Capítulo Siete: Estamos saliendo.

Narra Destiny.

- Pásalo bien.-me dijo mi madre antes de que me fuera.

- Gracias mamá.-besé su mejilla.- Adiós enana.-me despedí de Wen y salí de casa.

Mi padre ya estaba esperándome en el coche. Metí el bolso donde llevaba la ropa para el fin de semana en el maletero y me senté en el asiento del copiloto.

- Hola papá.-besé su mejilla.

- ¿Qué tal todo, pequeña? –me preguntó y arrancó el coche, rumbo a Londres.

Llegamos a Londres a la hora de comer, así que nada más subir al apartamento donde vivía mi padre y en el que había vivido yo durante el año anterior, nos pusimos a cocinar algo para comer. Después, nos sentamos en el sofá mientras veíamos una película y charlábamos de nuestras cosas, la verdad es que siempre me había llevado muy bien con él. Nuestra conversación fue interrumpida por el sonido del timbre. Se levantó él para abrir.

- Creo que es para ti.-dijo volviendo al salón. Le miré extrañada y salí a ver quién era.

- ¿En quince días ya te has olvidado de mí? –preguntó con una de sus mejores sonrisas.

- Por supuesto que no.-sonreí también dándole un abrazo.

- ¿Te apetece que vayamos a dar una vuelta?

- Un momento. Papá, ¿te importa si salgo un rato con Mark?

- Claro que no, pero vuelve a la hora de la cena.-dijo desde el salón.

- Hasta luego, papá.-me despedí de él y salimos de casa.

Fuimos como solíamos hacer cuando vivía aquí a Hyde Park a dar un paseo. Caminábamos con su brazo rodeándome los hombros mientras nos contábamos qué tal nos había ido durante estas dos semanas y comíamos unas golosinas.

- Te he echado de menos, ¿lo sabes? –dijo mirándome. Sonreí.

- Y yo a ti.

- No me lo creo.-dijo y reímos.

- Es verdad.-le di un golpe en el brazo.

- Ay, vale, vale.-dijo frotándose donde le había dado.- Des.-me llamó.-

- ¿Qué pasa?

- Verás Des yo…-hizo una pausa poniéndose frente a mí.- No soy capaz de quitarme de la cabeza nuestro beso.

Narra Liam.

- ¡Liam! –gritó mi madre. Miré la hora en el reloj de la mesilla, eran las 11. Si, quizás algo tarde, pero después de la noche anterior, me apetecía quedarme en la cama toda la mañana.

- Mamá, ¿qué pasa? ¿a qué vienen esos gritos? –dije asomando la cabeza por la puerta de mi habitación.

- Tienes visita.-me contestó. Bajé solamente con el pantalón del pijama al salón para ver de quién se trataba.

- Buenos días, Jess.-dije rascándome la nuca.- Lo siento, lo siento, se me ha olvidado que habíamos quedado para el trabajo.

- No te preocupes, no pasa nada.-sonrió.

- Me doy una ducha y nos ponemos a ello, ¿de acuerdo? –asintió con la cabeza y subí rápidamente a darme una ducha. Cinco minutos más tarde ya estaba en el salón con el ordenador, listo para empezar a ponernos a trabajar.- Ya estoy aquí.-dije tras ella. Quité todos los adornos de la mesa del salón y nos pusimos allí.

- ¿Mucha resaca? –preguntó riendo.

- Que va, si yo no bebo pero es que la música tan alta me dio dolor de cabeza.-expliqué.

- Bueno, lo pasamos bien anoche, ¿no? –asentí.- Aunque unos mejor que otros, eh.-me dio un codazo.

- ¿Qué quieres decir? –pregunté mirándola.

- No me habías dicho que te gustaba Tay.

- ¿Qué? Es que no me gusta, simplemente me cae bien, es muy simpática.-dije rápidamente.

- Claro, Liam, lo que tú digas.-dijo riendo.

- Vamos a empezar.-dije cambiando de tema.

Narra Rebecca.

Niall y yo quedamos el sábado por la tarde para ir al cine, aunque esta vez, no conseguí meterle de nuevo a una comedia romántica, así que tuvimos que ver una de acción, un rollo impresionante pero mereció la pena solamente por la cena de después. Luego, como todo un caballero, me acompañó hasta mi casa y nos despedimos ya hasta el lunes. El domingo había cosas que hacer para clase.

El despertador sonó a las siete de la mañana. Me levanté y me metí directamente en la ducha. Ya se nos había acabado la primera semana de clase y con ello el poder ir con la ropa que quisiéramos así que saqué el uniforme del armario mientras dejaba que el pelo se me fuera secando. Me vestí y lo terminé de secar con el secador. Metí todo lo necesario en la mochila y bajé a la cocina donde el resto de mi familia estaba ya desayunando. Comí una tostada y un vaso de leche y salí corriendo hasta casa de Tay, ya iba tarde otra vez.

Narra Harry.

Desgraciadamente los fines de semana duran poquísimo. Se pasan demasiado rápido para mi gusto. Sonó el despertador indicándome que tenía que levantarme para ir a clase pero no le hice demasiado caso. Mi hermana me llamó un par de veces pero seguía sin ganas de levantarme.

