Vanessa se abalanzó sobre Louis en el patio y le costó deshacerse de ella unos minutos.

- La tienes loquita, eh.-bromeé.

- Está muy bien por las noches pero no sé si compensa con lo pesada que es, ¡no deja de sobarme en cuanto me ve!-dijo mientras caminábamos, yo reí.

- Pues dile que no te interesa tener nada con ella.-dije.- Claro, más allá de unos cuantos polvos.

- En realidad, eso ya se lo he dicho, pero al parecer no la ha quedado claro.

- Es la capitana de las animadoras, Lou.-puse una mano sobre su hombro.- Tiene la cabeza hueca.-reímos los dos mientras seguíamos nuestro camino hasta casa.

Narra Jessica.

- Eh, ¿dónde te metiste ayer? Saliste como una bala de clase.-me dijo Liam cuando entré en clase.

- Lo siento, lo siento. Tenía un poco de prisa.

- No importa.-sonrió.- Tengo que presentarte a alguien. Ven.-dijo cogiéndome de la mano, llevándome hasta dónde se había sentado el día anterior, donde estaban un chico rubio y cuatro chicas más hablando.

- No me gusta conocer gente nueva, Liam.-susurré.

- Son muy simpáticos, te caerán bien, Jess.-dijo antes de que llegáramos junto a ellos.- Buenos días.-les saludó.-

- ¿Quién es tu acompañante, Liam? –preguntó la rubia.

- Es Jessica, también es nueva por aquí.-

- ¡No, otra chica más, no! –dijo el chico rubio y los demás rieron.

- Jess, ellos son Niall.-señalando al chico.- Destiny.-la rubia.- Gianna.-la del pelo rizado.- Taylor.-la del pelo más oscuro de todas.- y Rebecca.-dijo señalando a la que quedaba. Todas me contestaron con un “encantada” al que yo respondí tímidamente.

- No te preocupes, mujer, no comemos.-dijo Taylor, me parece. Sonreí y estuvimos hablando hasta que el profesor entró en clase, la verdad es que parecían todos muy majos y habían conseguido en pocos minutos que les cogiera confianza.

Me senté en el mismo lugar que el día anterior, pero en esta ocasión, no tenía nadie a mi lado. A los pocos minutos, alguien llamó a la puerta. Era él, mi compañero y vecino. Se sentó a mi lado sin decir una palabra después de disculparse con el profesor por llegar tarde. Pasaron las seis horas de clase y aún no había cruzado ni una sola palabra con él aunque le había pillado un par de veces, mirándome. Era un chico un poco raro.

Narra Louis.

Después de comer, fui hasta el campo de fútbol dónde entrenábamos. Este año al igual que el anterior, yo era el capitán del equipo y me tocaba ir a ver qué tal lo hacían los que querían entrar en el equipo este año. Allí me encontré ya con Harry y algunos compañeros más. Había solamente un par de chicos que quisieran entrar así que, nos pusimos a jugar un poco para ver si eran buenos o no.

- ¿Aún puedo unirme? –preguntó otro chico. El moreno de ayer.

- Sí, claro, venga.-le contesté y se unió a nosotros. La verdad es que no lo hacía nada mal y tenía claro que quería a ese chico en nuestro equipo.

No duró más de una hora aquel entrenamiento ya que era solo de “tanteo” tras las vacaciones.

- Nos vemos aquí, como siempre, martes y jueves a las cinco.-dije cuando terminamos.

En el mismo campo, entrenaban las animadoras, y como todos los años, hoy era el día de las pruebas de admisión, como decían ellas, así que casi todos los presentes, nos acercamos un poco a ellas y nos sentamos en las gradas a verlas, eso era lo que más las gustaba a ellas, que las observáramos mientras hacían sus movimientos.

Narra Gianna.

Rebecca casi nos había obligado a ir a verla. Ella estaba en el equipo de las animadoras desde el año pasado. A nosotras no nos iba mucho ese rollo, pero era nuestra amiga y por una amiga se hace cualquier cosa.

- ¿Por qué no hacéis las pruebas alguna? Me siento sola entre tanta pijilla.-nos dijo llegando donde estábamos nosotras.

- El baile no es lo mío.-contesté rápidamente.

- Lo mismo digo.-me apoyó Taylor.

- No se aceptan chicos.-dijo Nialler y todos reímos.

- ¿Jess, Des? –Jessica en seguida negó con la cabeza.- Vamos, Des, a ti te encanta bailar y lo haces muy bien.

- Sabes de sobra que Vanessa me odia.-le contestó ella.- Nunca dejaría que entrara.-rió.

- Las cosas han cambiado, ahora decidimos entre todas quién entra y quién no.-explicó Rebecca.- Ya estoy imaginando la cara que pondría cuando viera que los chicos te miran más a ti que a ella, sobre todo uno que yo me sé.

- Venga.-la animé.- Hazlo aunque solo sea por fastidiarla.

- ¡Des, Des, Des! –dijo haciendo burla a las animadoras Niall acompañado por Liam.

- Vamos, por fa, que estoy muy solita ahí abajo, sería estupendo tener alguna aliada.-pidió Rebecca poniendo ojitos.

- Ag, está bien, está bien.-dijo Des.

- Aw, gracias, gracias, te quiero Desti.-dijo Bec abrazándola.

- Eh, ni se te ocurra volver a llamarme así, sabes que lo odio.-

Ambas volvieron al campo donde estaban las demás escuchando atentamente lo que la capitana tenía que decirlas. La cara de Vanessa al oír a Des decir que quería entrar, fue épica. Esto va a ser divertido.

Narra Niall.

Estuvimos esperando a que Rebecca y Destiny terminaran lo de las animadoras para ir después a tomar algo por ahí. Fuimos a una cafetería después de enseñarles un poco la ciudad a Jessica y Liam que había encajado a la perfección en nuestro grupo.

Al día siguiente me levanté algo nervioso. Fui a clase donde las seis horas se hicieron eternas y luego casi que corrí a casa, prácticamente sin despedirme de las chicas, pero tenía que prepararlo todo para esta tarde.

- ¿Y si no viene, Des? –le pregunté. Había venido a mi casa a ayudarme bueno más bien a tranquilizarme.

- Tranquilo, cálmate.

- No puedo.-

- ¿Si te digo algo me prometes que te calmarás? –asentí con la cabeza.- Ayer hablé con ella, me contó lo de la carta, va a ir.-sonreí inmediatamente.- ¿Más tranquilo ya?

- Un poco.-dije.- Gracias Des.-cogí las gafas de sol y ella me colocó bien la gorra.

- No hay de qué, anda, vete ya, no la hagas esperar.-dijo mientras bajábamos las escaleras hasta el salón y salíamos a la calle.- Duendecillo.-me llamó antes de ponerse camino a su casa.

- ¿Qué? –me giré.

- Muchísima suerte.-sonrió y me tiró un beso con la mano.

No me termina de convencer cómo ha quedado este capítulo pero bueno, espero que aunque sea os haya gustado un poquito. Volveré a subir en cuanto pueda. Muchísimas gracias. 

Love, 

Sarai.