- ¡Harry Edward Styles, levántate ahora mismo y ve a clase! –gritó mi madre haciendo que de un salto saliera de la cama. Miré el reloj. Mierda, mierda. Hoy sí que llegaría tarde.

Me metí en el baño ya que estaba libre, mi hermana se había ido hacía un rato, así que me metí a darme una ducha tranquilamente, total, iba a llegar tarde ya de todas formas. Salí con una toalla en la cintura y abrí el armario, ahí estaba, el odiado uniforme que constaba de unos pantalones negros, una camisa blanca, una corbata negra también con unas rayas muy finas en un tono granate, unos tirantes del color de las rayas de la corbata que casi siempre llevábamos caídos y  una americana negra. Se suponía que había que llevar zapatos pero yo prefería ir con mis converse blancas. Después de vestirme fui a desayunar y salí de casa no sin antes coger la mochila.

Llegué al instituto y como era de esperar ya habían cerrado la puerta, tuve que ir a la entrada principal, llegaba media hora tarde y no pude entrar hasta el inicio de la segunda hora.

Narra Taylor.

Otra vez al instituto no por favor. Y eso que solo llevábamos una semana. Pero da igual, echaba de menos mi verano. ¡Con lo a gusto que estábamos! Me levanté rápidamente, tenía tres cuartos de hora para ducharme, vestirme y desayunar. Me puse el uniforme que usábamos desde el año pasado, las chicas llevábamos una falda gris oscura, tableada y a cuadros por encima de las rodillas, una camisa blanca, la corbata negra con rayas granate, unos tirantes granate también y una americana negra con el escudo del instituto en lado derecho, además también unas medias blancas hasta la rodilla y de calzado, algunas como Vanessa iban con zapatos de tacón mientras que yo por ejemplo prefería unas manoletinas negras.

El timbre sonó y salí después de despedirme de mis padres para llegar hasta el instituto acompañada por Becca, como siempre.

- Creo que tienes algo que contarme, ¿no? –me preguntó.

- ¿Yo? ¿Qué?

- En la fiesta os vi a Liam y a ti muy juntitos.-dijo levantando las cejas.

- ¿Otra vez con el mismo tema? Solo estuvimos hablando.-dije.

- Ya, ya.-dijo y recibió un golpe por mi parte antes de entrar a clase.

Narra Zayn.

Había salido el fin de semana a comprar el dichoso uniforme con mi madre, ¿qué se creen? ¿Qué somos niños de primaria? No estaba nada de acuerdo con tener que llevar eso puesto y que todos tuviéramos que ir igual.

Cuando bajé a desayunar, mis hermanas pequeñas estaban ya en la cocina.

- ¿A qué voy guapa, Zayn? –me preguntó la pequeña Safaa dando una vuelta para que la pudiera ver bien. Ellas iban a otro colegio pero también llevaban uniforme.

- Guapa no, preciosa.-sonreí. Cogí una tostada para comérmela por el camino, ya iba tarde.- Me voy, mamá.-grité, me colgué la mochila sobre el hombro derecho y salí de casa.

Iba andando cuando alguien me dio un toque en el hombro. Volví la cabeza y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al ver sus ojos azules. ¿Qué narices me estaba pasando?

Narra Gianna.

- ¡Buenos días! –saludé a Niall y Des que llegaban juntos.

- Buenos serán para ti, ¿cómo nos hacen llevar esto? –dijo Des estirándose levemente la falda. Los dos reímos.

- No seas quejica, pequeña mariposa.

- Y dale con la mariposa.-se quejó ella.

En seguida llegaron Liam, Taylor y Rebecca y unos minutos después, Jessica acompañada del chico moreno, su compañero de mesa, el que no hablaba con nadie apenas pero que al parecer si lo hacía con ella. Siguieron entrando los demás y después el profesor de Geografía. Tostón a primera hora de la mañana. Luego tocaba mi asignatura favorita: dibujo. Aunque me separaba de los demás porque era optativa: Des y Niall tenían música, Tay daba biología, Becca y Jess francés y Liam, bueno, Liam no sabía qué daba.

- ¿Qué haces tú aquí?

- Doy dibujo también, ya veo lo que me escuchas.-dijo Liam.

- Lo siento, lo siento.-me disculpé y él rió. Entramos los dos en el aula de dibujo y nos sentamos juntos.

- Recreo al fin.-dijo Des abriendo su taquilla para dejar los libros de historia.

- ¿Qué tal fue tu fin de semana en Londres? –le pregunté.

- Bien.-contestó.

- ¿Viste a Mark? –inmediatamente se sonrojó y se escondió tras la puerta de su taquilla.-Conteste señorita.-dije poniéndome a su lado.

- Estamos saliendo.-dijo con la cabeza dentro de la taquilla. Era una escena graciosa.

- ¿QUÉ?

- Sh, no grites.-pidió después de salir de su escondite.

- Ya estás contándomelo todo.

- Pues eso, que estamos juntos, cuando llegué allí, vino a verme, salimos a dar una vuelta y bueno, me dijo que no había podido dejar de pensar nuestro beso y pues, vamos a intentarlo.-sonrió ampliamente.

- Se te ve contenta.-dije.

- Lo estoy.-sonrió de nuevo.- ¿Sabes? Es un gran chico.

- Lo es porque si no, no te hubieras fijado en él.-nos abrazamos y bajamos al patio donde nos esperaban los demás.

Narra Niall.

Des vino a buscarme como todas las mañanas.

- ¿Qué tal con tu uniforme nuevo? –pregunté. Sabía que lo odiaría, ella adoraba ir en vaqueros y con sus converse, aunque estas últimas las llevaba puestas.

- Cállate.-dijo después de golpearme en el brazo.

- Auch, que agresividad por las mañanas.-me quejé.

Llegamos al instituto entre empujones y tonterías. Entramos en clase y ya estaba Gia allí. La primera clase de hoy era Geografía, el problema no era la asignatura, sino el profesor, que era muy pero que muy pesado. Después teníamos las optativas, música en mi caso y en el de Des. Fuimos a las taquillas para cambiar de libros y después fuimos hasta el aula de música. El profesor llegó puntual y empezó a pedir voluntarios para salir a cantar. Como no, la primera en levantar la mano fue Vanessa. Si había algo que odiara en esa asignatura era ella, que siempre quería ser la protagonista de todo.

- Levanta la mano tú, Des.-le susurré.

- No lo voy a hacer.-se negó. Siempre había sido muy vergonzosa aunque cantaba de maravilla.

- Lo haces genial, anda.

- Que no, Nialler, sal tú.

Al final nadie más levantó la mano, por lo que salió ella y luego pidió un chico, quería un dueto, así que por petición de Vanessa, salió Louis. Ninguno de los dos lo hacía nada mal y la canción terminó con ella plantándole un beso a él. No por favor, muestras de amor en público no.

Narra Jessica.

Salí de casa y le vi salir a él también así que me apresuré un poco para alcanzarle. Todos los días le pillaba mirándome en clase y si no, cuando volvía de algún sitio siempre estaba mirándome desde su casa, es como si me tuviera vigilada y a mí me hacía gracia. Llegué a su altura y le di un toque en el hombro.

- Buenos días vecino-barra-compañero de clase.-dije y después de mirarme un momento, sonrió.- Pero si sabes sonreír.-reí.

- Buenos días, Jessica.-

- ¡Y hablar también! –dije haciéndome la sorprendida, haciéndole reír.- Vaya, vaya, eres toda una caja de sorpresa, creí que tampoco sabías reír.

- Oye, vale ya de meterte conmigo, ¿no? –dijo levantando una ceja, algo serio.

- Vale, vale, ya paro.-dije.- Perdón.-

- Era una broma, Jessica.

- Ay, no me llames así, que es un nombre largo, Jess por favor.-dije y volvió a reír.

- Está bien, Jess.

Y fuimos hasta el instituto hablando y la verdad es que aunque a primera vista Zayn pareciera un tipo duro, el típico malote, en esos pocos minutos que duraba el camino había hecho que esa imagen que tenía de él cambiara por completo.

Narra Louis.

Cuando Vanessa fue la que salió a cantar sabía que me tocaría a mí ser su pareja. Salí a cantar con ella pero lo que no me esperaba es que terminara dándome un beso ahí delante de todos. El profesor carraspeó, haciendo que se separara de mí.

- Perdón.-dijo ella, queriendo parecer inocente, algo que por supuesto no iba nada con ella.

- Bueno, esperaba que salieran otros voluntarios distintos pero como ya veo que hoy no tenéis muchas ganas de cantar os daré una noticia.-dijo el profesor.- Este año, no hay profesora específica para las clases de teatro así que el directo ha decidido unir las dos asignaturas. ¿Qué quiere decir esto? Que juntaremos las dos cosas, es decir, este año, tendremos un musical.-en seguida todos empezaron a cuchichear.

- No es mala idea, ¿no? –me dijo Harry que se había saltado la primera clase.

- Total, ya sabemos quién va a ser la protagonista.-reímos. Vanessa siempre quería ser el centro de atención y seguramente se encargaría de ser ella la protagonista y era muy probable que si había beso de por medio, me tocara a mí ser su pareja.

- Habrá audiciones para los papeles protagonistas pero todos vais a participar, no penséis que vais a libraros, hay papeles para todos.-siguió explicando el profesor.

Pasó toda la hora hablando sobre ello y proponiendo diferentes musicales que podríamos hacer pero no decidimos ninguno todavía, eso lo haríamos en la siguiente clase. Tocó el timbre que indicaba que teníamos que salir corriendo de allí y subir hasta el tercer piso, donde teníamos historia. 

Aquí un nuevo capítulo. ¿Qué os ha parecido? Ah, sí, el de la foto es Mark, guapo, ¿no? Subiré el siguiente supongo que en dos días ahora que ya por fin acabé con los exámenes. Muchísimas gracias.

Love,

Sarai.